¿Quién eres?

lo siento mucho, sabía que si te lo decía no ibas a querer estar conmigo.

- ¿cómo murió tu hermano?, ¿quién lo asesino?. Pregunto Omar

- él se suicidó, no sabemos cómo fue capaz de degollarse.

- ¿lo hizo el mismo?, ¿cómo están seguros de eso?

- mi madre lo vio cuando se apuñaló, estaba como poseído, ella intentó detenerlo, pero él se cortó la garganta antes de que ella pudiera hacer algo.

Omar y Gustavo se miraron aterrorizados

- Gus, ¿como supiste mi edad?, ¿quién te lo dijo?

- tu hermano, él fue a matarme a mí y termino asesinando a mi hermano.

- lo siento mucho Gus, él me dijo que solo iría a conocer al papá de mi bebé, yo le creí, jamás pensé que iría a hacerles daño

- ya es tarde para lamentarse, gracias a ti por tus mentiras perdí a mi hermano, por tu culpa tengo que ir a la cárcel.

- no tienes que hacer eso, quedate conmigo, yo diré que los dos quisimos, no me dejes Gus

- eso debiste pensarlo antes, si decides tener el bebé, ya sabes dónde estaré.

Omar y Gustavo salieron de aquella casa y se dirigieron a la estación de policía.

Gustavo estaba nervioso, no sabía cuánto tiempo le darían por estar con una menor.

- ¿estás seguro hermano? Pregunto Omar

- si

Ambos entraron, un oficial les pregunto en qué podían ayudarlos, Gustavo respondió

- he venido a entregarme.

El policía se quedó extrañado

- ¿está seguro de lo que está diciendo?

- si

- ¿cuál es su crimen?

- estuve con una joven sin saber que era menor de edad.

- ¿cuántos años tiene la chica y cuánto le dijo que tenía?

- tiene dieciséis años, pero me había dicho que tenía diecinueve.

Jay al llegar a su casa le pidió disculpas a su madre por llegar tarde, Amalia no lo castigo solo le pregunto cómo le había ido

- Bien mamá y tienes razón no me gustan esos lugares.

- que bueno hijo, te tengo una sorpresa

- ¿qué sorpresa mamá?

- ya verás, cierra los ojos

Jay cerró los ojos y su madre lo fue guiando

- cuando te diga que habrás los ojos, lo haces.

- está bien. Dijo el sonriendo

Dieron algunos pasos y llegaron al patio trasero

- ahora sí, puedes abrirlos.

Jay abrió los ojos y vio a sus tatarabuelos.

- hola cariño. Dijo Alma abrazando a su bisnieto

- abuela, abuelo, pensé que no volvería a verlos. Dijo Jay abrazandolos

- mi nieto amado, estás muy guapo.

- ¿gracias abuela, ¿que los trae por acá? Pregunto Jay sonriendo

- ¿que?, ¿no puedo ver a mi bisnieto? Pregunto ella

Jay sonrió, a pesar de que veía muy poco a sus bisabuelos él estaba contento, Alma y Fabián lo consentía cada vez que ellos iban a México.

- ¿Cuánto tiempo se quedarán abuelos?

- solo unos días cariño, ya no estamos para estar allá y acá.

Jay convivió un rato con ellos y subió a su habitación, estando adentro, se aseguró de que nadie lo siguiera.

Él sabía que algo no estaba bien en él y se miró al espejo.

- ¿quién eres? por qué has estado conmigo desde que tengo memoria? Pregunto Jay

En el espejo estaba reflejado su rostro, él se lo quedó viendo fijamente y su reflejo sonrió.

- soy tu lado malo, quién te ha protegido desde que naciste.

- yo sabía que no estaba loco, eres tú a quien los brujos le temen, ¿verdad?. Pregunto Jay

- nos temen a los dos y no solo los brujos, muchas otras cosas más.

- ¿cuál es tu nombre?

- mi nombre aún no te lo daré, pero te contaré algunas cosas porque sé que no le temes a nada.

Soy el demonio del miedo, influyó terror en todo aquel que me vea a los ojos, tú y yo podemos cambiar de forma a la cosa o persona que la víctima le tenga más miedo; incluso podemos matar literalmente del susto. Dijo él sonriendo

- ¿Cómo es que estás conmigo?, ¿porque te encuentras dentro de mi?

- no puedo salir de tu cuerpo, de igual manera me gusta estar contigo.

- ¿cómo te metiste en mí?, mi madre me dice que estoy protegido de ustedes.

- ja, ja, ja ¿cómo crees que estás protegido y que ningún otro demonio se ha podido meter contigo?, te voy a contar un secreto.

Cuando una persona va a resguardar a alguien, ¿a quién crees que se lo presentan?

- no lo sé, dímelo.

- tu resguardo soy yo, estuve con tu madre desde el momento en que venció a Hael.

- ¿cómo es eso posible?, ¿mi madre sabe eso?.

- no y si no quieres que nada le pase a nuestra amada madre, no le dirás.

- no diré nada, me gusta tener un amigo, pero cuéntame, ¿cómo sucedió esto y porque mis padres no te han detectado?

- cuando tus padres estaban luchando con Hael, el ojo lo absorbió a él, pero yo utilice toda mi energía y sin poder ser detectado salí y me metí en tu madre, cuando tu madre salió embarazada me metí en ti.

- ¿entonces no puedo sacarte de mi cuerpo? Pregunto Jay

- así por así, no.

Amalia vio que Jay se estaba demorando y fue a su habitación a tocarle la puerta.

- Jay cariño, ¿con quién hablas?

- con nadie mamá, me estoy cambiando

- bien apresúrate que vamos a visitar a tu tía Briana que no se ha estado sintiendo bien.

- está bien, ya bajo

Jay se arregló y bajo

- estoy listo mamá, ¿los abuelos nos van a acompañar? Pregunto Jay

- no cariño, estamos cansados del viaje, los esperemos aquí.

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