CAPITULO 19

Abrí los ojos, pero estaba soñolienta, escuché las voces de alguien, después de un rato, me iba a quedar dormida otra vez, pero antes escuché.

— Me gusta, me gusta mucho.

No recuerdo más de ahí, solo que me desperté con una sensación extraña, después de un rato, me estire en la cama, mire para todos los lados, cuando enfoque en sofá estaba vacío, ¿cuándo se fue?, ¿qué hora es?

Me acomodé en la cama, busque el botón de la cama, y la incline, así quede semi sentada, tomé el teléfono, ya que estaba sola, no se ni la hora, pero me arriesgare a llamar a Fátima, marque el número, después de que sonó varias veces contesto el teléfono.

— ¿Hola?

— Soy yo.

— Dios mío, ¿cómo estás?, ¿qué fue lo que pasó?, Kevin me dijo todo lo que pasó, ¿cuándo vas a escapar de ese tipo?

— No es tan fácil, parece que tomé una infección y termine en el hospital, pero es posible que salga hoy, ¿cómo va todo de tu lado?

— Todo bien, solo me preocupa que estés en mano de ese loco, debería decirle a Kevin que te ayude a salir del país.

— No, creo que en poco tiempo podré salir de esto, no te preocupes, yo soy fuerte, esto es solo una prueba, si llega el momento en que no pueda más, te lo diré de inmediato.

— Por favor, cuidate, no te enfermes más, y si necesitas ayuda, no dudes en llamarme oa Kevin, ¿está bien?

— Está bien.

La puerta se abrió, ese tipo entró con Helena detrás de él, así que no podía seguir hablando, un doctor también entró, aparte de la enfermera de ayer, es la segunda vez que veo el personal médico.

— Hablamos luego, si pasa algo definitivamente te llamaré, hasta pronto.

No la deje contestar, y cerré la llamada, puse en teléfono en la mesita de noche al lado de la cama.

El doctor, se acercó, miró alrededor, tomo el récord, que estaba al piede de mi cama, luego de un rato de mirando habló.

— Puede ser dada de alta hoy, la herida cicatrizo bien, no ahí infección, ni fiebre, así que en tres a cuatro días de reposo en casa todo estará normal.

— Gracias doctor.

El doctor, salió de la habitación y William con él, no dijo nada, solo lo siguió a fuera, Helena se acercó a mí, miró primero la puerta, y luego comenzó hablar.

— Señora, la madre del señor llevo a su ahijada a la casa, es una chica prepotente y descarada, se llama Isabel, siempre a estado enamorada del señor, pero el nunca le ha hecho caso, ni siquiera como amante la ha querido, pero ella se aferra a molestar al señor, estoy segura que si volvió es por petición de la madre del señor y no es para nada bueno.

— Gracias por la información Helena.

Otra víbora, me imagino que es tan molesta como mi suegra, pero no me importa, que lastima que esa chica no le gusta a este tipo, eso sería genial para salir más rápido de esa casa, pero si como dice Helena, él no le ha hecho caso nunca no ahí esperanza, solo será otra mujer molesta en casa.

La puerta se abrió, y el hombre entró, parecía de malhumor, bueno, siempre tiene esa mala cara.

— Helena.

— Sí señor.

Ayuda a tu señora a arreglarse, ya nos vamos, la enfermera vendrá a retirar la vía, estaré esperando en el estacionamiento, tiene 30 minutos para estar listas y bajar.

Dicho esto, se dio la vuelta, abrió la puerta, la enfermera entró y el salió, la mujer fue directamente hacia mí, me retiro la vía, y luego me dijo.

— Necesito que se de un baño, para hacer el vendaje de la pierna nuevo, puede levantarse e ir al baño sola o necesita ayuda.

— No está bien, pudo sola, puede esperar 5 minutos en lo que me baño.

— Claro.

Me levanté de la cama, me sentí un poco inestable, puede ser por qué dure mucho tiempo en cama, Helena fue a mi de inmediato y me ayudo a llegar al baño, ya en el baño, le hice una señal para qué saliera, salió de mala gana, debió pensar que me podía caer o algo, me di cuenta que se quedó en la puerta, me quite la bata, y me entre a la ducha, tomé el jabón y una esponja, saque la esponja del empaque en que venía, la empape de jabón y estregue todo mi cuerpo, incluso mi pelo, luego enjuague bien, salí de la duche, había un cepillo en su empaque también, lo desempague, puse pasta dental y cepillé mis dientes.

Tome una toalla, me envolví en ella y salí del baño, Helena estaba parada justo en la puerta cuando salí, la enfermera me hizo una señal de que me acostara en la cama boca abajo para cambiar mi vendaje, así lo hice, después que me vendaje fue cambiado, me pare de la cama, la enfermera salió, Helena me dio un set de ropa interior, un luego saco de una bolsa, un set blanco con diseños en negro de pantalón y suéter de los que suelo usar, más unos tenis a juego.

Después que me cambien, sequé mi pelo con una toalla, y me hice una cola alta, estaba lista, Helena recogió mis cosas, y salimos de la habitación, segui a Helena por un largo pasillo hasta el ascensor, habían unos cuantos pacientes dentro, entramos, ella le dio al número #1, después de dos paradas en otros pisos llegamos al lobby, desde ahí caminamos hasta el estacionamiento, Helena me abrió la puerta de atrás, me subí, ahí estaba William esperando, Helena cerró mi puerta, se monto en el asiento del copiloto con mis cosas y el chófer, de inmediato el asunto comenzó a moverse.

Comencé a tener hambre, además de suero, no ingerí nada sólido durante más de dos días, con razón tengo esta debilidad, me miré las manos estaban algo pálidas, me puso la mano sobre la mía, levanté la cabeza y me estaba mirando, luego me dijo.

— Ya mandé a que te hicieran algo ligero, cuando lleguemos podrás comer.

Ahora este tipo me puede leer la mente, no, no, no, es obvio que me estoy muriendo de hambre, quite mi mano, me aleje y le dije.

— Gracias.

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