CAPÍTULO 18 ESPECIAL

William Saymeur, 36 años, empresario, proviene del linaje del rey Enrique Octavo, sin título noble, pero extremadamente rico, caprichoso, malvado, acostumbrado a tenerlo todo y a que siempre le den la razón.

Alexa Power, 23 años, economista, estudio en una prestigiosa universidad América, inteligente, buena con las palabras, de mucho carácter y bueno corazón, nunca se da por vencida.

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Me desperté de repente sobresaltado, todavía no podía sacar de mi mente, todo lo que pasó con Laura hace 10 años, todavía me atormenta, y sé que no importa que Brenda haya iniciado todo, al final yo soy el único culpable, por qué la engañaba, nunca deje mi relación con Brenda en ese entonces, con Brenda siempre tuve la pasión, pero con Laura tenía eso que era limpio y bonito, yo siempre he sido egoísta, no lo voy a negar, y a pesar de todo sigo siendo así.

Me levanté del sofá, camine hacia su cama, me quedé mirándola, de verdad son como dos gotas de agua, con una gran diferencia, puedo sentir la pasión y el amor puro con solo mirarla, me acerque y le toque la cara, ella se movió, escuche que le pusieron una inyección así que no es probable que se despierte.

¿Cómo puedo hacerte mía?, ¿qué debo hacer?, ¿qué desea el corazón de esta mujer?, si eso, libertad, debe ser su más grande deseo, salir corriendo y no verme nunca más, pero mi pequeña esposa, mi sangre se calienta cuando me mira mal, y cuando me insulta a un más.

Me debo estar volviendo loco, en otro tiempo, yo ni pensará en como obtener algo que quería por qué todo se me daba solo con unas palabras, en especial las mujeres, incluso Laura cayó con mis palabras rápidamente, pero esta chica es dura, y eso me gusta mucho, que sea así, siento una emoción diferente con ella, algo que nunca antes había sentido.

Es verdad, me quise casar con ella por su gran parecido con Laura, cuando la vi hace dos años en New York, después de ese día, que investigue quien era, la mande seguir por dos años, veía fotos y videos de ella, que me ponían a pensar, todo de ella me gustaba, pero yo nunca doy mi brazo a torcer, me di cuenta de que ella tiene carácter así que pensé, un matrimonio por poder, debe humillarla al punto que se doblegue fácilmente, pero no fue así.

Llego a la casa toda enojada y me abofeteó delante de todos, solo una bofetada y me volví loco de pasión por ella, me acerque a su rostro y la bese en una mejilla, no me atrevo a besarla en los labios mientras duerme, ese beso tiene que ser en sus cinco sentidos.

Me di la vuelta y volvió al sofá, me quedé mirando el techo por unos minutos, el contacto de mis labios con su piel, me genera una electricidad en el cuerpo, que es inexplicable, mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo, lo saque y miré la pantalla, era mi madre, seguro venía con lo mismo que hace tiempo repite, deja esa mujer.

Tomé la llamada, después de la tercera llamada que me hizo.

— ¿Sí?

— ¿No vienés a casa está noche tampoco?

— No.

— Ya solo te importa esa horrible chica, cuando vas a dejarla, es grosera, maleducada, irrespetuosa, no ahí nada bueno en ella, solo que se parece a una muerta, ¿qué más tiene?

— Me gusta, me gusta muchísimo, ni muerto la voy a dejar ir, hasta a la idea, no importa cuanto te quejes, ni que no la quieras en absoluto, lo único que importa es lo mucho que me gusta a mí.

— Esa chica te va a llevar a la tumba.

— Iré gustoso al infierno si es necesario.

Me colgó, no puso soportar la verdad, ella mejor que nadie lo sabe, que somos la misma clase de persona, como ella, se aferró a mi padre que nunca la quiso, no me aferro a una chica que no sé si algún día me va a querer.

Respire profundo, me sentía un poco frustrado, eso nunca lo había sentido tampoco, frustración, desde que me case con esta chica son muchos los sentimientos nuevos que he experimentado, cosas como el rechazo, frustración, o anhelo, no son emociones que haya probado antes, pero ahora, son habituales.

El celular comenzó a vibrar otra vez, ya vuelve mi madre con lo mismo, miré la pantalla del celular y no era mi madre, era Brenda, creo que tendré que cambiar mi número de celular, ya no quiero seguir asociado a nada del pasado, conteste de mala gana...

— ¿Qué quieres?

— Esa chica nunca te va a amar, como yo te he amado durante tantos años, ¿cuándo te vas a dar cuenta?

La he ignorado por 10 años y no se cansa, la he usado y tirado miles de veces y no aprende, sigue detrás de mí, no importa lo que yo le haga, entonces, ¿quién es el malo aquí?

— Solo quiero a esta chica, no vamos a tener nada más nunca tu y yo, voy a trabajar duro para tener a esta chica, así que sal de mi camino, mientras te lo pido de buena manera.

— Te vas a cansar de que ella te rechacé y vas a venir conmigo, como te cansaste de esperar a Laura y viniste a mí, por eso no me culpas, por qué aunque yo te drogue y te grabe, tú viniste por tu cuenta.

Esa es la verdad yo fui por mi cuenta, porque tenía sed, y pensé que podía beber de agua más fácil, y luego esperar por el agua que tenía que cavar más para conseguir, ese fue mi error, pero ahora y antes no es lo mismo.

— No tengo la misma sed antes que ahora, no quiero agua fácilmente conseguida, quiero el agua del manantial que tengo enfrente aunque trabaje duro para probarla.

— Yo voy a estar aquí, hoy dices eso, pero te conozco además no soy solo yo, todas tus otras amantes, las has dejado y has vuelto a mí, y esta no será la diferencia.

Cerré la llamada, Brenda, esto es muy diferente, te vas a dar cuenta, como yo le di cuenta también, pague el celular y cerré los ojos, debo descansar, desde mañana comenzaré mi gran tarea, ser dueño del corazón y el cuerpo de mi mujer.

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