Puse la cabeza, sobre el respaldo del asiento, y suspiré más de mil veces, es raro que me enoje tanto, normalmente no soy una persona pasional, pero los acontecimientos de hoy me han rebasado no creo ser capaz de aguantar nada más por hoy, sin explotar.
Cerré los ojos, y traté de poner mis emociones bajo control, el camino era largo, así que podía respirar con tranquilidad por lo menos en el camino, afortunadamente, Taylor tampoco me habló, al parecer el hombre es bastante empático, se dio cuenta de mi estado de ánimo y no me molesto, había pasado una hora y 30 minutos, cuando la limusina se detuvo, abrí los ojos de una vez, habíamos llegado al lugar que sería mi nuevo hogar, por seguro mucho tiempo.
El mayordomo salió de la limusina, luego me abrió la puerta, y me ayudo a salir, estamos frente a una gran mansión, en estilo griego, con grandes columnas y estatuas muy bonitas, comencé a subir los escalones hacia la entrada principal estaba un poco alta, unos seis escalones, comencé a escuchar ruidos de música y risas, me agarre la falda del vestido mientras subía, y comencé a sentir esta ira otra vez.
El mayordomo estaba detrás de mí, con dos maletas, entre por la puerta, y tenían una fiesta, músico alcohol y demás, hombres y mujeres, bebiendo y riendo, me pare en el umbral de la puerta a observar todo eso, no fue hasta que el mayordomo hizo ruido con las maletas que se percataron de mi presencia, entonces uno de los presente grito.
— ¡William!, ha llegado la novia.
Un hombre se paró de un mueble, y se dirigió a mí, era alto, de piel blanca, pelo negro, mientras se me acercaba note, que tenía grandes ojos verdes, se paró frente a mí, se encorvó para poner su cara frente a la mía, y después de observarme un rato dijo.
— No eres la gran cosa.
Eso fue todo, levanté la mano y le di una bofetada que resonó en el salón completo, todos los presentes no lo podían creer, tenían los ojos por salirse de sus órbitas de la sorpresa, el hombre frente a mí, que resulta ser mi esposo se puso derecho y me miró como si me quiera matar, entonces dije.
— Ni tampoco eres la gran cosa.
No sé que lo molesto más, si la bofetada, o que lo rebajará con las mismas palabras que me dijo, se quedó como tieso frente a mí, no sabía si era en shock o que, yo tampoco lo iba a esperar.
— ¡Taylor!
— Sí, Señora.
— Guía el camino a mi habitación, estoy muy cansado, necesito descansar del circo que viví hoy y de mirar tantos payasos juntos.
El mayordomo tomó la delantera, y yo lo seguí, mire a todos los presentes con mala cara mientras caminaba, mi querido esposo se quedó como congelado en el lugar donde le di la bofetada, eso en realidad era poco para lo que él me hizo a mí, pero yo quería hacer algo más, está bien por el momento desahogue mi frustración, más adelante me cobraré lo demás, si él piensa hacer un infierno de mi vida, entonces viviremos en el infierno los dos.
Subimos las escaleras y la música no volvió a sonar, ni escuchar las voces, parece que le arruine la fiesta, me alegra mucho, caminamos por el pasillo y al final de este, el mayordomo se detuvo, abrió la puerta de una habitación, se puso a un lado para que yo entrara, entre, la habitación era muy bonita, todo amplio y la cama enorme, todo es mucho mejor que lo que tenía en casa, el mayordomo entro detrás de mí.
— Señora, ¿necesitas algo más?
— No, por el momento, me acostaré a dormir, por favor traerme algo de cenar como a las nueve, ¿es posible?
— Claro, señora.
El mayordomo puso las maletas a un lado de la cama, se dio la vuelta, salió de la habitación y cerro la puerta, yo inmediato me tire dónde la cama, me quite las zapatillas, me dolía muchos los pies, por eso no me gustaban los zapatos tan altos, me levante de la cama y puse la maleta pequeña sobre la cama, recuerdo poner ahí mi teléfono, la abrí, busque en el bolsillo y ahí estaba, mire la hora y solo eran las 3 de la tarde.
Busque unas galletas, que había llevado en un bolsillo de la maleta, me senté en la cama y me las comí, el vestido, me incomodaba, me levanté de la cama, me lo quite y lo tire al suelo, lo quemaría en cuanto pudiera, busque un set de ropa interior, y una pijama, me dirigí a una puerta que supuse era el baño, abrí la puerta y era el baño, entre y cerré la puerta, era enorme, primero tenía un vestidor, donde puse mi ropa, luego me quite la ropa interior que tenía puesta y la tire en el suelo, camino a través del vestidor y el baño era hermoso, me metí en la ducha y abrí la llamé del agua caliente, me echo champú en la cabeza y comencé a quitarme él peinando, por suerte mi largo pelo negro es muy dócil y rápido me quite él peinando y me desenrede el pelo con los dedos.
Tome la esponja de baño, le hace champú y me lave la cara para quitarme ese horrible maquillaje que me habían puesto, dure un largo rato, bañándome, al salir, tome una toalla, me seque todo el cuerpo, con otra toalla el pelo, ya en el vestidor, me puse mi ropa interior y luego la pijama, salí del baño, agarre el vestido y lo puse encima de una maleta, cerré la que tenía sobre la cama, la puse en el piso junto a la otra, quite la sábana de encima de la cama, me acosté y me arrope, tome el celular, puse una alarma y me dispuse a dormir, tengo que ahorrar energía, sé que en mi vida vienen días difíciles, puse el celular al lado de mi almohada, cerré los ojos, en poco tiempo el sueño llegó y me dormí...
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Updated 86 Episodes
Comments
Josefina Leonisa Alvaro Ruiz
Una historia interesante, dónde la mujer es de armas tomar a pesar de la corta edad que tiene.
2024-03-16
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Maria 🇻🇪 🇻🇪
Bien hecho no jodaaaaaaaSsss que se cree este fulano no fue a la boda y de paso esta de lo más forondo en casa con rumba y demás HDT putisim@ madre hay perdón creo que me excedí... /Slight//Slight//Slight//Slight/
2025-04-02
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Maria 🇻🇪 🇻🇪
Sí menos mal que ka chica no es ka sumisa del cuento, eso espero
2025-04-02
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