Camino a casa.

Aunque sus papás le habían dado permiso hasta las once de la noche Laura decidió llamar a sus papás para avisarles que ya iba en camino.

- Laura: Hola mami, llamo para decirles que ya estamos camino a casa nos está llevando Juan, puede que llegue un poquito después de las once porque las chicas quieren parar a comprar algo, ya que en el parque de diversiones solo vendían dulces.

- Soledad: Me alegra oír que están viniendo con Juan, está bien hija no muy tarde nada más te pido y descuida acá estamos con los papás de las chicas yo les diré que ya están en camino y con buena compañía.

La llamada finalizó y como Laura había dicho, sus amigas le habían pedido a Juan que pasara por algún lugar para comprar algo de comida.

- Pamela: Por favor Juannnn alguna hamburguesería o algo tenemos hambre.

- Gloria: Siii por favor no seas malo.

- Patricia: Si doblas a la derecha hay un puesto rico de hamburguesas.

- Juan: Ya les dije que no, las dejo en la residencial y si quieren les voy a comprar comida, debemos estar ahí a las 11 según tengo entendido.

- Laura: Ya hable con mi mamá para decirle que llegaríamos un poco más tarde y que estábamos contigo, y la verdad si tenemos mucha hambre.

- Juan: Esta bien, ustedes ganan.

- Patricia: Vaya! El poder de convencimiento que tiene Laura es espectacular.

Las tres amigas se miraron y sonrieron, eso les confirmaba más el secreto a voces de que ambos, tanto Juan como Laura sentían cosas el uno por el otro. Mientras que en los asientos delanteros Laura se ponía totalmente roja por escuchar esas palabras, mientras que Juan carraspeaba su garganta.

Juan le hizo caso a Patricia y fueron por hamburguesas, como era de esperar Juan pagó todo lo comprado, él estaba estudiando Contabilidad y a pesar de que no lo necesitaba se encontraba trabajando en uno de los mejores bancos donde la paga no era mala, mientras esperaban que su pedido este listo, Pamela, Gloria y Patricia fueron por bebidas a una tienda que estaba al costado, en el auto quedaron Laura y Juan, así que él aprovechó para entablar conversación.

- Juan: La pasaste bien?

- Laura: Eso debo preguntar yo, es tu cumpleaños.

- Juan: Yo la pasé más que bien, créeme.

- Laura: Que bueno, sé que no eres celebrar tanto tus cumpleaños, así que tenía miedo de tu reacción.

- Juan: Fue tu idea el ir ahí?

- Laura: Claro, yo lo propuse y a todos le pareció bien, aparte que hace mucho quería ir así que aproveche tu cumpleaños para conocer el lugar.

- Juan: Jajaja ahora al saber eso puedo decir que he tenido el mejor cumpleaños, pero dime algo, Lourdes te dijo algo cierto? Podrías decirme por favor?

Laura al oír que le gustó la sorpresa a Juan internamente se alegró mucho, pero tenía dudas en contarle lo de Lourdes aun así se atrevió y se lo dijo.

- Laura: Uhmm, bueno al parecer ella piensa que

hay algo entre los dos o que podría haber algo, porque me dijo que no me acerque a ti porque ya tenías más que suficiente al tenerla a ella.

Se formó un silencio incómodo, porque Juan no sabía que decir ante eso, así que Laura nuevamente tomó la palabra.

- Laura: Tranquilo no soy una niña y entiendo que estés teniendo algo con ella, si el que sea tu amiga perjudica la relación que tengas con ella pues bueno nos distanciamos y así no la pierdes.

Juan no podía escuchar eso, por instinto tomó su mano y la miró fijamente.

- Juan: Nada ni nadie podría hacer que nuestra amistad termine, además tu casa está a dos casas de la mía, nos conocemos hace casi ocho años, no vuelvas a mencionar eso ni en broma, para mí eres muy importante.

Laura se quedó impactada por oír esas palabras, por tener tan cerca a Juan y por sentir la mano de él sobre la de ella. Al mirarse fijamente se olvidaron del resto que no se dieron ni cuenta cuando las chicas habían regresado y ellas se quedaron mirándolos, para no hacerlos sentir incómodos, Patricia hizo como si no se hubieran dado cuenta he hizo bulla para que Juan y Laura notarán su presencia.

Juan rápidamente, pero delicadamente soltó la mano de Laura y le sonrío, Laura aún estaba asimilando lo que había oído, todos tomaron asiento y el auto se puso en marcha hacia sus casas.

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