Parque de diversiones ll

Juan: Tranquila Laura, abre tus ojos estoy aquí.

Laura sentía mucho miedo, pero al oír la voz de Juan se sintió segura, abrió sus ojos lentamente y se quedaron mirando, ambos sabían lo que sentían el uno por el otro, pero Juan no quería admitirlo porque no lo veía bien y Laura tenía miedo de decirle algo y ser rechazada por ser una niña para él. Ese momento mágico fue interrumpido por Pablo.

- Pablo: Laura? estás bien?

Laura rápidamente dejo de mirar a Juan y volteó para mirar a Pablo.

- Laura: Si todo bien, me había asustado pero ya me calme.

El juego terminó unos minutos después y Pablo ayudo a Laura a bajar, ella no quería recibir ayudar de él porque eso implicaba tomar de su mano ya que el juego la había dejado un poco mareada, pero tuvo que aceptar sino lo más probable es que se cayera.

Decidieron subirse a otro juego y esta vez todos iban sentados en círculo, para suerte de Laura esta vez fue junto a sus amigas

Pero al ver que era muy probable que se caigan decidieron ir intercalados, un hombre una mujer para ellas puedan ser sujetadas por los chicos ya que estos tenían más fuerza.

Juan rápidamente se acercó donde estaba Laura con el resto de chicas y espero a que ella se sentara para sentarse junto a ella, pero para mala suerte de él, Pablo también se sentó junto a ella, así que ella se quedó en medio de los dos sin decir nada.

El platillo empezó a girar, la gente iba sujetada a una baranda para evitar caerse, pero sus piernas estaban libres, así que algunos de ellos se iban elevando y este fue el caso de Laura, Juan al verla así coloco su pierna encima de una de ellas y la mantuvo segura ella moría de vergüenza y estaba feliz por ver como él se preocupaba, Pablo intentó hacer lo mismo, pero no pudo, Juan sonrío al ver como Pablo intentaba sujetar a Laura, pero no la alcanzaba, el platino empezó a moverse de arriba hacia abajo y esto hacía que la gente se juntaran unos a otros, el pequeño cuerpo de Laura se iba acercando al de Juan y ella cada vez se ponía más roja, a Juan le pareció el juego más agradable de todo el parque de diversiones.

Así fueron pasando las horas, los chicos se divertían y hubo un momento en el cual Laura quiso ir al baño, Lourdes al ver que ella iba sola también decidió ir, pero sus intenciones no eran buenas.

- Lourdes: Laura verdad? Qué tienes con Juan?

- Laura: Perdón? No tengo nada con él, es mi amigo.

- Lourdes: Te gusta verdad? Jajajá por favor! Para él eres una niña, además ya me tiene a mí, así que mantén tu distancia.

Sin decir más Lourdes salió del baño dejando a una triste y confundida Laura, a lo lejos estaba Juan observando, ya que al ser un lugar muy concurrido quería asegurarse de que Laura esté segura dentro del baño, pero al ver que Lourdes salió y detrás de ella iba Laura toda triste, se preocupó, no decidió acercarse porque tenía miedo de lo que le haya dicho Lourdes y no sabría como explicar la situación con ella.

Las horas pasaron, Laura seguía cabizbaja y evitaba estar cerca de Juan, llegada las 10 de la noche las chicas de la residencial decidieron despedirse para regresar a sus casas.

- Pamela: Bueno chicos nosotras ya nos vamos.

- Fernando: Nosotros también ya nos vamos, mejor las llevamos puede ser peligroso.

Fernando, quien era más cercano a Juan sabía lo que sentía por Laura así que decidió dar un empujoncito.

- Fernando: Juan tú lleva a las chicas a la residencial, yo llevaré a tus amigos a sus casas.

- Lourdes: Qué? No, yo voy con Juan y que alguna de ellas se vaya contigo.

Las chicas sabían muy bien lo que sentía Laura por Juan, ya que eran inseparables y se contaban todo, también sabían que Lourdes había lastimado a su amiga con sus palabras

- Pamela: Perdón? No, nosotras cuatro vinimos juntas y nos vamos juntas, así que vamos Juan abre la puerta de tu camioneta.

Lourdes: En serio Juan? Llevaras a esas niñas y a mí me dejarás de lado?

Estas palabras hicieron enojar a Juan, y ahora creía saber lo que Lourdes le habría dicho a Laura en el baño y el porqué de su tristeza.

- Juan: Cuidado con tus palabras, ellas para mi son muy importantes, tú y yo no tenemos una relación, así que respétalas y no te dirijas a ellas de forma despectiva.

Sin más que decir, las cuatro amigas fueron hacia la camioneta de Juan, Laura subiría atrás junto a ellas, pero rápidamente las chicas ocuparon los tres asientos traseros y dejaron el asiento del copiloto libre, Juan sonrío un poco al ver que Laura iría a su lado, se sentó en el asiento y manejo hacia la residencial.

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