Capítulo 8

Ya ha pasado más de un mes, la boda de James y Heather se realizó y por todo lo alto. Por las conversaciones que Steph tiene con Chris sé que él no es feliz. Heather sigue siendo la misma caprichosa de siempre y ahora usa su embarazo para conseguir todo lo que desea.

En la Universidad todo sigue bien, pronto tendremos vacaciones y volveremos a casa por unas semanas.

Mi terapeuta insiste en que debo de darme la oportunidad de conocer a otros chicos, yo no lo creo conveniente. Prefiero seguir enfocada en mis estudios y darle tiempo al tiempo.

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La pedida de mano fue todo un show, los padres de Heather escogieron y pagaron todo, yo solo tuve que hacer .i mejor actuación.

- James, estoy feliz. Créeme, vamos a ser felices.

- No te engañes Heather, esto es solo un contrato. Ni tú me amas, ni yo a ti y ese bebé es lo único que nos une.

- Cualquier chico estaría feliz de tenerme a su lado, ¿por qué tú no?

- Lo sabes, jamás me he enamorado de nadie y lo nuestro era algo casual. Si no estuvieras embarazada no estaríamos teniendo esta conversación.

- Voy a lograr que te enamores de mí.

- Deja de aferrarte a algo que no va a suceder y mejor tratemos de llevarnos bien estos cinco años que estamos obligados a estar juntos.

Se acerca uno de los muchos fotógrafos y debemos fingir que somos una pareja enamorada y feliz.

En tres semanas será la boda y yo estoy sobrepasado con tantas responsabilidades. Estoy acudiendo a la Universidad por la mañana y por las tardes debo estar en la empresa aprendiendo a marchas forzadas.

El casi inexistente tiempo libre que tengo es para ayudar con los preparativos de una boda que no quiero.

Por suerte nuestros padres se conformarán con una boda civil, aun así será un evento por todo lo alto. En especial la familia de Heather quiere aparentar ante la sociedad.

Me sorprende recibir una llamada de Sam, últimamente soy yo quien la llama y ella a mí nunca.

Su confesión me da la oportunidad de también yo confesar mis sentimientos. Desde el día en que la besé me di cuenta de que sentía algo más por ella, pero fui tan tonto que no quise aceptar que había estado enamorado de ella desde hace tiempo y mi cobardía trajo todas estas consecuencias.

Sí lo hubiese aceptado, Dylan jamás se habría acercado a ella y tampoco Heather estaría en mi vida.

Ahora ya es tarde, ella está lejos y yo estoy por casarme y en unos meses me convertiré en padre. No sé qué voy a hacer con un hijo, es una gran responsabilidad.

- Hijo, podemos hablar.

- Claro, mamá. Pasa.

- ¿Cómo te sientes?

- ¿De verdad te importa?

- Por supuesto que me importa, eres mi hijo.

- Si así fuera habrías convencido a papá de que no era necesario que me casará con Heather.

- Eso era imposible, esa chica te entrego su virginidad y está esperando un hijo tuyo. Además, pertenece a una importante familia y no puedes evadir tu responsabilidad.

- ¿Cuál virginidad? Heather no era virgen cuando me acosté con ella. Les mintió, ha manipulado todo a su conveniencia.

- Ella les juro a sus padres que eras el primer hombre en su vida. Si como tú dices no fuiste el primero, ¿existe la posibilidad de que no seas el padre del bebé?

- No lo sé, solo una vez tuvimos sexo sin protección. Pero no tengo pruebas de que estuviera con alguien más mientras salíamos.

- Ay, James. Vaya lío en el que estás metido.

- Todo sería diferente si no me obligarán a casarme con ella.

- Eso ya no está en discusión y por principio sería diferente si no hubieras sido tan irresponsable. Eso de acostarte con cuanta chica se te cruzara por el camino fue lo que te trajo hasta aquí.

- Es cierto.

- Si te hubieras enamorado de Samantha nada de esto habría sucedido.

Bajo la mirada al escuchar las palabras de mi madre. Si supiera que sí estoy enamorado de ella, que no dejo de pensarla y lo mucho que la extraño.

El día de la Boda ha llegado, estoy terminando de ponerme mi disfraz de novio feliz cuando mi padre ingresa en mi habitación.

- Hijo, sé que estás molesto conmigo por la decisión que tome. Entiende que Heather proviene de una familia respetable y nosotros también lo somos, no podíamos dejar que se les avergonzara de esa manera.

- Ha sido difícil para mí entenderlo, papá. No estaría en esta situación si no fuera por mi irresponsabilidad. Te soy sincero, no estoy listo para ser padre y ni siquiera siento un vínculo con ese bebé. Aun así haré mi mayor esfuerzo para ser un buen padre.

- Sé que así será y en cuanto se cumplan los cinco años estipulados en el contrato podrán divorciarse si es que no lograron entenderse.

- No lo lograremos papá, estoy enamorado de otra chica y nunca podré sentir nada por Heather. Ustedes no la conocen es superficial y caprichosa. Estos cinco años a su lado serán un verdadero infierno para mí.

- Lamento no haberte escuchado antes. Si esa chica es como dices, entonces existe la posibilidad de que ese bebé no sea tuyo y te prometo que en cuanto nazca me encargaré de hacer una prueba de ADN y si fue un engaño yo mismo daré por terminado este matrimonio.

Aunque las palabras de mi padre deberían de ser esperanzadoras, no lo son. He perdido cualquier oportunidad con mi pequeña Samantha.

La rutina, las responsabilidades y mi caprichosa esposa están acabando conmigo. Llego tarde a casa, Heather sigue siendo una niña caprichosa. Yo soy el único que ha debido madurar y comportarse como el hombre de la casa.

Los padres de ella le regalaron una mansión, que es nuestro "hogar". Hay servidumbre para que su nena no tenga que agobiarse con los quehaceres y se dedique a estudiar y cuidar de su embarazo.

En realidad lo único que hace es ir a la Universidad y por las tardes pasarla de compras con sus amigas. Cuando llego después del trabajo casi nunca está, llega bastante tarde y a penas pasa por la puerta comenzamos a discutir.

El tema de nuestras discusiones es siempre el mismo: mi falta de amor.

- ¡Ni siquiera me das la más mínima oportunidad!- grita furiosa.

- Sabías desde el principio que no tengo ningún sentimiento hacia ti y aun así decidiste embarazarte y chantajearme para qué me casará contigo.

- El embarazo es responsabilidad de los dos.

- Tú me habías dicho que tomabas anticonceptivos, por eso me confíe. ¡Maldita sea, fue solo una vez!

- Los anticonceptivos fallaron, que te puedo decir. ¿Acaso crees que yo quería embarazarme? ¡Por supuesto que no! Este mocoso solo vendrá a arruinar mi cuerpo.

- No puedo creer que seas tan superficial y te expreses así de tu propio hijo.

- ¡Ay, James! No me vengas con eso, tú tampoco deseabas tener un hijo y es obvio que tampoco lo quieres.

- Es verdad, no deseaba ser padre y no me siento conectado con él, pero es mi hijo y si estoy aquí es por él.

- ¡Cada vez te soporto menos!

- El sentimiento es mutuo.

- Pero con todo y eso no pienso dejarte libre, deberás permanecer junto a mí los próximos cinco años y cada desprecio que me hagas lo vas a pagar.

Sube las escaleras y yo voy tras ella.

- Deja de amenazarme- la tomo por la muñeca y nos detenemos a la mitad de la escalinata- tengo mis dudas sobre la paternidad de este bebé y si descubro que no es mío voy a terminar de inmediato con esta farsa.

- ¿Cómo te atreves a insinuar algo así?- cuestiona indignada- ¡Eres un maldito!

- Estás advertida Heather, si fuiste capaz de achacarme un hijo ajeno serás tú la que se arrepienta.

- ¡Suéltame, James!- comienza a gritar como loca cuando ni siquiera la estoy tocando- ¡No te atrevas a ponerme una mano encima!

- Heather cálmate.

- ¡No! ¡Déjame, le harás daño al bebé!

Acto seguido se deja caer por las escaleras, no puedo creer lo que acaba de suceder. Queda tendida al final de la escalinata y corro en su ayuda, de inmediato la servidumbre llega a ver lo sucedido.

- ¡Llamen a aun ambulancia!- les exijo desesperado.

No quiero moverla para no lastimarla más, veo sangre correr entre sus piernas. ¡Esto no puede estar pasando!

Llegamos al hospital y la ingresan a urgencias, me impiden el paso. Espero en el pasillo e intento asimilar lo que acaba de suceder.

Esta chica está loca, pero quien va a creer en mí. Todo apunta a que yo fui el responsable. Los padres de Heather cruzan la puerta en ese momento.

- ¿Qué sucedió James?- cuestiona su padre evidentemente molesto.

- Los sirvientes nos dicen que estaban discutiendo, ¿qué le hiciste a mi hija?- dice la madre de Heather llorando.

- No le hice nada, se lo juro. Fue un accidente.

- Esperaremos a hablar con ella y si tú fuiste el responsable te advierto que vas a pagar- amenaza su padre.

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