Capítulo 4: Pelea

La reina de los ángeles caminaba muy rápido tratando de alcanzar a su esposo, ella quería hablar con él a como fuera lugar, no se le hacía justo que además de decir que capturen a su hijo como un criminal, le haya echado la culpa a ella por hacer que su hijo se relacionara con los demonios.

- Yusei detente de una vez, de verdad me ignoras por esto - *Dijo la reina de los Ángeles*

La reina es un ángel sumamente buena y dulce a pesar de su mal carácter, ella no era cualquier ángel, sino un guerrero altamente entrenado para ser la siguiente comandante del reino, aunque ella y el rey se enamoraron, haciendo que ella dejara sus sueños para ser reina y seguir a la persona que amaba.

- Daphne no estoy molesto contigo, lo que me molesta es que tú no pongas de tu parte para salvar a nuestro hijo, el está en peligro, pero tú no quieres que hagamos algo salvarlo, eso es lo que me molesta - *Dijo Yusei algo molesto*

Yusei Anghell el último descendiente de los ángeles que fueron masacrados en una guerra con los ángeles, todo lo conoce por su perspectiva, ya que los ángeles y demonios pueden vivir eternamente y el ha vivido por 300 años y conoció en carne propia lo que es ser atacado por demonios.

- Zaiden también me preocupa, te recuerdo que además de tu esposa, soy la madre de Zaiden, pero yo conozco a la chica con la que se casó, si es un demonio, pero no por ello hay que tacharla de ser un ser maligno, ella es una chica sumamente linda, risueña hasta incluso inocente, por eso no me parece justo que la taches de algo ni siquiera ella hizo - *Dijo Daphne con voz firme*

- Los demonios son demonios, ellos no conocen otra forma de vivir, si tú no harás nada por nuestro hijo, bien, lo haré yo solo - *Dijo Yusei yéndose del lugar*

Daphne solamente sé tayo la cabeza, Yusei desde que nació Zaiden siempre fue muy paranoico con cada cosa que su hijo hacía, ella pensaba que era por los nervios de padre primerizo, pero con el tiempo se dio cuenta de que no, ya que incluya ella la sobreprotegía de todo, no sabe que fue lo que vivió hace 200 años, pero eso le afecta de manera muy grave a él y a todos.

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Laura seguía en la habitación, Zaiden y Ronan salieron de ella, ya que debían estar abajo, cundo llegarán sus padres, así que fue hasta el baño para poder limpiar su cuerpo, logrando así ver su rostro por primera vez, quedando encanta con su mirada, tal parecía que Zaiden no se fijaba en cualquier cosa, un claro ejemplo es ella, a pesar de ser un demonio, Alisson tiene una belleza inusual, cabello negro, piel pálida, suave y unos ojos rojos, simples cosas, pero que en ella se ven fenomenales.

- Vaya pues como no se enamoraría, la verdadera Alisson, era sumamente hermosa - *Dijo Laura acariciando su rostro*

No pasó mucho tiempo cuando unos gritos fueron escuchados por los pasillos, Laura fue a ver qué pasaba, logrando así ver cómo un hombre de su misma apariencia estaba ahorcando a Zaiden y este ponía algo de resistencia.

- Tu maldito Ángel, te trate y cuide como si fueras uno de mis hijos y tú te llevas a mi princesa y la haces tú esposa sin siquiera pedirnos su mano, que clase de hombre eres - *Dijo aquel hombre muy molesto*

- Espera detente lo vas a matar - *Dijo Laura tratando de liberar a Zaiden*

Aquel hombre se detuvo y vio a su hija, ambos eran como dos gotas de agua y ella lo noto, pensando el que posiblemente el sea un familiar de ella al igual que Ronan.

Zaiden se levantó del suelo con ayuda de Laura y miro fijamente al padre de ella, para así decir lo que debe decir y hacerles saber que el no quiere lastimar a su hija, que solamente la ama y quiere estar junto a ella.

- Rey Arlo yo pido disculpas por no hacer las cosas como se deben, pero yo amo a su hija con todo mi corazón y estoy dispuesto a derramar sangre con tal de poder estar a su lado, así que porque le pido que nos dé su bendición en este matrimonio - *Dijo Zaiden con voz seria y tomando de la cintura a Laura*

Laura quedó sorprendida por lo que dijo, no solo porque de verdad ama con locura a su esposa, sino porque está dispuesto a matar a quién sea que les impida estar juntos, algo lindo, pero a la vez muy tétrico.

- Padre por favor, permite estar con Zaiden yo lo amo mucho y no me veo viva sin el, por favor estoy dispuesta a dar todo para estar a su lado también - *Dijo Laura con una linda sonrisa*

El rey Arlo quedó sorprendido por su hija, ella no es de hablar mucho y menos tomar el coraje para decirle algo que ella quiera, siempre fue así, pero ahora que vio que su hija le pide algo y sobre todo que está dispuesta a tenerlo, no puede negarse a darle lo único que le ha pedido.

Mientras Laura estaba nerviosa, ella dijo eso porque lo vio en una película romántica y exactamente la protagonista le decía eso a su madre para que le dejara estar con su novio, esa frase se le hizo linda, así que por no aplicarla ella también.

Mientras ella pensaba, Zaiden la abrazo por detrás, durante mucho tiempo espero que ella también pudiera defender su amor, Alisson era demasiado tímida y pocas veces daba la cara por eso el siempre la protegía, pero ahora le agrada que ella también esté dispuesta a protegerlo y luchar juntos por su amor...

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