Capítulo 14.

...XIV....

Los magos continuaron haciendo preguntas a Zaida sobre su descubrimiento con respecto a los ogros, incluso le solicitaron revisar sus apuntes.

Cuando terminaron de leer, devolvieron la libreta a la hechicera, todos miraban a la princesa quién estaba distraída mirando los mapas mientras movía sus piernas, ya que no alcanzaba el piso.

Esta vez fue Ashura quien le pegó una débil patada para qué reaccionará, al sentir el golpe, levantó la mirada, encontrándose con que todos tenían sus ojos puestos en ella.

— Bueno, ya hecho el resumen de lo que sabemos, pasemos a hablar sobre lo que tenemos o con que contamos. Duque Tranthya, su turno.

— Gracias alteza— respondió poniéndose de pie— Contamos con quinientos soldados, entre ellos hay: ochenta arqueros, ciento veinte lanceros y trescientos espadachines. Por el momento también disponemos de 605 caballos en total, una reserva de comida para seis meses, la cual se encuentra en los anillos transportadores y la mantenemos fresca usando magia de conservación.

Todos los soldados son hombres experimentados que saben como lidiar con los ogros, además la gran mayoría no puede usar magia de protección ni recuperación, la poca que poseen sus cuerpos es usada para fortalecer sus armas y así logran que sus ataques sean mucho más certeros.

Igual que lo había hecho Zaida, al terminar su informe volvió a sentarse, la princesa miro al mago Crow, y solo esa mirada fue suficiente para que él entendiera que era su turno, sin embargo, fue Sol quien se puso de pie para hablar.

— Pequeña princesa, permítame recordarle que soy yo la líder de los magos que decidimos acompañarla— dijo la maga casi gritando, mientras movía sus manos bruscamente en el aire.

— Lo recuerdo maga superior Sol, también recuerdo que no decidieron venir voluntariamente, se les ordenó hacerlo y ahora yo puedo hacer con ustedes lo que me plazca. Aclarado ese punto, continúe con su reporte aún hay muchas cosas que discutir.

La mujer mordió sus labios con fuerza, pero no se hizo ningún daño, respiro profundo, se acomodó el cabello e inició su informe.

— Contando los dos magos de nivel medio que pertenecían ya al ejército, somos cien en total, ocho de nivel superior, ochenta y nueve de nivel alto, y el mago Crowe de nivel diamante.

Todos poseemos magia curativa, veinte pueden abrir portales, tres pueden usar la teletransportación, treinta y dos tienen magia de agua, veinticinco magia de viento, cuarenta magia de tierra y tres magia de fuego.

Esos tres magos de fuego somos los que estamos aquí presentes, también debo decir que el señor Crowe tiene cierto dominio sobre la tierra y yo puedo invocar luz, una extraña habilidad que se aprende con mucho esfuerzo— comentó orgullosa.

— ¿Tienen algo que agregar?— preguntó Ashura al aprendiz de Crowe al notarlo inquieto.

— Yo… yo puedo usar magia para leer idiomas o lenguas antiguas y desconocidas para muchos— respondió el hombre mirando al joven.

— Qué bien, presiento que su habilidad nos ayudará mucho en el futuro— comentó Beatriz sonriendo.

Sol no ocultó su descontento y volvió a su lugar cruzando sus brazos, manteniendo su mirada fija en el joven, le molestaba mucho que él estuviera allí, interviniendo en la conversación.

Brenda ya cansada de su actitud golpeó la mesa con fuerza, provocando que todos dieran una pequeño brinco. Cadmun miraba con desprecio a Sol, su actitud empezaba a molestarle mucho, en ese momento quería levantarse, tomar a la joven del brazo y sacarla de allí.

Se contuvo pensando que morita le pondría un alto, pero eso no pasó, después del golpe en la madera, la pequeña solo levantó su cabeza mostrando un rostro sonriente, manteniendo esa expresión propuso continuar.

Usaron los mapas para ubicarse y trazar una ruta que los llevará a Nazitema lo más pronto posible, hablaron sobre el entrenamiento al que tendrían que someterse todos los integrantes del ejército, crearon distintas estrategias y distintas formas de organización de la caballería en la batalla.

Cuando parecían haber terminado era ya más de media noche, los generales querían tratar otros temas, pero Beatriz sugirió dejarlo para otro día, ya que todos necesitaban descansar.

Los adultos estuvieron de acuerdo, pero antes de que pudieran levantarse la princesa los detuvo.

— Antes de que se marchen, me gustaría aclarar algo que considero muy importante para el correcto funcionamiento de este ejército, mi ejército— dijo parándose en el asiento de su silla— Quiero que pongan mucha atención a lo que quiero decirles, ya que no voy a tolerar ninguna falta de respeto de ahora en adelante.

Acomodó su postura, levanto la cabeza, mirando a todos hacia abajo, llevo su mano derecha al pecho y continuó.

—Soy Brenda Arsadan, cuarta princesa de Arsadan, quinta hija del emperador Marcus y única hija de la emperatriz Briana.

Yo soy la máxima autoridad aquí, ninguna de las seiscientas cuatro personas que forman este ejército tiene derecho a desobedecer mis órdenes.

Como ya se los dije al inicio, sé que mi edad les produce desconfianza, pero será con mis acciones que voy a demostrar mis capacidades.

Considero que hasta hoy he sido muy amable, pero eso termino, quien no conozca su lugar podría incluso perder su vida.

Que mis palabras lleguen a oídos de todos los que están bajo mi protección, y esto es en especial una advertencia para usted maga superior Sol.

Reflexione sobre su comportamiento y piense muy bien lo que hace o dice de ahora en adelante, ya que si vuelve a faltarme al respeto, no tendré piedad.

Eso incluye a Ashura, quien se ha convertido en mi amigo y primer discípulo, por eso les ordenó que lo traten con el debido respeto.

Eso es todo por hoy, pueden retirarse a descansar, mañana será otro largo y seguramente agotador día.

…

Los cuatro hombres hicieron reverencia y se marcharon en silencio, sorprendidos por las palabras de la niña, Sol también hizo una reverencia, pero antes de que saliera de la tienda la princesa volvió a hablarle.

— Sol, nada tengo que ver con sus desgracias, no hay motivo para que me odie, le pido que deje esos sentimientos de odio y superioridad a un lado, para que pueda concentrarse en lo que realmente importa: Acabar con las criaturas que destruyen el imperio.

La joven volvió a hacer una reverencia y en silencio abandonó el lugar.

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