Estefanía

Silvana no podía creer lo que miraba. Parpadeo varias veces continuas con la esperanza de que no fuera una mala jugada de su mente.

______ Silvana, no me mires de esa manera. ¡Soy yo, Estefanía!

Estefanía tampoco podía creer lo que miraba. Silvana era la señora de esa enorme mansión, fue sin duda algo que la sorprendió demasiado.

_____ ¡Estefanía!

_____ Estefanía, ¿En verdad eres tú?

La chica movió la cabeza como respuesta. No podía decir ni una sola palabra de la emoción que sentía al ver a Silvana delante de ella.

______ ¡Silvana! _____ Soltó un ligero gritó de amor.

Los corazones de las dos chicas querían salir corriendo de adentro de sus pechos. Ninguna de las dos se imaginaban reencontrarse, después de todo lo que había sucedido.

Silvana se levantó de la piscina, deseaba tanto saber sobre sus hijos, y entender cómo fue que Estefanía llegó ahí.

Silvana abrazó con mucha fuerza a Estefanía. No quería soltarla. Si Estefanía estaba ahí, sus hijos también.

______ Estefanía, quiero ver a Diana y a Fernando. No sabes como extraño a mis dos amores.

______ Quiero verlos, besarlos, abrazarlos y darles todo mi amor. _____ Susurró, Silvana al oído de Estefanía.

Estefanía se fue separando de Silvana... Bajando un poco la mirada. Silvana colocó sus dos dedos en la barbilla de Estefanía.

No escuchar una respuesta de Fernando y de Diana, provocaban que un nudo se hiciera en su garganta.

_____ Estefanía, no te quedes callada. Dime ahora mismo dónde están mis hijos.

Estefanía volteó a mirar a todas partes. El nerviosismo se podía ver reflejado en su rostro. Eso hacía que Silvana sintiera más miedo. Rezaba para que no fuera lo que estaba pensando.

______ Shhhhhh

La chica colocó su mano en la boca de Silvana. Era demasiado arriesgado si alguien las escuchaba hablar de los niños.

______ Silvana, alguien nos puede escuchar. Mi nombre ya no es Estefanía, ahora me llamó Elsa.

_____ ¿Elsa? _____ Silvana murmuro entre dientes.

Estefanía no podía explicar todo lo que había sucedido en ese momento. Únicamente, puso sus manos encima de las de Silvana.

_____ Ahora no puedo hablar de esto. Por la noche nos vemos en el cuarto de limpieza. Llevaré a Fernando y Diana. Estarán felices de volver a ver a su madre. _____ Al terminar de hablar, Estefanía le dio un beso en la mejilla a su amiga, y se alejó.

Delante de todos ella era una sirvienta más en esa casa, y Silvana era la señora, la cual tenía que respetar.

Silvana quería gritar, bailar, y decirle todo lo que sentía en voz alta. Qué por fin, después de tanto dolor, estaría cerca de sus dos amores.

No obstante, debía controlar todas sus emociones para no ser descubierta por nadie.

Ya tenía su primera enemiga dentro de esa casa, y si descubría lo que había hecho, no dudaría ni un solo segundo en echarle a la policía a Estefanía.

Tania miró a las dos chicas. Se detuvo a una distancia apropiada y observó cada reacción de Silvana, cuando hablaba con Estefanía.

______ Silvana, ¿De dónde conoces a esa sirvienta?

Silvana mordió su labio inferior con fuerza. Rápidamente, echó a trabajar su cabeza. Ahora más que nunca tenía que cuidarse. Ya no era más la sirvienta de su abuelo y su hermana. Ahora era la esposa de un hombre muy poderoso e importante.

Sería un escándalo que todos supieran que tiene dos hijos. Los cuales, ni ella sabe quien es su padre.

Silvana volteó relajada a ver a Tania. Y dijo.

______ Querida abuela, ¿no tienes algo mejor qué hacer que vigilarme?

_____ No me cambies el tema. Conozco muy bien a las mujeres como tú, y sé que es lo que realmente buscan.

______ Dime cuanto cuesta la tranquilidad de mi nieto. Estoy dispuesta a darte todo el dinero que me pidas.

La propuesta de Tania era muy tentadora. Silvana podía poner una fuerte cantidad de dinero, y escapar con sus hijos a un lugar remoto. En donde nadie los pudiera encontrar.

Sin embargo, tendría un enemigo más poderoso que el que tiene ahora, así que Silvana contesto.

______ Abuela, si estoy casada con Carlos, no es por su fortuna. No se equivoque conmigo.

La respuesta de Silvana molestó a la abuela, Tania. Que contestó.

______ Silvana. No te conviene tenerme de enemiga. Puedo ser muy dulce, pero en el fondo soy demasiado cruel.

______ Abuela, a cabo de llegar de un largo viaje. Lo menor que quiero es tener una enemistad con la familia de mi esposo. Debería ser un poco menos entrometida, y buscar algo que hacer, hay tantas cosas para personas como usted. No es bueno, meterse en la vida de las personas a su alrededor. ______ Contestó Silvana.

En el momento en que Silvana pasó por el lado de Tania. Ella le agarró el brazo a Silvana.

______ Pronto saldrás de esta casa como la mujer ambiciosa que eres. Una arribista, que solo quiere el dinero de mi nieto. No me puedes mentir a mí, he visto demasiadas mujeres como tú en mi vida. _____ Comentó Tania.

_____ Abuela, puedes soltar mi brazo. No quiero ser grosera con una persona de la tercera edad.

A su pesar, Tania soltó el brazo de Silvana. Cada segundo odiaba más a la esposa de su nieto. Al principio, esperaba que Silvana fuera una chica sumisa, tal y como lo era Sofía.

Sin embargo, se topó con pared. Silvana no era ni la mínima parte de la mujer que se imaginó. Sería muy difícil sacarla de esa casa y meter a Catalina, como esposa de Carlos.

Silvana caminó hasta un sitio tranquilo. En donde pudiera tener un poco de tranquilidad.

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