capítulo 19 Las cosas en claro

Luisa llegó a la casa de los Petrovich sin saber lo que le esperaba. Nikolay un hombre que no permite que lo contradigan en sus decisiones. Tal parece que así será su estancia durante todo él embrazó obedeciendo órdenes, y estipulaciones que marcan en el contrato.

Por otro lado, la actitud de Cecilia, que es evidente que no la soporta, pues durante le mostraba la casa pudo darse cuenta de que no le cae nada bien a Cecilia, dejándole las cosas muy bien en claro.

En pocas palabras Cecilia le había dicho que no la quería escuchar sus quejas, lo que necesitará que se lo pidiera a los empleados.

Cuando llegan a la sala de estar, ahí está la madre de Cecilia .. . Que bueno que llegas mamá. . La madre de Cecilia queda viendo a Luisa cúrate varios segundos y después le dice. . Tú debes ser Luisa.

Si señora, soy Luisa. . le responde Luisa a la madre de Cecilia cortésmente. . Cecilia enseguida le dice a su madre. . Vamos tomemos un café. . Luisa sin entender las sigue. Cuando Cecilia la ve le ordena. . Vamos que esperas para irte a la cocina a comer con los empleados, piensas que te vas a sentar en mi mesa conmigo.

Luisa solo la queda viendo agacha la cabeza, y decide no ir a desayunar, y se va a su habitación, sé sienta en el borde de la cama. Después de varios minutos decide llamarle a Javier, pero después de varios intentos Javier no le responde la llamada.

De que le sirve a Luis todas esas comodidades, si para ella es estar como en una jaula, sin poder ir a ningún lado, sé acuesta la cama y comenzaron a ver las fotos de su hija, no puede evitar que sus ojos sé le llenan de lágrimas y comience a llorar.

Solo en pensar que le queda mucho tiempo por estar en esa casa, que no es bien vista por Cecilia. Nada más a las empleadas les cae bien. Y que decir de Nikolay, él quiere que obedezca lo que le ordena.

Luisa está muy lejos de imaginar, el porqué Javier no le contesta las llamadas ni los mensajes. Ella piensa que es porque él tiene mucho trabajo en el despacho, y que en realidad es como él le cuanta cómo Nikolay le exige en su trabajo.

Después de conocer a Nikolay no le queda duda a Luisa, que es verdad todo lo que le dice Javier de Nikolay, que nada le parece bien, que solo exige que hagan las cosas como el las dice.

Lo que Luisa, no puede ni siquiera sospechar, que su mejor amiga, Ivett, la que siempre está ahí, cuando ella la ha necesitado.

La amiga incondicional. La amiga que le aconsejó, que fuera madre sustituta, y que así podría pagar todas deudas, de una vez por todas es la "amante de su esposo"

Mientras ella llora, por estar pasando por un mal momento, su marido se esta divirtiendo en la cama con su mejor amiga. . Ven aquí mí princesa, me vuelves loco.

Así, y entonces porque te casaste con Luisa, si sabías que yo estaba enamorada ti.

Pues por qué fui un tonto, pero ahora estamos aquí, disfrutando de toda esta pasión que ambos sentimos. . Pero justo en esos momentos vuelve a sonar el móvil de Javier, esté solo queda viendo la pantalla al ver que es Luisa, Ivett solo lo queda viendo después le dice. . No piensas contestar.

A lo que Javier le responde. . No, le llamaré más tarde ahora estoy ocupado. . Ivett sonríe, sé va sobre de Javier abrazándolo y entre besos y caricias Ivett le comienza a quitar la camisa.

Mientras que Luisa le vuelve a llamar, pero sin obtener una respuesta, decide enviarle un audio de voz.

Audio: Hola mi amor imagino que debes estar ocupado en tu trabajo, por eso no puedes responder. Sabes te extrañó mucho a ti y a nuestra hija. Los amo, sabes aquí todo es muy difícil.

Ahora entiendo viendo dices que el señor Nikolay es un exigente, pero trataré de estar bien por ustedes mi amor. Fin del audio.

Después Luisa trata de estar bien, y no pensar en cosas negativas que puedan afectar a los bebés.

Así pasa la primera semana, en casa de los Petrovich. Se mantiene lo más alejada posible de Cecilia, pues cada vez que sé encuentran, Cecilia le hace desplantes, pues aprovecha que Nikolay no sé encuentra de viaje de negocios.

Sale a caminar por las tardes por el bosque que está cerca a la casa pues el respirar aire fresco la hace despejarse de todos sus pensamientos negativos. Mientras camina aprovecha para llamarle a su hija perlita, pues la niña le pide vuelva, Luisa no soporta escucharla llorar y termina llorando ella también.

Eso la tiene preocupada, pues teme que la niña sé pueda enfermar. Esa tarde aprovecho para hacerle videollamada a su pequeña, en cuanto la niña la vio le recordó que pronto será su cumpleaños. . Mamá tienes que venir pronto será mi cumpleaños número cinco.

Lo sé cariño, como podría olvidarlo. Te enviaré regalos. . A lo que la niña le responde casi llorando. . No necesito regalos te quiero a ti mamá.

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