capítulo. 05 Una gran deuda

Luisa no sé imagina lo que le estaba por venir, como toda ama de casa estaba preparando el almuerzo, cuando llamaron a la puerta. Encontrándose con un par de oficiales.

Que enseguida le dijeron, que habían llegado a embargar todas sus pertenecías de valor, ella solo les dijo que sé habían equivocado pues no estaba enterada de ninguna deuda.

El oficial le vuelve a repetir que no sean equivocados, le dice que si ahí vive Javier López.

Luisa al ver que ellos en realidad buscan a su esposo lo llama No esperaba escuchar que él dice. ¿Que no esperaba que fuera tan rápido?

Ella sé queda sin entender, ¡de que le está hablando! - Así que ella decide preguntarle a Javier, pero ese no le contesta, así que el oficial responde a su pregunta. El señor Javier aquí presente tiene una gran deuda crediticia. El banco presentó la demanda judicial, la audiencia tuvo lugar hace dos meses el tribunal le ordenó pagar la deuda, y los intereses. Cosa que el señor Javier no hizo.

Por eso debemos confiscar el departamento y todos sus vienes de valor.

Luisa queda escuchando todo lo que el oficial está diciendo, no entiende en que momento su esposo sé endeudó con el banco.

Así que decide preguntarle. . ¿Dime que no es cierto que nos quitaran el departamento? - Javier solo sé rasca la cabeza no sabe como explicarle a su esposa lo que está pasando.

El oficial vuelve a decir. . Según aquí los documentos el Departamento está a nombre del señor Javier López, y si no paga la deuda y los intereses inmediatamente, y llega a un acuerdo con el banco el departamento será puesto a la venta lo más pronto pasible.

Luisa no puede creer todo lo que está escuchando, a donde van a ir si les quitan el departamento, sus cosas. Que son lo único de valor que tienen . . Uno de los oficiales les dice. . No dejan hacer nuestro trabajo, o tenemos que llamar refuerzos.

Debemos sustraer los electrodomésticos y todo lo que tengan de valor.

Luisa solo sé aparta para que ellos pasen y hagan su trabajo pues ellos solo los envían. Uno de ellos le dice. . Señora debe de desocupar la heladera.

Luisa enseguida le responde. . Como piensa que vamos a vivir, tenemos una niña.

A lo que el oficial le responde. . Está bien que sé quede, pero no la puede vender, recuerde que está confiscado.

No vamos a vender nada señor oficial. . Luisa solo se queda viendo cómo los oficiales, casan las cosas del departamento sin decir nada, por otro lado, Javier solo la queda viendo.

Sabe que cuando los oficiales sé vayan Luisa le preguntará cómo fue que llegaron a eso.

Por su parte Luisa no pudo evitar ponerse a llorar. No entendía cómo unos días atrás todo estaba bien, ahora de la noche a la mañana unos oficiales le estaban notificando de una gran deuda con el banco.

Todo se podía imaginar, menos pasar por algo así, después de los oficiales se marcharon fue donde estaba Javier. . Ahora si me puedes explicar. ¿Cómo fu que dejaste que pasara esto? ¿Puedes decirme por qué?

Javier se quedó viendo a Luisa en silencio por varios minutos después se levantó de donde estaba sentado. . Recuerdas cuando perlita estuvo enferma, y tú estabas cansada de trabajar horas extras en el hospital, y yo estaba sin trabajo.

Javier guarda silencio por unos segundos y después continúa diciendo. . Así que tome la división de pedir un préstamo al banco, tenía que buscar la forma de sobrevivir.

Por qué no me dijiste? ¿Por qué hasta a hora? Me tengo que enterrar de esta forma.

Javier sé defiende diciendo. . Bien que tu madre pudo haber dejado su trabajo y apoyarnos cuidando a su nieta.

Luisa se sorprende al escuchar a Javier hablando de esa forma de su madre.. Quieres decir que mi madre ahora tiene la culpa de tus deudas, por no cuidar a nuestra hija, que es nuestra responsabilidad. No la de ella.

Me puedes decir de cuanto fue el préstamo.

De cien mil dólares. Le responde Javier muy tranquilamente.

Luisa sé da cuenta que tal parece que a Javier no le importa el problema en que están metidos. . Pero como puedes decir de cien mil, si la deuda es por más de un millón, y estar tan tranquilo.

Sin saber que responderle Javier a Luisa le dice. . Quería hacer rendir el dinero y fui al casino y lo perdí, así que pedí otro préstamo y otro, hasta que se fueron acumulándolo los intereses.

Luisa sé lleva las manos a su rostro, no puede creer lo que está escuchando de la propia boca de su esposo, que no le quedó más que romper en llanto diciendo. . No lo puedo creer de donde vamos a sacar tanto dinero.

No te preocupes, lo resolveré todo lo más pronto. . Luisa solo lo queda viendo, y después le dice. . Como lo vas a resolver, si no pudiste hacer nada en todo este tiempo. Pero yo no me pienso quedar de brazos cruzados voy a buscar un empleo lo más pronto posible.

Javier se burla de Luisa. . No me hagas reír Luisa, no eres más que un simple enfermera, solo ganan unos simples centavos, si tuvieras más estudios trabajarías en una de esas empresas privadas. Esa si pagan bien, ahí si hay dinero. Enfermera, enfermera.

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