capítulo. 03 solo palabras de envidia

Luisa trata de persuadir que su marido lo más cariñosa. No debes de hacer caso amor. Luisa sabe en cualquier comento Javier puede alterarse, por lo sucedido pues lo conoce, que cuándo sé enoja y toma comienza a decir cosas que no tienen sentido.

En cambio Javier esta más que enojado. Sé da el gusto de despreciar a cualquiera solo ¿por qué tiene dinero? Sé puede involucrar y moverse entre gente importante.

Para que lo apoyen, cómo sí fuera un verdadero arquitecto, cuando no más que un embustero un farsante, yo seré paciente y conseguiré contactos que necesitó. Son las palabras que salen de la boca de Javier rechinando los dientes.

A Luisa, no le queda más que decirle a su esposo con una sonrisa mirándolo a los ojos. Claro mi amor, tú eres un hombre que tiene mucho talento, solo debes esperar una oportunidad.

Sí. Eso es lo que debo hacer, Ese proyecto no es más que una farsa. Los verdaderos proyectos están en los edificios, esos si son un negoció a lo grande. Únicamente debo esperar un poco. Y me Llenaré de dinero los bolsillo... Dice Javier volteando a ver a Nikolay de reojo en sus ojos hay odio y desprecio . .

Luisa, que aún está a su lado dice con una sonrisa.. Entonces me dejarás y buscarás una más jovencita.

No me refiero ha eso. le dice Javier con una mueca dibujada en su rostro. Pero en esos momentos son interrumpidos por la amiga de Luisa.. Hola, chicos ¿cómo están? - Que bueno que te decidiste a salir Luisa. Vamos acompañame debo retocar un poco mi maquillaje. dice Ivett con una sonrisa a Luisa jalándola por la mano.

Soy la mejor amiga de Luisa, la conocí cuándo trabajaba de enfermera en el hospital central de la ciudad. Mientras que yo trabajo en un despacho de abogados como la asistente del jefe del despacho.

A mi debe que esté casada con Javier pues fui yo quien los presento, y después de unos meses supe que sé casaron yo no asistí a su boda, por motivos personales.

Me dirijo con mi amiga Ivett a los sanitarios, cuando ya estamos ahí ella me dice. Sabes que los Petrovich, están buscando una madre sustituta... Al escuchar lo que mi amiga me dice me quedó solo escuchando como una mujer puede recurrir a esos medios.

Y sabes ¿por qué? - Dicen por ahí que no puede tener hijos. Pero tengo una amiga que trabaja en una clínica especializada en ese tipo de cosas, y ella me dijo que es ella la que no quiere estropear su bello y hermoso cuerpo... Veo que mi amiga se ríe diciendo. . O tal vez sea el mismo Nikolay Petrovich, que ya no puede tener hijos. Ya no es un niño, está viejo, y quiere un heredero.

Me quedó un poco sorprendida, por lo que me acababa de decir, a lo que yo le respondo. . No sé cómo puede haber mujeres que pueden tener el hijo de otra. Yo jamás podría prestarme a eso. Ni por todo el dinero del mundo.

Mi amiga me responde con sarcasmo. . Es un negocio muy rentable, pagan mucho dinero, solo tienes que reunir los requisitos que te piden, y eso es todo.

¡Cómo está que sabes todas esas cosas! Veo a mi amiga que está sorprendida así que le digo. . Cómo te dije mi amiga trabaja en un centro clínico especializado en inseminación. Ella me cuenta todo. Así es como me enteró de lo que pasa con los ricos. Es cómo encubar el huevo de otra.

Luisa no pudo aguantar a lo que su amiga le dijo, sé hecha a reír diciendo. . Sí que tienes mucha imaginación amiga.

No amiga, es la verdad. Es un negocio muy bueno. Le dice Ivett a su amiga mientras sé retoca él maquilla. . Imagínate que puedes pagar todas tus deudas, comprar una casa nueva, hasta un automóvil nuevo.

Luisa sé queda sin decir nada, poco después le dice Ivett. . Vamos porque a los hombres no se les puede dejar mucho tiempo solos. ¿Por qué llega otra y se los lleva de volada?

Cuando regresó junto a Javier ya está bastante tomado, eso me molesta porque cuando lo hace solo habla puras tonterías, y aquí no es lugar para dar ese tipo de espectáculos. . Pero Javier te has embriagado. . Le dice Luisa a su esposo sería.

A lo que esté le responde. . Pues sus majestades han decido marcharse y dejarnos a nosotros los esclavos, que nos matamos trabajando todos los días para ellos.

Creo que es mejor que nos vayamos Javier, llamaré a un taxi . Luisa lo jala por el brazo, para llevárselo de la fiesta, aunque esté no quiera Luisa lo saca.

Cuando llegó a la casa me recibe mi pequeña qué aún está despierta, mi madre sé quedó a cuidarla para que yo pudiera salir un rato con Javier.

Hurra mis papis han vuelto. . Dice la niña con felicidad. . Vamos, vamos princesa es hora de dormir. . Le dice Javier a la pequeña retirándose él a su habitación.

Luisa toma a la pequeña en brazos. . Ya es hora de ir a dormir mi pequeña.

Cuando entro en mi habitación, tropiezo con los juguetes de mi hija. . Juguetes, niños no sé por qué no tuvimos un hijo barón, no que tuvo que ser niña. . Dice Javier en tono molesto, después continúa diciendo. . Un día conseguiré mi propio despacho de arquitectos, y todos me deberán respetó. Así como se lo tienen a ese cabrón de Petrovich.

Luisa sale de la habitación diciendo. . se quedó dormida en cuanto toco la cama. Su madre de Luisa que aún está ahí con ella le dice. . Si estaba cansada, veo que Javier volvió a beber, y ahí está prometiendo cosas que no puede cumplir. Siempre dice lo mismo, llevas casada con el varios años y siempre escucho lo mismo.

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