NUESTRO AMANECER

El primer gran paso ha sido dado funcionando mejor de lo que el teniente se imagino, después de horas de disfrutar de la alegría y lo majestuoso del carnaval de Río, la hora de volver a la realidad ha llegado y camino a Sao Paulo una conversación llega llena de sinceridad.

PALOMA: ¿Por qué te detienes? — pregunto cuando siento que para el auto, en medio de la carretera, siendo de madrugada y no es que tenga miedo pero tampoco tengo que ir por la vida buscando el peligro.

Teniente.

AUSTIN: Con mucho respeto te he metido la lengua en más de una ocasión en esta noche, creo que Austin está bien — le hablo viendo lo roja que se pone y riéndome cuando me mira mal estacionandome cerca a la playa.

¿Me acompañas? — pregunto sintiendo el olor y la brisa del mar, la vergüenza en la cara y la emoción en el corazón que no deja de latir.

¿No tienes frío? — veo como la camisa se le pega a los músculos perfectos que tiene y definitivamente no hay frío.

AUSTIN: Para nada, soy de sangre caliente — respondo con picardía viendo que se ríe y se mueve para bajar pero corro rápido al otro lado de la puerta para abrirla yo mismo para ella.

: Paloma se ríe y se arregla el cabello mientras caminamos hasta llegar a la playa, son aproximadamente las 5 de la mañana y la brisa en realidad si hace que se sienta el frío pero al mismo tiempo hay un calor especial en mi desde que la conocí, ambos nos miramos y reímos sin decir nada y juro que no es incómodo, me siento como un adolescente y la invitó a sentarse en la arena al igual que yo:

Si tuvieras que describir en una sola palabra está situación, ¿Cómo lo harías?

PALOMA: Extraño — respondo con sinceridad viendo su confusión y empiezo a creer que la falta de cariño paternal me ha pasado factura pues las actitudes de Austin me hacen sentir el ser más importante del mundo.

No lo digo de mala manera, es que a decir verdad, yo siempre he tenido la atención sobre mi, pero no como tú.

AUSTIN: ¿Como yo?

PALOMA: Mis ojos — respondo con pesar

Cuando era pequeña, los niños no querían jugar conmigo porque decían que era rara, que mis ojos eran extraños, mi abuela decía que era un demonio, una maldición, que nadie me iba a querer por fea, el novio que tuve me escondía cada vez que alguien le preguntaba por mi, nadie me ha mirado como te miran a ti, y nadie me ha mirado como tú me miras porque soy...

AUSTIN: Hermosa — le digo jalandola hacia mi

Inusual, porque nunca podrías ser común — sobo sus mejillas

Un ángel que salió del fuego salvando a sus semejantes — veo lágrimas en sus ojos

Una bendición que me acelera el corazón

: La beso sintiendo que me desespera que la hayan tratado tan mal toda la vida, ninguna mujer de mi familia ha sido nunca mal tratada por los hombres de la misma y eso es lomqie me enseñaron, no solo a respetar a las personas si no también a admirar lo que vale la pena y es lo que hago, el instinto no solo de mirar si no también de tocar se apodera de mi y la beso con tanta euforia emocionante porque me responde igual, por un segundo me dice que no vaya tan rápido y respiro hondo respetando lo que dice pero el valle de sus pechos no me deja pensar mucho y me lanzó nuevamente a sus labios y su cuello haciendo que me reciba enredando las manos en mi cabello y dejando que me ponga en medio de ella para jadear cuando el calor se apodera de nosotros y la timidez va quedando de lado, mis manos pasan por sus piernas largas sobando la carne y mi boca se reparte entre sus labios y su agitación que me pone al cien..

La brasileña que me dice que que vaya más lento es la misma que me mira con sus bellezas en la cara haciendo que me abra la camisa y apoye los codos en la arena cuando se arquea sintiendo que la entrepierna crece en su punto exacto haciéndolo mujer:

¡Joder!

PALOMA: Austin

: Jadeo en lugar de detenerlo pero no puedo, esto me gusta demasiado y pensar que le tenía miedo a intimar con cualquiera es algo que no me deja pensar, no soy virgen pero tampoco estoy buscando calentarme con nadie, no lo he buscado pero estoy aquí hirviendo porque este hombre es un pecado, su armoniosa personalidad es tan parecida a la efusividad con la cual me besa, me toca y quiero seguir sintiendo, yo misma le ofrezco mi clavícula para que la chupe como lo hace y tocó su abdomen perfecto sintiendo la cicatriz que tiene cerca al ombligo y ni siquiera eso le quita lo perfecto

Me aferro a su espalda abriendo más las piernas mientras Austin deja besos delicados en mis pechos y se abre la bragueta haciéndome regresar a la realidad cuando eso y el sol se pone sobre nosotros dándonos cuenta que estamos llenos de arena, la brisa del mar nos ha mojado un poquito y un amanecer precioso se cierne sobre nosotros haciendo que nuestros ojos conecten de inmediato y ni siquiera siento vergüenza:

Austin

AUSTIN: No haré nada que tú no quieras lo prometo — jadeo con el corazón a mil y la sangre en la entrepierna que me hace doler un tanto pero lo repetiría mil veces.

Paloma — le digo viendo cómo se acomoda el brasier

Mírame

PALOMA: Nunca había visto el amanecer — confieso absorta a la forma en la que el sol se pone sobre el mar sintiéndome en las nubes cuando me levanto y me rodea con sus brazos aspirando mi olor y quitando la arena que tengo en las piernas.

Dime que esto es real por favor, por favor

AUSTIN: Tan real como este amanecer, el tuyo y el mío

Nuestro amanecer — la abrazo respirando paz, tranquilidad, emoción y pasión cuando apoya su nuca en mi espalda y mis brazos la rodean mirando lo bello de la naturaleza.

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Martes: MARATÓN SEGUIDO DE "EN LOS OJOS DE TU CRUEL AMOR"

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