TODO O NADA II

PALOMA: ¡Dios mío!

: Haber nacido en esta tierra preciosa y nunca haber tenido el privilegio de ver está maravilla es algo que definitivamente me hace llorar en silencio, pero riendo al mismo tiempo, ahora comprendo por qué el carnaval es considerado una maravilla del matrimonio, corazón y sangre de mi amado Brasil porque la creatividad, la fiesta, el amor del pueblo, la alegría y la felicidad se respiran aquí entre tanta gente, sus carrozas llenas de maravillas representando sus creencias, sus anhelos y sus gustos:

Lo veo y no lo creo

AUSTIN: Lo sé, es de otro mundo. Me siento muy orgulloso de tener raíces sudamericanas y saber que esto también es parte de mí — aparezco de la nada ofreciéndole mi pañuelo que seca sus lágrimas haciéndome ver la maravilla que tengo del carnaval y sus ojos iluminados por todo.

Es hermoso

PALOMA: No me podría disculpar por llorar al ver esta belleza, nunca había visto algo tan hermoso como esto — hablo y es como si flotara, no me importa nada.

No he visto a Dios nunca, muchas veces en mi infancia por eso mismo y lo que me pasaba decía que no existía, que si no me cuidaba era por qué no existía y yo no quería rezar, la bofetada de mi vida ha vuelto a llegar, la primera vez cuando me salvaron de ser vendida como carne virgen y la segundo aquí, frente a esta belleza — veo con atención la imagen hermosa que tengo al frente.

Dios es grande, me saco de ahí, viví mucho tiempo en la calle, pero nunca me pasó nada más, robé para comer y nunca me atraparon, ¿sabes porque?

AUSTIN: ¿Eras muy buena escapando? — pregunto sin poder creer como se está abriendo de la nada pero agradecido por eso.

PALOMA: Encontraba gente que me dejaba escapar — admito.

Esto es una belleza teniente y soy muy privilegiada de verlo, ahora dígame por favor ¿Quién quiere ser capaz de arruinar esto?

AUSTIN: Creo que yo

: Me armo de valor para decirle que no hay misión, que no hay infiltrados y que lo único que quería era verla fuera del trabajo, que quería saber más de ella y sus ojos me hacen saber que he hecho algo muy malo y al mismo tiempo bueno.

Definitivamente no soy Evans, no tengo hielo en la sangre y hasta me da vergüenza la mirada de Paloma, estoy haciendo el ridículo pero gracias al cielo una mujer de ébano recorre el carnaval bailando y jala a la sargento que no tiene idea de cómo moverse y eso no puede ser, yo mismo me saco los zapatos y empiezo a danzar zamba con la bailarina que brilla con plumas y lentejuelas haciendo que la sonrisa de Paloma se haga gigante porque no soy un experto, mi tamaño hasta me hace ver ridículo, pero aun así ella misma se anima a moverse haciendo que se me caiga la baba, ese cuerpo se ve más hermoso de lo que siempre he notado, ella es alta aunque no más que yo, su piel es blanca y bien cuidada mientras que ese vestido le hace justicia a las piernas largas y bien torneadas, una cintura muy fina y pechos generosos mientas que su rostro es otra cosa, labios carnosos, nariz perfilada, cabello castaño que hace un contraste maravilloso para lo que más me gusta de ella, sus ojos el celeste intenso que tiene en el izquierdo y el marrón claro del derecho es algo que a nadie se le podría ver tan bien como ella y acompañada de esa sonrisa me preguntó en qué momento deje de bailar para ver cómo la suben con cuidado a una de las carrozas preciosas que completan el desfile y hago lo mismo siendo de la nada invitados de honor yendo en la parte principal de esta locura y afortunadamente logré ponerme los zapatos:

Lo siento — me disculpo por haber mentido.

PALOMA: Ha sido la mejor mentira de mi vida — confieso feliz y emocionada como nunca lo he estado, Austin me mira como tantas veces lo ha hecho haciendo que sienta todas las clases de mariposas en el estómago, me rehusó, realmente me he rehusado a caer en tentaciones e ilusiones, pero este hombre no me lo está dejando nada fácil menos cuando de una otra manera así sea a las patadas me está enseñando un mundo que nunca pensé ver.

Es un mentiroso teniente

AUSTIN: Uno con pantalones, uno que va a todo o nada

: Le digo aprovechando la euforia del momento, el bullicio alegre de todo y sus ojos de los que se avergüenza mirándome con atención, desviando la mirada entre los míos y mis labios haciendo que no aguante más, me apego a ella no siendo exactamente delicado sino teniendo en cuenta las palabras de mi mellizo, arreglo los mechones del cabello de Paloma que vuelan por la brisa que hay y la miro perdido besando sus labios con hambre y rapidez, probando y experimentando una urgencia que jamás había sentido con nadie, sorprendiendo a la brasileña que por unos segundos se queda congelada y debería detenerme, no puedo tomar lo que yo quiera, sin embargo, sus brazos rodeando con nerviosismo mi cuello me da la luz verde que yo mismo he creado y me apoderó de su cintura y sus labios con delicadeza, con paciencia, con ganas que van subiendo y su respuesta va siendo la misma cuando succiono sus labios sintiendo calor tanto en la piel como en el pecho:

Eres preciosa — le digo separados por un poco de aire mientras me mira con los ojos cristalizados.

PALOMA: ¿Por qué? ¿Por qué eres demasiado guapo y nadie puede decirte que no? — me arrepiento enseguida de mi pregunta, pero ya está hecha y solo siento que me toma de la cara riéndose de forma linda pero segura.

Yo

AUSTIN: Admito que estos no son mis métodos, no suelo ser dominante ni aprovecharme de mi cargo para lograr nada más que ganar en el campo de batalla, pero si me preguntas por qué.

Es porque me gustas, y se que no te soy indiferente — la vuelvo a besar con más ganas y su sonrisa y nuestra sorpresa al escuchar los fuegos artificiales que iluminan el cielo nos dice que esto no está nada mal.

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