El destino es inesperado

Es de madrugada y el teléfono de Stefano suena insistentemente. Por la configuración del tono, sabe que es uno de sus tres amigos, quizás Sander, que se arrepintió de salir de viaje o necesita recomendarle a su pequeña Hechicera por milésima vez.

Sí, Mil y el Exdelantero están cumpliendo 15 años de casados. Los mellizos están estudiando en la universidad de Oxford. Con lo celoso y sobreprotector que es el esposo de la Mulata, compró una casa muy cerca para que sus hijos vivieran allí, pero Trebor no se quedó atrás, hizo lo mismo.

Stefano sale sigilosamente de la recámara, no quiere despertar a su esposa.

Al mirar la pantalla, observa que es Trebor, le parece muy extraño y siente una inmensa angustia en su pecho. Él no es de llamar a esas horas. 

📱—Aló. 

📱—Hola, Sander… —Se escucha la voz entrecortada y al oir el nombre de su camarada del alma, se llena de pánico, las manos le comienzan a temblar. El hombre de los números, va en la parte trasera de su automóvil, junto a su esposa.

📱—¿Trebor, qué pasa? ¡Hombre, me estás asustando!

📱—Stefano, mi hermano y Milagros están muertos —a Trebor le cuesta retener el llanto para poder hablar. Nunca por su mente pasó el hecho de que Sander dejará de existir. Recuerda que sus padres murieron hace unos años en el terremoto de Japón y ahora esto.

📱—¿Qué estás diciendo? — pregunta el exguardameta. Mientras siente cómo sus ojos se empapan y la respiración se le acelera.

📱—Tuvieron un accidente, un camión que venía del otro lado se quedó sin frenos y los embistió, haciéndolos rodar montaña abajo — se escucha solo el llanto y un silencio sepulcral, luego concluye —El carro explotó —los sollozos de ambos lados de la línea se escuchan.

📱—Trebor, ¡dime, qué es una broma de mal gusto! —exclama Stefano, tomando aire, respirando profundamente y conteniendo el dolor de su pecho para volver a hablar, aunque su voz se quiebra. —Por favor, dime, qué no es cierto.

📱—Es lo que más desearía en este mundo, aún me niego a pensar que mi hermano ha muerto — Leidy lo mantiene abrazado, tratando de brindarle consuelo. Sus ojos también están llenos de lágrimas, su cuñado y su mejor amiga han fallecido intempestivamente. El hombre de las finanzas retoma la conversación. — La policía me llamó, las placas del automóvil son las de Milagros. Voy hacia el lugar del accidente. Traté de comunicarme con Kevin y Mar y no fue posible. Necesito que me ayudes a bloquear la salida de la noticia. Los chicos no se pueden enterar por los medios.

📱—Ya me dirijo a casa de Kevin y voy por los muchachos — Termina la llamada y se desmorona. Su amigo, su hermano, su compañero, se ha ido. 

—Amor, ¿qué pasó? ¿Por qué estás así? — pregunta Soledad, que lo escucha sollozar. Él la toma entre los brazos, tratando de calmarse; sabe que esto será doloroso. 

—Mil y Sander murieron—, lo dice en medio del llanto. Ella mueve su cabeza en señal de negación. Mientras sus ojos se cristalizan y las lágrimas lavan su rostro.

—Eso no es cierto, hace unas horas hablé con Mil, estaba muy feliz.

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Inicio Flashback

Se encuentran en el restaurante para almorzar La Mulata y la Rubia, se saludan de beso en la mejilla y se sientan a la mesa, ordenan y comienzan a platicar. 

—Mil, ¡qué hermosa estás! —exclama la mujer de Acero. Mientras ella sonríe, se siente muy feliz el día de hoy.

—Sol, gracias por los halagos y por la moral, pero mira la pata de gallo que tengo alrededor de los ojos —le señala la Mulata con las manos.

—¡Ay, amiga! ¿Cuántas mujeres desearían tener ese rostro, ese cuerpazo y ese marido, que tienes?

— Gracias, por tus palabras me haces sentir como toda una reina. Y no te puedo negar que mi esposo es el mejor y lo amo.

—Mil, me alegra que todo esté bien, pero no me has contado ese atuendo tan sexy.  ¿Lo piensas matar de un infarto? — Milagros está vistiendo un vestido verde esmeralda corto y ceñido a su cuerpo, con transparencia y flequillos, el cual permite apreciar sus curvas. 

—Sí, quiero seducirlo esta noche, que se olvide un poco de los mellizos. Él aún no acepta que nuestros retoños han crecido y necesitan su espacio. Cada vez que salimos a ver los viñedos, llama a Hannah 10 veces al día, es peor que un novio celoso y ella le sigue la corriente. A veces me provoca ahorcarlo. 

—¡Ay, Dios! Dímelo a mí. Eylin solo salió de excursión del colegio para Arabia y si vieras todo lo que tuvimos que hacer para que su padre la dejara ir.  El pobre Cristopher, como siempre, resultó incluido.

—¡Qué bueno! Con la Francesa hablé hace una hora, me contó que compraron el edificio donde vivirán en América para poder llegar y estar al pendiente de los chicos.

—Así es tú que te quejas de Sander, Mar y Stefano, son peores solo que lo hacen con disimulo. Pero sabes que mi hija aún es muy chica, por lo tanto, nos iremos por algunos años a Estados Unidos para estar cerca. Dejaré la presidencia en manos de Kevin.

—¡Oh por Dios! Amiga, esa sí que no me la esperaba —Mil abre sus ojos dejando ver el asombro. Soledad Massin, alejada del Club Deportivo Manches.

—Mil, papá, lo dijo en su lecho de muerte; lo primero es la familia, lo demás va y viene. Para mí, mi hija y mi esposo son lo más importante.

—Te entiendo. Eylin, está experimentando su época de rebeldía, pero de corazón te digo que me alegra la decisión que tomaron de estar cerca de ella. Aunque te voy a extrañar.  — Dice la Hechicera mientras se acerca y la abraza.

—Amiga, vamos a estar viniendo o ustedes nos estarán visitando. Además, el ser una desempleada más me permitirá retomar mi vida social. —Las dos mujeres ríen.

—Te dejo, tengo una cita que cumplir con el hombre más guapo del planeta.

—¿Desde cuándo sales con mi esposo? Porque él se lleva los honores. —Escucha a la Rubia y sonríe, negando con su cabeza.

—Hoy no entraré en esa controversia porque siento que soy la mujer más feliz y enamorada que existe en el universo, que hasta me da miedo de tanta dicha — Soledad levanta una de sus cejas mirando a los ojos a la Mulata.  — Recuerda, si algo me pasa, debes cuidar de mis bebés.

—Deja de decir bobadas y ve por tu hombre.

Fin flashback.

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—Amor, por favor. Llama al jefe de seguridad que bloquee la emisión de la noticia. Voy a cambiarme para hablar con Kevin y Mar. –Toma aire y realiza su mayor esfuerzo, en su cabeza solo están los hijos de sus amigos, quienes son los que ahora los necesitan. ¡La vida los golpea!

—Yo te acompaño, solo es pasar la acera — él asiente. —Ya le envié un mensaje a Víctor y respondió afirmativamente. — Se dirigen a la habitación, se visten con lo primero que encuentran y salen rápidamente a la casa de Kevin, que queda al frente. Su esposa lo toma de la mano y solloza, se siente en medio de una burbuja irreal. 

Kevin, al escuchar el timbre de la casa, se levanta junto a la Francesa, muy asustados. A esa hora no es normal que alguien llame. Toma su teléfono para revisar las cámaras de la puerta, y en ese instante se da cuenta de que se quedó sin batería. Por lo tanto, se dirige directamente a la entrada con angustia en el corazón. Piensa en algo que les haya podido suceder a los chicos, pero eso no es posible. Hace una hora, su esposa habló con su hijo.

Al abrir el portón, observa el rostro de Stefano afligido, quien se acerca y lo abraza.

—Sander, ya no está, se nos adelantó —le susurra entre gimoteos. Su hermano siente que se asfixia y palidece, necesita sentarse. Stefano lo sostiene y lo lleva al sofá, para que se siente, mientras él toma su rostro con las dos manos.

—¡NO! ¡ESO NO PUEDE SER!!! — Mar que venía detrás emite un fuerte grito de dolor. Soledad se acerca y la abraza, ella también está igual de conmocionada. Solo intenta mantener la calma.

—No entiendo, yo hablé con él esta tarde.

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El exdelantero llega a la oficina de su excompañero.

—Hola, Sander.

—Hola, Kevin — se saludan con un fuerte apretón de manos.

—¿Los conseguiste? —pregunta ansioso el exdelantero.

—Si mira, aquí tienes los pasajes del crucero por el Caribe —se los enseña el vicepresidente del Manches y los ojos de su amigo brillan.

—Gracias, amigo. Mi Mulata siempre ha deseado ese crucero y lo hemos pospuesto desde nuestra boda, los niños pequeños, luego que el colegio, la fundación, el Club, siempre una y otra excusa. 

—Pero lo vas a cumplir, eso es lo importante, que vas a tener esa segunda luna de miel, soñada. —Él asiente. Lo observa feliz, para ir a ese viaje se debe reservar con dos años de antelación. 

—Gracias, al cielo lo voy a poder lograr, me asusta morirme y no cumplir con la promesa. Sander sale con unas cosas.

—Pero de qué hablas, hombre, ni porque fueras un viejo, solo tienes 46 años, estás en la plena infancia de la vida —le dice Kevin haciéndolo sonreír.

—¡Ja, ja, ja! —Se carcajea. —No cambias, pero sabes que la muerte nos sorprende, ya lo vivimos. Si llegase a pasarme algo, no olvides a mis hijos, no los desampares. —Asiente —sabes que ¡EL DESTINO ES INESPERADO !Y ¡JUEGA CON NOSOTROS!

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