Capítulo 10

De camino a la escuela me pongo los auriculares, ignorando la cháchara de Simon y Fernando, su escuela está de camino a la escuela de Jhony, es decir, "nuestra escuela".

Los minutos pasan rápido mientras admiro el paisaje del camino, las nubes en el infinito cielo azul, los pájaros volando y la gente a ambos lados ocupada con sus cosas.

Vuelvo al mundo real cuando veo a Simon y Fernando bajar del coche.

Mia- ¡Adiós chicos, que tengáis buena clase!

Fernando- ¡Adiós Mi, hasta luego!

Simon- Adiós Mi, hasta luego, ¡que tengas buena clase!

Dice Simon cerrando la puerta y alejándose del coche.

Diana- ¡Próxima parada Le Rosey!

Dice ella en un intento de romper el silencio palpable que se había instalado en ese momento.

Jhony- Sí mamá, ¡vamos allá!

Dice con poco ánimo.

Mia- ¿Estás bien?

Jhony- Lo estoy, ¡sólo quería quedarme en casa!

Me hace reír, lo que le hace sonreír también.

LLEGAMOS:

Al salir del coche me encuentro con una inmensidad de escuela, cada lugar donde mis ojos van, se encanta, la escuela es gigantesca, alumnos conversando, otros jugando con pelotas e incluso otros besándose, ¿PERO QUÉ?

Jhony- ¡Ven, te enseño nuestra clase!

Dice cogiéndome de la mano y tirando de mí lentamente.

Percibo algunas miradas hacia mí, pero decido ignorarlas todas.

Mis ojos se detienen cuando ven un aula enorme, con libros, adornos y muchas sillas y mesas.

Mia- ¡Guau!

Jhony- ¿Te gusta? Es muy chula, ¿verdad?

Mia- ¿Chula? ¡Esto es magnífico!

Sonríe y acto seguido se sienta en una silla del segundo pasillo.

Jhony- ¡Ven, siéntate aquí a mi lado!

Dice ofreciendo la silla que hay junto a la suya.

Mia- Vale, ¡gracias!

Y de repente, al sonar el timbre, TODAS las sillas están ocupadas. Y entra un profesor alto y rubio.

Profesor- ¡Buenos días queridos alumnos y alumnas!

La clase responde al unísono "¡BUENOS DÍAS!".

Me mira a mí y a Jhony.

Profesor- Ah, ¡veo que tenemos una nueva alumna!

Dice señalándome, haciendo que todos me miren, lo que me deja en shock y súper nerviosa, pero él consigue empeorar la situación.

Profesor- ¿Puedes ponerte de pie y presentarte?

Me quedo callada unos segundos pensando si debo o no levantarme, pero llego a la conclusión de que sería una descortesía por mi parte no hacerlo.

Me levanto lentamente y con la cabeza gacha digo.

Mia- H-hola, m-me llamo Milena.

Profesor- Está bien Milena, ¡no tienes que ponerte nerviosa! Estamos en familia, ¿puedes decirnos por qué has venido aquí a mitad de curso? ¿Tu familia se ha mudado recientemente?

Sus palabras me hacen tener un detonante, y todo vuelve a mi cabeza otra vez, no puedo decir ni una palabra, mis ojos están llorosos y mi cabeza aún más baja, siento consuelo cuando Jhony se levanta para salvarme.

Jhony- ¡Vive en mi casa, profesor!

Dice rompiendo el hielo, pero creando caras confusas y curiosas.

Profesor- Ah, ¿de verdad? ¡Entonces está bien! Veo que está en buenas manos, puedes sentarte Milena, ¡muchas gracias por la amabilidad de decir tu nombre!

Dice con simpatía y dando comienzo a la clase.

Pasaron muchas clases, traté de anotarlo todo, pero mi cabeza se quedó fija en lo que preguntó. Di gracias al cielo cuando llegó la hora del recreo.