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Al sonar la campana final en la escuela, el habitual bullicio de los estudiantes llenó el ambiente. Lucas, junto a las gemelas Luna y Selena, salía del edificio escolar. La tarde prometía juegos y risas, pero esos planes se desvanecieron con la aparición de Angelo, el tío de Lucas.

Ángelo, un hombre de estatura imponente y mirada penetrante, se paró frente a ellos.

 -Lucas, tenemos que hablar - dijo con una voz que llevaba un tono de respeto y seriedad.

Las gemelas, conocidas por su cabello rubio brillante y sus vestidos elegantes, se detuvieron en seco. A pesar de su juventud, había una madurez innata en su postura, reflejo de las circunstancias que habían enfrentado desde pequeñas. Luna, con su cabello suelto y un vestido azul celeste, se adelantó

-¿Pasa algo malo, señor Ángelo?-

Angelo, cuya mirada aún estaba fija en Lucas, contestó con brevedad, -Es un asunto familiar.-

Lucas, que mostraba un profundo respeto por Angelo, respondió con un gesto de cabeza. -Entendido, tío. Chicas, nos vemos mañana.-

Selena, con su vestido de tonos pasteles y ojos que reflejaban la calidez del atardecer, le ofreció una sonrisa reconfortante a Lucas.

-Si necesitas ayuda, sabes cómo encontrarnos,- dijo con firmeza, mostrando su inquebrantable apoyo.

Angelo observó la interacción con un interés peculiar. Las gemelas tenían una apariencia que le recordaba a alguien del pasado, en especial esos ojos dorados y misteriosos que tanto se parecían a los de su madre.

-Lucas, vamos,- dijo finalmente, su voz llevando un matiz de urgencia.

Mientras se alejaban, Lucas miró de reojo a Angelo, evaluando su expresión seria. Aunque a veces le resultaba difícil entender las motivaciones de su tío, había un respeto arraigado hacia él, forjado por años de convivencia.

Las gemelas, observando la escena desde la distancia, intercambiaron una mirada de preocupación. A pesar de su juventud, tenían una percepción aguda sobre las personas, y Angelo les parecía alguien con múltiples capas, algunas de las cuales eran difíciles de descifrar.

Angelo caminaba con paso firme, cada paso resonando con autoridad. Lucas lo seguía, manteniendo un aire de calma. Había aprendido a manejar las emociones que su tío provocaba en él, manteniendo una fachada de tranquilidad.

-Lucas, necesitamos hablar sobre tu futuro. Es hora de que empieces a tomar decisiones serias,- dijo Angelo, su tono era de alguien que estaba acostumbrado a ser escuchado y obedecido.

Lucas asintió, su mente se preguntaba sobre el interés repentino de Angelo en su vida. Sabía que su tío era un hombre de pocos amigos, pero que guardaba un profundo respeto por la familia, y eso incluía a él.

Mientras tanto, las gemelas, con una mirada última hacia donde se habían ido Lucas y Angelo, decidieron que mantendrían una vigilancia discreta. No iban a permitir que su amigo enfrentara solo lo que sea que Angelo tenía planeado. Su lealtad hacia Lucas era tan fuerte como su curiosidad sobre el enigmático Angelo, cuya presencia traía consigo más preguntas que respuestas.

En el silencio del auto, Angelo reflexionaba sobre su relación con Enzo y la forma en que había afectado a Lucas.

 Había una sombra de tristeza en su rostro cuando habló de nuevo, con un tono de voz más bajo.

-Sabes, Lucas, desde la muerte de Lucia, muchas cosas cambiaron. Enzo... él dejó de ser el hombre que era. Y eso me ha decepcionado profundamente,- dijo Angelo, su mirada perdida en algún punto lejano.

Lucas escuchaba atentamente, sabiendo que las palabras de Angelo revelaban verdades dolorosas sobre su familia.

-Cuando tu madre nos dejó, Enzo se derrumbó. Ya no era el hermano que yo conocía. Se volvió distante, frío, y en ciertos aspectos, peligroso. Y cuando vi cómo te trataba, supe que tenía que intervenir,- continuó Angelo con un suspiro. -Tuve que alejarte de él, aunque fuera tu padre biológico. No podía permitir que crecieras en ese ambiente, el se debilitó y dejó de ser la mano derecha que yo conocía y apreciaba.

Lucas asintió. Sabía que Angelo había sido su salvador en muchos sentidos, rescatándolo de un padre que nunca lo había querido realmente.

-Nunca lo vi como un padre, ni lo respeto como tal,- dijo Lucas, su voz teñida de resentimiento.

-Eso lo entiendo,- respondió Angelo, -y no te culpo. A veces, me pregunto si hice lo correcto al mantenerte tan cerca de nuestra... línea de trabajo. Pero quería protegerte, darte una vida mejor, una vida que Enzo no podría ofrecerte con un estado mental tan malo.

El aire en el coche se sentía pesado con emociones no dichas y decisiones difíciles.

 -Y ahora, te pido que consideres ser mi sucesor. Pero comprendo tus dudas. No es una vida fácil, y no es una decisión que debas tomar a la ligera, pero no temgo hijos y tampoco eh encntrado a la mujer indicada - añadió Angelo.

Lucas miró por la ventana, sintiendo el peso del legado de su familia, y la complejidad de sus relaciones dentro de ella.

-Lo pensaré, tío. Pero no puedo prometer nada. No estoy seguro de qué camino es el correcto para mí,- dijo, su voz llena de incertidumbre.

-Y eso está bien,- dijo Angelo, apoyándolo. -Tómate tu tiempo. Y recuerda, pase lo que pase, siempre estaré aquí para ti. Eres mi familia, Lucas, y eso es lo más importante.-

El resto del viaje a casa transcurrió en un silencio reflexivo, con cada uno sumergido en sus propios pensamientos sobre el futuro, la familia, y los lazos que los unían.

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Comments

Gilda Herrera

Gilda Herrera

Así es ya apareció el padre de las gemelas y es el tío Angelo ojalá pronto descubra q dys gemelas son sus hijas

2025-03-21

2

Edith Jimenez

Edith Jimenez

es duro tener un padre que no te demuestra su amor

2025-03-28

0

Cinzia Cantú

Cinzia Cantú

Angelo es el padre de las niñas

2025-03-24

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