Lydia ...

Nuestros protagonistas están en 2 continentes diferentes, pero de igual manera, estaban con sus corazones conectados. Ellos no pierden esa conexión, pero Lydia está por hacer de la vida de Max un picadillo.

Lydia:

Cómo ya todos saben mi nombre es Lydia, Lydia de Boyle. Mi padre es Vizconde de la corte real y mi madre... Que puedo decir de ella. Sólo ha servido para traerme al mundo. Del resto es una idiota moralista que acusa a mi papá de ser un hombre abusivo. Para mí él NO lo es. Ella dice eso porque pues obviamente cuando no sirve para nada más que para ser la cara bonita de la familia Boyle mi papi la castiga. Nadie excepto todos los que vivimos en esa casa, lo sabe.

He sido una consentida desde que salí de la barriga de mi inútil madre, así que lo que le pase a ella debe ser porque se lo merece y poco o nada me interesa. Respecto a mi prometido, a Maximilian Edwards, lo vi desde la universidad. Es tan hermoso, tan elegante, está hecho un bombón. Fue el único de su fraternidad al que no me devoré y no porque no quisiera, sino porque el bastardo no quería nada conmigo. Estuve detrás de él en varias ocasiones, pero cuando me acercaba parecía que tenía la peste. Por esa razón le dije a mi papi que cuando debiese casarme, tenía que ser con él. Ese cretino no me va a dejar con las ganas de darme una buena revolcada y aún peor, va a tener que quedarse conmigo hasta que me de un hijo. Así sea a las malas lo tendrá que hacer.

Sé que tenía una noviecita por la que estaba perdidamente enamorado y se que probablemente todavía lo está. Y ojalá y esa maldita no pretenda interponerse en lo que YO quiero, porque terminará incluida en el negocio de mi papá. Si, mi papá está metido en una mafia que trafica mujeres y las vende como esclavas sexuales. Ya me ha tocado enviar a un par de mujeres que se han metido conmigo. Ese ha sido su peor error. Con Lydia de Boyle nadie se mete y pasa ilesa para contar su hazaña. Así que ojalá y esa mujercita no aparezca porque no me temblara el pulso para enviarla a que viva en el peor de los infiernos.

Tengo a Maximilian cogido por las pelotas porque el sabe que para su papá es extremadamente importante seguir manteniendo un estatus dentro de la sociedad inglesa. Así que no le queda de otra que casarse conmigo. Siempre se hará MI voluntad. Se debe hacer lo que yo quiera y como yo lo quiera. Siempre ha sido así y no va a cambiar ahora simplemente porque él está enamorado de quién sabe que perra será. Esta vez deberá acostarse conmigo. No le permitiré que me siga haciendo mil maromas para evitarlo. Él piensa que no me he dado cuenta, las fotos de GQ salieron hermosas, pero esa cara de infelicidad me tiene todavía molesta por la cara de culo con la que salió, pero a la vez me tiene feliz. Soy para el mundo entero la mujer que tiene el corazón de Maximilian Edwards

Si la ex mujercita revisa las redes sociales, pues verá que yo vivo publicando fotos de cuando por las malas tiene que ir por mí, o cuando lo agarro desprevenido. Mis amigas me dicen que el no se ve feliz, pero en realidad NO ME IMPORTA. Él va a ser MÍO a como de lugar. Ya tengo conmigo una droga afrodisíaca que pienso poner en su bebida porque obviamente no me voy a casar sin darle una probadita primero. Aunque se la llegué a ver un par de veces cuando a otras mujeres no les corría. (Si, sí... Lo espié y de verdad que esa imagen no ha salido de mi cabeza.) Y tiene un tamaño que me hace agua la boca.

Debo admitir que cuando regreso a Londres, pues sigo teniendo a mis amigos de cama. Me acuesto con cuántos hombres me dé mi regalada gana. Así que aparte de hacerlo mi esposo también lo haré un cuernudo. Porque NO pienso ser fiel a un solo hombre... Y si no le gusta, que intente entonces divorciarse de mi para que vea el infierno por el que lo haré pasar...

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Maximilian...

Al día siguiente de mi cumpleaños, me levanto aún con mi regalo y mi carta entre mis manos. Me siento feliz. Me levanto por primera vez en mucho tiempo relajado, cantando, dichoso, de buen humor. Desayuné unas uvas y un queso que tenía en mi refrigerador y recordé el "desayuno" que hicimos mi bebé y yo en la cabaña. Quesos y uvas. El día promete estar bueno para mí. Tomo mi regalo de cumpleaños y guardo la carta en la caja fuerte como una de mis más valiosas posesiones. Y el barco lo pondré sobre el escritorio. Eso me motivará día a día a seguir manteniendo esta mentira con esperanza de que apenas termine toda esta estupidez, seré libre de poder casarme con la mujer de mi vida. Me subí al auto y como si el universo quisiese darme un buen día, no hay casi tránsito, escucho la playlist que me dejó hecha mi bebé, y llego a la empresa con una sonrisa que en más de un año no había tenido. Subí del mejor ánimo que uno podría tener.

En mi escritorio justo al lado de mis pantallas lo coloco. Lo mandé a pegar en el centro del mismo. Les pedí me avisen cuando esté listo. 25 minutos después, estaba listo. Comencé a trabajar y cada tanto miraba el barco. Mi mente comenzó a maquinar. Cuando salga de todo este enredo, voy a cumplir mis sueños. Mi naviera y hacer mi esposa a mi bebé... Mis más grandes anhelos y deseos. Porque a tu lado estoy completo mi amor. -Pensé y sonreí- El día pasó en un cerrar y abrir de ojos.

Salí de la oficina aún sonriente, iba de camino a casa de mis padres y cuando llego con la intensión de contarle a mi madre.. Mi amargadito llegaste... Y esa voz tan irritante, fué suficiente como para tumbar mi ánimo en 3 segundos. Mi madre me miró y comenzó a hacerme señas de que aguante. Y oficialmente señores, mis siguientes días serán nada más y nada mes que un verdadero infierno al lado de esta loca.

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