capítulo 4

Salgo de mi sollozo cuando escucho a Marco llorar así que voy rápidamente a la cuna y me doy cuenta que es hora de su comida por lo cual lo apoyo sobre mi pecho y bajo a la cocina como me indicó Maria para preparar su mamadera, noto que las empleadas del lugar me miran de mala manera pero las ignoro buscando las cosas de Marco mientras lo hamaco para que no llore con la otra mano intento preparar su comida pero se me complica y me reprocho no tener donde ponerlo.

Escucho que las empleadas dejan de hablar y me giro y lo veo que se aproxima a paso firme hacia mí, les exige al resto que se vayan y yo trago saliva pensando que hice mal para que me vea así!

-creo que tu madre me dejó un castigo en lugar de una ayuda

-porque dice eso señor?

-no sabes ni como preparar la comida de mi hijo!

-no es eso señor es que no quiero quemarlo y si tan solo tuviera donde ponerlo podría hacer su comida sin problema!

-así que según vos ese es el problema y no tu ineptitud?

Lo miro asombrada y algo molesta porque no me conoce para decir eso pero me da tanto miedo que me cayo la boca.

-Dame al bebé y hazle la leche pero para la próxima te organizas mejor!

solo muevo mi cabeza y le doy a Marco, noto como también es algo inexperto pero no digo nada.

-señor puedo saber cuando nació la bebé?

-porque?

-es que todavía tiene el cordón umbilical y se que no se lo puede bañar o tal vez si nose si eso cambio, no conozco mucho de bebés

-hace 4 días nació, y ya que no sabes de bebé haré que mañana venga el pediatra así te explica lo que necesitas y te sacas las dudas!

-gracias señor, la mamadera ya esta si es tan amable me lo daría así lo llevo a la habitación para darle de comer.

El asiente y me lo entrega para luego darle un beso en la cabeza, estamos tan cerca que mi corazón late muy fuerte creo que es por miedo pero mis mejillas se ponen rojas y creo que el lo nota porque se ríe y me hace seña para que me vaya.

Esa noche no la pasé nada bien, primero porque Marco no paro de llorar, lo dejaba en la cuna y a los 10 minutos lloraba y lo tenía que alzar, revise el pañal, le daba su mamadera pero seguí llorando y no sabía que hacer hasta que me acosté en la cama y lo dejé sobre mi pecho ya que eran las 6 de la mañana y no habíamos dormido y es ahí que logre que duerma.

Me despierta un golpe en la puerta y veo que se abre dejando entrar a Maria, la miro con asombro y ella me sonríe.

-que pasa Maria? que hora es?

-niña son las 8 de la mañana el señor mando a que le ordene bajar a desayunar

-gracias Maria pero lo haré más tarde

-niña no es una sugerencia es una orden, el la espera en media hora en el comedor!

-comedor? pero porque? no comprendo

-solo dijo eso así que apúrate y báñate mientras vigilo al bebé

Sin más seguí su orden y lo hice en menos de 10 minutos, cuando salí Maria estaba sorprendida por mi rapidez y me mira confundida, or o cual le digo -es una costumbre si no me bañaba rápido era objeto de bromas en el internado- y noto su tristeza en la cara, por lo que le digo que no se preocupe que ya lo supere.

Mentira pero ver su cara de lastima me hace recordar todo lo que pase y no quiero duele demasiado.

Ya cambiada tomo a Marco en brazos y con el otro llevo el coche para bebé así lo acuesto porque no creo que sea bueno tenerlo siempre en brazos además que debo preparar su comida porque ya despertara.

voy bajando los últimos escalones cuando se me afloja la mano y el coche cae haciendo un ruido espantoso y que aparezca ante mi ese hombre que me intimida. Lo veo con su cara de disgusto que pienso me va a matar y solo digo

-lo siento era muy pesado y se me soltó

-de verdad que me pregunto que hacer con vos!

-tratare de tener más cuidado pero le juro que nunca dejare que nada le pase a Marco! se lo prometo

Él solo niega con la cabeza y se gira para ver a Germán que se ríe de la situación y yo me siento más avergonzada todavía. Por lo cual me agacho para abrir el coche pero el pasa por al lado de Luciano y lo hace por mi por lo cual le agradezco, pongo al bebé en el coche y pido permiso para ir a preparar la mamadera de Marco. El asiente pero me dice

- ve pero te quiero en la mesa para desayunar, tenemos que hablar del bebé

- si señor

Y huyo lo más rápido posible a la cocina. Me reprocho por mi torpeza, no lo hago a propósito siempre lo fui y más cuando me pongo nerviosa.

Y como para no estar nerviosa no es que sea estúpida cuando llegue vi gente armada, es hombre impone miedo y mamá huye de mi padre y abuelo mafioso por lo cual dejarme al cuidado de este hombre no hay que ser un genio para deducir que también es mafioso, y no debe ser cualquier mafioso y debe cuidarme de dos mafias aunque nose que tan grandes y poderosas sean.

Pero de igual modo puedo deducir que no debo molestarlo y ser lo más sumisa que pueda ya que si lo enojo nada le impide matarme y yo no podría hacer nada para evitarlo.

Estoy tan absorta en mis pensamientos que cuando Maria toca mi hombro pego un salto y sin querer me quemo la mano con el agua caliente para la mamadera, Maria se preocupa y quiere atenderme pero como se que Luciano me espera miento y le digo que estoy bien, termino la mamadera y tomo el coche de bebé para dirigirme al comedor.

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