Disculpas

—Solo el tiempo dirá si realmente tiene buenas intenciones con nuestra gente, viendo como no intervino en el castigo de mi hija, supongo que simplemente busca poder— reprochando, el hombre contestó

—Se equivoca de persona, es su hija la que cree tener el poder suficiente para intentar ser mi doncella y quizás más adelante intentar conquistar a su majestad— implacable con su voz firme y segura, respondió Sabrina

El duque no le quedó otra opción más que retirarse del lugar, ya que efectivamente su hija había actuado de mala manera. Sabrina solo hablo con honestidad, aunque viendo como la defiende el emperador, no tenía que preocuparse mucho.

La chica se dirigió al comedor, pues Alessandro la estaría esperando y sería de muy mala educación hacerle una grosería así. Afortunadamente no quedaba lejos de la sala de reuniones donde se habían reunido los ministros aquella mañana.

—Majestad lamento la tardanza— reverenciando a Alessandro, se disculpaba Sabrina

—Tiene que ser más considerada lady Sabrina, su majestad no tiene por qué esperar, en cualquier caso debería ser usted quien espere— a modo de regaño, Armand reprendía a Sabrina

—Mis disculpas su majestad, le aseguro que no se volverá a repetir— apenada, la chica seguía disculpándose

—Armand pide que traigan el desayuno y retírate, luego hablaré contigo— se podía ver la molestia en el rostro del emperador.

Al parecer no le agradó para nada que su mayordomo y secretario se haya tomado atribuciones que no le corresponden, dado que en no más de un día Sabrina se convertiría en la emperatriz, alguien que podrán mandar en todo el palacio, hacer y deshacer cuánto quiera.

—¿Estas bien?, él pagará por el atrevimiento que tuvo— preocupado, aclaró Alessandro

—Estoy bien majestad, con respecto a Armand no debe preocuparse, las adelante me encargaré yo misma de hacerle ver su error— con una ligera sonrisa, Sabrina trataba de calmar la situación

—Apenas ayer me hablaste informalmente, ¿acaso después de lo que hiciste perdiste tu confianza?— seguro y con una sonrisa pícara, el emperador indagó

—Anoche…, me disculpo por eso, no era mi intención hacerlo sentir mal o incomodarlo— con las mejillas rojas tenuemente, Sabrina habló

—No me incomodó para nada, para serte sincero, me quedé con ganas de más— tomando con su mano una de las mejillas de Sabrina, el emperador aclaró

La situación comenzaba a su ir de tono y el clima se volvió un poco caluroso, afortunadamente el desayuno llegó justo a tiempo para salvar a Sabrina

—Por cierto majestad, ¿cuántos guardias podré llevar el día de hoy?— ya probando bocado de sus alimentos, cuestionó la chica

—Serán diez de mis mejores hombres, además de tus dos doncellas, aunque no se quienes son— respondió el hombre

—Elegí a lady Sars y a lady Trent, hijas de un duque y un conde respectivamente, asumo que conoce a los padres de estas señoritas— explicando, Sabrina informó

—Estas en lo correcto, sin embargo debes saber que no soy del agrado del duque Sars, algún problema tuvo en su ducado y cuando pidió nuestra ayuda no teníamos los recursos para ayudar, así que estamos en malos términos— aseguró Alessandro

—Lo sé majestad, por esa razón fue que elegí a su hija, podré vigilar al enemigo si es que tengo a su gente cerca— sonriendo con malicia, Sabrina aclaró

—No se si temerte o agradecer tenerte de mi lado— tomando un sorbo de té, el emperador se preguntaba

—Majestad, no confíe en mí, siempre debe estar alerta para que yo no lo pueda sorprender con nada. Sabe que en realidad esto es un pacto por conveniencia mutua, debe tenerlo claro— consumiendo sus alimentos, Sabrina aclaraba el asunto

Las palabras de la joven, hicieron que el emperador entristeciera, ya que aún sabiendo lo de su trato, el esperaba que al menos pudieran llegar a llevarse como buenos amigos.

—Lo tengo claro señorita Sabrina, entonces la dejo, iré a preparar a sus guardias— levantándose de la mesa, el emperador se retiró del lugar

—«¿Por qué siento este vacío en mi interior?, este hombre causa más emociones en mi de las que puedo manejar»— suspirando, Sabrina se cuestionaba sobre su sentir, pues el cambio de actitud de Alessandro hacia ella, lo resintió.

Pasado un rato, Sabrina salió a la puerta principal y se encontró con exactamente diez guardias, aunque los que realmente quedaron impactados fueron aquellos hombres. Sabrina se había ido a cambiar de ropa y con el atuendo que pudo conseguir dejó ver su gran figura, ya que llevaba puesto un vestido muy sencillo, aunque realmente cómodo, éste dejaba ver sus grandes atributos superiores, era entallado de la parte de arriba y abajo estaba suelto, no era realmente largo y le permitía a la chica moverse con libertad. También traía el cabello recogido en su totalidad, algo que dejaba ver su cuello y rostro en su totalidad.

—Majestad, ¿sucede algo malo conmigo?— Sabrina se acercó a Alessandro y preguntó, pues todos se le quedaron viendo.

—No es nada en realidad, al parecer impactó a estos hombres con su belleza— con algo de celos, el emperador habló

—No es mi intención causar problemas, si a usted no le parece, iré a cambiar mi atuendo aunque no tengo de dónde elegir— nuevamente, Sabrina se disculpaba

—Es la mujer más hermosa que he visto, así que no cambie nada de lo que trae puesto. Vaya y haga lo que tenga que hacer, la estaré esperando a su regreso. La cita con la modista es por la tarde y también conocerá a su maestro de espada— informaba Alessandro.

La noticia sorprendió y llenó de felicidad a Sabrina que no dudó en saltar para abrazar al emperador y depositar un beso en su mejilla.

—Se lo agradezco mucho majestad— aún sin darse cuenta de su actuar, Sabrina habló

Pasados unos segundos, la chica se dio cuenta de lo que había hecho y se alejó del emperador, quién estaba en shock total, no podía creer que aquella joven hubiese saltado sobre él y lo más impactante fue que le diera un beso frente a varios de sus subordinados.

—Me disculpo majestad, yo en realidad me emocioné mas de lo que debería permitirme— agachando el rostro, Sabrina volvía a disculparse

—Si así serán los agradecimientos por lo que la haga feliz, haré que cada acto de mi parte logre esa emoción en usted—tomando a Sabrina de su barbilla, Alessandro se había acercado lo suficiente para decirle aquello

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Comments

Marina Robles

Marina Robles

Me encanta la actitud de Sabrina con el emperador

2024-04-14

2

Yadhira

Yadhira

😍

2024-03-31

1

Cruz Mejia

Cruz Mejia

cuantos años tiene Sabrina 🤔pues si que le gana la emoción 🤭

2024-03-26

1

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