Capitulo X Obsesión

 Sebastián

Hace once años mi familia y yo cometimos la vileza más grande hacia una pequeña inocente, mis padres me persuadieron de casarme con ella aun cuando yo amaba a otra, aquella niña quedó embarazada de mí, mis padres lo vieron como una oportunidad de llegar a obtener la fortuna Soler, ya no aguantaba más esa situación así que a mi madre se le ocurrió la brillante idea de hacer pasar por embarazada a mi novia y encerrar a Lucero hasta que diera a luz, con lo que no contaba era que ella muriera en el parto, mis padres se encargaron de encubrir todo y hacer parar a mi hijo Fernando como hijo de la que ahora era mi esposa, no sé cómo hicieron, pero lograron que Lucero firmara los papeles de divorcio y un supuesto poder para que yo administraré su fortuna, el divorcio fue otorgado, pero el poder está congelado hasta que den con Lucero o aparezca un heredero mayor de edad, así que mis padres se quedaron sin ese poder, bueno lograron adueñarse de varias propiedades pertenecientes a los Soler.

Mi vida siguió y traté de borrar ese pasado tan turbio, vivo feliz con mi esposa y mi hijo y hasta hoy todo me ha salido bien, bueno eso creía yo hasta que hicimos negocios con el Stand y si no lo voy a negar le quitamos una buena suma de dinero, con lo que no contábamos fue con que ellos contratarían los servicios de una abogada muy famosa en España, estaba intrigado por saber quien era, así que la investigue por las redes, al verla quede impactado con su belleza, tenía unas facciones muy finas y sus ojos azules, muy parecidos a los de... Lucero Soler, no le di mucha importancia igual cuántas personas no tienen ese mismo color de ojos en el mundo, busque sobre su vida personal y resulta que estaba casada con un famoso cirujano plástico, pero eso no sería impedimento para conquistarla, estaba muy interesado en esa mujer, su actitud, su arrogancia, su superioridad me gustaba mucho, casualmente un día coincidí con ella en un restaurante, sé que estaba mal, pero era mi oportunidad para acercarme, así que k a presentarme, solo que no conté que me tratara como a un zapato, me ofendió y pidió que me retirará, cuando estaba por irme esta mujer miró directamente a mis ojos y por un momento me sentí intimidado, no sé porque su mirada me pareció tan familiar, vi como una sonrisa burlona apareció en su rostro, no quise importunar más sí que me retiré, su esposo no dijo nada, simplemente guardo silencio y me miraba con cara de matarme, fue un momento muy incómodo. Después de ese día mis ganas de estar con esa mujer aumentaron tenía que buscar la forma de acercarme a ella.

Hoy será la primera audiencia del juicio por estafa al que estamos enfrentando, la abogada acusadora es muy buena, mostró pruebas irrefutables sé nuestra estafa, en este momento no me importaba la acusación, ni siquiera si perdíamos este caso, solo estaba viendo a la hermosa mujer frente a mí. Este juicio no tardó mucho pues las pruebas de ellos eran sólidas así que no había mucho que hacer, perdimos una gran fortuna, y nuestra reputación quedó por el piso, solo que mis negocios legales dependían de los ilegales la, así que esa pérdida es mínima para mí, salimos de los tribunales y me acerque a felicitar a mis oponentes.

— Felicitaciones ganaron justamente. — Saludé con mis ojos puestos en Anastasia, está no me dirigió ni una pequeña mirada, simplemente se despidió de sus clientes y salió, yo la seguí tenía que hablar con ella, cuando la alcance, vi que su esposo venía por ella.

— Amor imagino que te fue muy bien. — Le dijo el desabrido este.

— Así es cariño, sabes que siempre hago justicia. — Aclaró mi querida abogada.

— Vamos a celebrar amor mío. — La abrazo me lanzo una mirada asesina y la llevo con él, este idiota no sabe que ya le puse el ojo a su mujer y no descansaré hasta que sea mía.

Me puse mis lentes de sol y salí como si nada de aquel lugar, los reporteros empezaron a preguntar puras estupideces, así que simplemente los ignore y seguí mi camino, mis padres empezaron a llamar sin cesar, ya sabía el sermón que me darían, los ignore y seguí conduciendo, ahora solo tenía los ojos puestos en Anastasia Mars, una mujer de verdad.

Anastasia

Este caso fue pan comido, sabía que algo no estaba bien, Sebastián ni se defendió solo asumió lo que nosotros decíamos y dejó que ganáramos, estoy segura de eso, al salir el muy descarado se acercó a felicitarnos, no resistí ver más su cara de imbécil y salí despidiéndome de mis clientes, al salir vi a mi esposo esperando por mí, me felicitó y me convido a celebrar, nuestras celebraciones eran en nuestra habitación, enseguida le dije que si y nos fuimos, cuando estaba subiendo al auto vi al desgraciado ese viendo en mi dirección, el estómago se me revolvió del asco, no dije nada simplemente me enfoque en mi esposo y en lo atractivo que es, cualquier mujer se volvería loca en sus brazos.

— Sabes que el tal Sebastián te siguió cuando saliste del juzgado. — Dijo Miguel serio.

— Qué estás diciendo, no me di cuenta? — Respondí asombrada.

— Te veía con ganas de desnudarte, debes tener cuidado creo que el se está obsesionando contigo. — Me dijo Miguel con tono de preocupación.

— Tendré cuidado, igual tengo a mi caballero de reluciente armadura para protegerme. — Le dije mirando su hermoso rostro.

Llegamos a nuestra casa y nos sirvieron algo de comer después de eso subimos a nuestra habitación y no salimos de ahí en todo el día.

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