La Ladrona

El sonido de patrullas hacía eco en una tranquila y fría noche de invierno. Había una fuerte movilización ya que buscaban a un criminal que horas antes había robado varias tiendas de conveniencia. El criminal era escurridizo y lograba escapar entre las calles con facilidad sin dejar rastro alguno.

Las patrullas recorrían cada calle mientras que los oficiales a pie entraban en cada callejón, pero no había señales de aquel criminal, era como si la tierra lo hubiera devorado.

Mientras tanto en la oscuridad vigilaba alguien que seguía los pasos de aquel criminal y no tardó mucho para dar con el escondite de este mismo así que atacó sin perder un segundo más.

- ¿No sabes que robar es malo? - Dijo una chica de piel blanca, ojos plata y cabello castaño oscuro mientras caminaba de lo más obscuro del callejón.

- Eso es algo que no debe de importarte - Dijo el ladrón.

— Que mal educado eres, veo que tu mamá no te enseño modales — Respondió la chica con sarcasmo.

- Lárgate ahora si no quieres que te mate - Exclamó el hombre.

- Por favor, eso sería inútil de tu parte - Respondió ella.

El hombre harto tiró un golpe que la chica esquivo con gran facilidad. La chica sólo sonrió y sin previo aviso golpeo el estómago del hombre con su rodilla logrando que escupiera sangre, posteriormente golpeó con su misma rodilla la cara del hombre haciendo que cayera de espaldas y rompiendo su naríz.

- Te dije que era inútil - Dijo burlonamente - Y esto es mío - Agregó mientras tomaba varios fajos de billetes.

Un helicóptero sobrevolo aquella zona y alumbró el callejón dando así con aquel ladrón, pero también con alguien más buscado que ese hombre. Los oficiales llegaron al lugar y rodearon a la chica mientras que por la radio uno de ellos aviso a la jefatura de policía: "Dejen al objetivo anterior... tenemos al objetivo 072. Cambio".

— Deja el dinero y pon las manos en alto — Ordenó uno de los oficiales — Estás bajo arrestó por violar las leyes de esta ciudad, robo y por escapar de la prisión de la prisión juvenil — Agregó el oficial.

- Hola muchachos, me gustaría quedarme a charlar, pero ya llegó mi transporte - Dijo la chica mientras se agarraba de los tubos de un camión de basura que iba pasando.

La fugitiva escapó y los oficiales sin más remedio tuvieron que dejarla ir sin antes arrestar al ladrón que buscaban principalmente.

Aquella chica llegó a una zona apartada de la ciudad donde se encontraba gente en condiciones de calle. Camino hasta llegar a una pequeña casa algo descuidada.

- ¡Ya llegué abuela! - Gritó al entrar.

De fondo una anciana respondió con "¿Dónde estabas?"; la chica caminó a la habitación de la anciana que se encontraba en cama y con una sonrisa se acercó y beso la frente de aquella mujer.

- Estaba consiguiendo dinero - Respondió la mujer.

- ¿De nuevo robando? - Cuestionó la anciana.

- No abuela, digamos que... se lo quite a un ladrón de verdad - Respondió.

- Sabes que no me agrada que hagas eso... te puede pasar algo - Dijo la anciana con dificultad.

- Lo sé abuela, pero es la única manera en la que podemos sobrevivir y la única manera en la cual puedo conseguir tus medicamentos - Respondió la chica.

- Pero esa no es la forma - Respondió la anciana seguido de una tos incesante.

- Es mejor que duermas abuela - Dijo la chica.

La anciana tomo su medicamento y quedó dormida mientras que la chica se dirigía a la cocina para preparar algo de comer. En el camino iba discutiendo con ella misma en voz baja. «Sé que esa no es la forma, pero es lo único que esta maldita ciudad nos permite hacer a nosotros los marginados» decía mientras sacaba cosas del viejo refrigerador que tenía. «Sin ese dinero no hubiéramos sobrevivido, además es lo único que se hacer ya que por culpa de ese día tuve que dejar la escuela, aunque... lo merecía esa zorra» se seguía diciendo para si misma. Terminó de preparar algo de sopa y un poco de carne y se sentó a comer mientras observaba por la ventana las luces de la ciudad y el cielo con una luna brillante.

— Me hacen falta — Murmuró mientras miraba la luna.

Al terminar de comer se fue a su habitación y se tiró sobre la cama soltando un gran suspiro para después quedarse dormida.

Mientras dormía los recuerdos de aquel día la atormentaban en forma de pesadillas ya que aún después de tanto tiempo no había podido superar lo sucedido.

La chica soñaba con la escena de aquella vez: ella rodeada de tres chicas mientras era insultada y golpeada; después ella se encontraba en la cafetería encima de una de las chicas mientras los demás alumnos gritaban de horror y los profesores intentaban detenerla; por último se veía a ella bañada en sangre escapando de la escuela.

La chica despertó de golpe con la respiración agitada. Salió de la cama y caminó a la cocina para poder tomar un poco de agua y mientras estaba ahí unos ruidos se hicieron presentes algo que tomó de sorpresa a la chica, pero no le dio importancia. Dejo el vaso y se dispuso a ir a su habitación, pero un leve susurro la detuvo; el susurro lo sentía literalmente en su odio y le decía: "¿Dónde estás?.

La chica miraba a todas partes, pero no había nadie dentro ni fuera de su casa así que lo dejo pasar pensando que era fruta de su imaginación.

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Comments

KLResplandor

KLResplandor

Asumadre 😳

2024-02-01

0

KLResplandor

KLResplandor

Ah, el ladrón resultó ser robado jsjsjsj

2024-02-01

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