capitulo 6

La voz de Francesco me hace recordar que mi abuelo me espera. Me aliso el vestido y salgo de la habitación, sintiendo un poco de nervios y ansiedad en mi estómago. Esta noche sabré la razón del por qué mi abuelo pidió mi regreso, y no puedo evitar sentir una mezcla de curiosidad y aprehensión.

Bajo lentamente las gradas, haciendo resonar mis tacones en el suelo de mármol. La luz de las lámparas de araña ilumina mi camino, y puedo escuchar el murmullo de las voces de los invitados. Mi mirada recorre el lugar, y mi corazón late con emoción al ver a una persona que no esperaba encontrar aquí.

Mi mirada se fija en una hermosa mujer, con una sonrisa radiante y ojos brillantes. Es ella, mi querida Gaby. Me sorprende un poco verla en este lugar, pero su presencia me hace sentir instantáneamente más tranquila y feliz.

Ambas sonreímos y nos acercamos la una a la otra, fundiéndonos en un abrazo cálido y sincero. __¡Te extrañe! le digo, sintiendo una mezcla de emoción y alegría.

__ ¡Yo a ti Nini! ¡Estás hermosa! ¡Qué alegría verte fuera de ese lugar!", me dice Gaby, con una sonrisa radiante y ojos brillantes.

__ Gracias, Gaby", le respondo, sintiendo una mezcla de emoción y alegría. "¿Qué haces aquí? ¿Por qué no me dijiste que conocías a mi abuelo?"

Gaby se ríe y me abraza fuerte. "No sabía que vendríamos aquí, tampoco sabía que era tu abuelo", me dice. "Según mi papá es una comida de negocios y pensé que sería aburrido, solo con abuelitos, jajajajaja.

Justo cuando estamos disfrutando de nuestro reencuentro, escucho la voz de mi abuelo. __ ¡Laurent!", me llama, con una voz autoritaria que me hace sentir incómoda. Me agarra fuerte del brazo y me lleva hacia la zona donde se encuentran los invitados.

__ te presentaré a la familia Ivanov", me dice, con una sonrisa que parece más una forma de desafiarme.

Mi mirada recorre el rostro de cada una de las personas que se encuentran en la sala, pero me llama mucho la atención un hombre muy guapo. Tiene unos hermosos ojos verdes que parecen brillar en la oscuridad. Me inquieta su mirada, no puedo apartar la mía de él. Su mirada es tan penetrante que parece traspasar mi alma, pero a la vez es tan transparente que puedo ver a través de ella. Puedo ver un hombre con carácter, fuerte, que transmite paz, pero muy en el fondo puedo ver que esconde una profunda tristeza.

Su porte varonil es elegante y seguro de sí mismo, y su rostro es tan hermoso que parece haber sido esculpido por los dioses. Me siento atraída por él de una manera que no puedo explicar.

__ ¡Compórtate, Laurent!", me reprende mi abuelo, sacándome de mi ensueño. Sé que no fui nada discreta al mirar a ese hombre, pero hay algo en él que me ha llamado la atención. Tal vez sea su forma de mirarme, como si pudiera ver dentro de mi alma.

Él es Dante Mancini, mi abogado", me dice. Le hago una leve inclinación de cabeza, aún no estoy preparada para tener contacto directo con las personas que apenas acabo de conocer.

La mirada profunda de Dante no genera ningún tipo de emoción en mí, pero siento una especie de conexión con él. Mi mirada va a su acompañante y es cuando escucho a mi abuelo decir lo que tanto quería saber: "Él es Nicolai, abogado y amigo de la familia Ivanov

__ Es un placer conocerla, me dice Nicolai, con una sonrisa que me hace sentir como si estuviera flotando en el aire. Su mano envuelve la mía, y su contacto desencadena una tormenta de emociones dentro de mí. Me sorprende que mi cuerpo no se resista, y en su lugar, siento una sensación de calma y seguridad que no puedo explicar.

No quiero soltar su mano, y me siento como si estuviera en un estado de trance. La conexión que siento con él es intensa, como si hubiéramos compartido momentos especiales en el pasado. Su mirada parece ver más allá de mi superficie, y me siento expuesta y vulnerable.

Mi abuelo interrumpe el momento, apretando mi brazo con firmeza. Me libero de la mano de Nicolai, sintiendo una sensación de pérdida que me deja sin aliento. "Es un placer conocerlo", le digo, con una sonrisa que intenta ocultar mi confusión.

__ Él es Ernesto Ivanov", me presenta mi abuelo, con una sonrisa que parece más una forma de manipulación. "Que gusto conocerla, señorita Kuznetsova", me dice Ernesto, con una voz que me hace sentir incómoda.

Veo su mano extendida, pero no me atrevo a tocarlo. Le doy una sonrisa fingida, intentando ocultar mi verdadera emoción. No me gusta su presencia, y siento un escalofrío correr por mi cuerpo. Este hombre me da mucho miedo.

Mi mirada va hacia Gaby, que se encuentra con un hombre joven y guapo. Su mirada es muy seria, y sus ojos color miel hacen resaltar sus pestañas negras. Es alto, y su pelo un poco despeinado lo hace ver muy sexy.