Capitulo VI Solo comes pan?

Leonardo

Estoy que me lleva el diablo, los chinos están aquí y este traductor que no llega, ayer pedí expresamente que estuvieran una hora antes en la empresa y este tipo tiene el tupé de llegar tarde, no sé cómo solucionar este problema y lo peor es que mis nuevos socios están frente a mí. Ellos dijeron algo que asumo fue buenos días, pero como respondo nunca aprendí ese idioma, estaba por hablar cuando mi asistente les contesto muy fluido a su saludo y luego de eso empezó a hablar con ellos de manera tan natural, está mujer es una caja de sorpresas, no entiendo como no había conseguido trabajo en otra empresa.

Le pedí regresar el favor de anoche y que me ayudara con los chinos, ella no estaba segura pues según no había terminado de estudiar el idioma, pero ahora es lo único que tengo así que confiaré en ella, entramos a la sala de reuniones y vi como se comportaba con el señor Li y este estaba encantado con ella, de vez en cuando se reían, esas partes no eran traducidas por ella, estaba muy intrigado con esta mujer, de donde salió? Y por qué con su coeficiente intelectual no la habían llamado a trabajar antes, necesito estudiar su currículum de nuevo.

La reunión terminó y el señor Li y Alicia se despidieron muy amigablemente, no podía creer que ella logrará hacer cambiar de opinión al señor Li, este hombre había venido a romper lazos con mi empresa, una vez se fueron mis amigos no me pude contener más y le di un abrazo a Alicia, era raro oler mi olor en su cuerpo, recuerdo que está mañana ella usó mis productos de limpieza personal.

Ella se alejó de mi un poco apenada y se fue a almorzar no sin antes ser presentada a mi hermano, este también estaba embobado con ella y es que la chica es realmente hermosa e inteligente.

Álvaro: hermano esa mujer es increíble, donde la conseguiste?

Leonardo: ella llegó solita a mi recuerdas las chicas de anoche, las que te gustaron mucho.

Álvaro: no me digas que es una de ellas, recuerdo que te fuiste tras una de ellas al baño y no regresaste.

Leonardo: pues si hermano ella es la chica del vestido rojo, pero es una larga historia después te cuento.

Álvaro: no perdonas a nadie mi querido hermano.

Leonardo: aunque no lo creas nada paso, solo la ayude para que no le hicieran daño.

Álvaro: no puedo creerlo, tuviste a semejante mujer en tu apartamento y no hicieron nada.

Leonardo: después te cuento, ahora vayamos por algo de comer a la cafetería.

Llegamos a la cafetería, no teníamos tiempo para ir a un restaurante, por ser el presidente de la empresa la atención hacia mí era VIP, lo que yo pudiera ellos lo harían, así que pedí una ensalada, con pollo y pure de papas, algo liviano ya que mi estómago estaba muy sensible últimamente, nos fuimos a sentar y a lo lejos ví a Alicia con la que supongo es su amiga.

Leonardo: quieres conocer a la otra chica de la disco.

Álvaro: claro hermano, la conoces?

Leonardo: no, pero se de alguien que si la conoce.

Lleve a mi hermano a la mesa de Alicia, está estaba muy sonriente con su amiga Lara, se veía especialmente hermosa cuando sonreía.

Leonardo: buen provecho señoritas.

Alicia: gracias señor.

Leonardo: podemos hacerle compañía?

Alicia: claro señor, igual esta es su empresa y se pueden sentar donde quieran.

Leonardo: gracias, muy amable. Y no presentas a tu amiga?

Alicia: disculpe señor, ella es Lara Mejías.

Lara: señor Leonardo, un gusto conocerlo.

Leonardo: el gusto es mío, te presento a mi hermano Álvaro.

Álvaro: un gusto señorita, a ver qué era tan divertido que estaban riendo tanto?

Lara: nada importante, solo cosas que nos han pasado últimamente.

Leonardo: así y pueden contar que cosas son?

Lara: por supuesto, por ejemplo hace una semana nos echaron de una tienda de ropa, porque aquí mi amiga presente les dijo que esa ropa era muy cara y que su calidad era reprochable, las vendedoras morían de rabia y la dueña nos saco de la tienda, nos prohibieron la entrada.

Alicia: sabes que no puedo ver cómo abusan de las cosas, no porque este en un lugar de buena reputación la ropa es de buena marca o por lo menos de un buen acabado.

Leonardo: entonces eres revoltosa?

Alicia: no lo diría así, a mi solo me gusta la gente justa, de lo contrario tengo que decir lo que pienso.

Álvaro: entonces tendré cuidado.

Lara: mi amiga es un poco quisquillosa, por algo fue la mejor de nuestra clase.

Los demás empleados solo miraban a nuestra mesa, imagino que ahora empezarán a hablar cosas que no son, bueno que piensen lo que quieran yo solo vine a trabajar y hacer el dinero de la cirugía de mi mamá.

La comida de los hermanos llegó, se veía muy apetitosa, no como lo que Lara y yo comíamos, pero bueno fue lo que pude pagar y Lara para no hacerme sentir mal pidió lo mismo.

Leonardo: por qué solo comes pan?

Alicia: es lo que me provoco hoy.

Leonardo: si quieres te pido un plato como el de nosotros.

Alicia: no hace falta señor, igual nuestra hora de comer termino y debemos ir a nuestros puestos de trabajo.

Leonardo: si me han dicho que al jefe no le gusta la gente impuntual, lo mejor es que llegues a tiempo a tu trabajo.

No pude aguantar no sonreír y al parecer a él también se le olvidó donde estaba pues una sonrisa se dibujó en esos labios tan perfectos que tiene, me gustaría poder besarlo, ahora que estoy pensando mejor me voy a mi puesto de trabajo.

Agarre la mano de Lara y la lleve a arrastra conmigo, ella estaba muy feliz coqueteando con el señor Álvaro, así es ella y no creo que cambie.

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