Alicia
Regresamos a la mesa y tomé agua de mi botella, le dije a Lara que iría un momento al baño y ya volvía, ella se quedó hablando con Carlos, cuando estaba llegando al baño me sentí algo mareada, nunca me había sentido así, me deslice por la pared en dirección a dónde baño, al llegar a mi destino sentí que perdía el conocimiento, lo último que vi antes de caer al suelo fue un rostro que me resultó familiar y muy guapo, extendí mis manos y acaricie su cara.
Alicia: eres realmente atractivo.
Después de eso perdí el conocimiento y no supe nada más de mí.
Desperté con un fuerte dolor de cabeza, al abrir mis ojos me encontraba en un lugar desconocido para mi, revise mi ropa y todo estaba en su lugar, pero donde estoy y como llegue aquí? Esas preguntas rondaban mi mente, hasta que la puerta del baño se abrió y salió un hombre envuelto en una toalla, quedé en schok, el miedo escaló cada rincón de mi cuerpo. Hasta que vi bien su cara, él es mi jefe
Leonardo: al fin despiertas, empiezas mal tu primer día de trabajo.
Alicia: disculpe, pero que hago aquí?
Leonardo: anoche te pusiste muy, como lo diría? No hay manera de decirlo, te pusiste muy caliente y me provocaste mucho, por eso te traje a mi apartamento.
Alicia: eso no es posible, no recuerdo nada, lo último que recuerdo fue ir al baño.
Leonardo: ya deja de pensar en eso, ya lo recordarás ahora alístate iremos a la oficina.
Alicia: no puede ser, donde está mi teléfono, mi mamá me va a matar.
Agarre mi teléfono y tenía como cien llamadas entre mi mamá, Lara y Carlos, lo primero que hice fue llamar a mi mamá.
Irene: hija estás bien?
Alicia: si mamá estoy bien, perdón por no ir anoche me quedé en casa de Lara.
Irene: deja de mentir, donde diablos estás, porque Lara está aquí conmigo, hemos pasado la noche buscándote, más te vale y vengas a casa ahora mismo.
Alicia: mami ahora no puedo ir recuerda que empecé a trabajar.
Leonardo: señorita Dávila por favor llame más tarde y gracias por venir anoche a la oficina y sacarme de este apuro.
Alicia: mami disculpa mi jefe me está llamando, ahora que llegue a la casa te explico.
Irene: está bien hija, veo que empezaste a trabajar, te deseo éxito.
Alicia: gracias mamá, recuerda no abusar de tu salud, te quiero un beso.
Colgué la llamada y, mire a mi jefe algo confundida.
Leonardo: no me mire más y escoja algo del clóset ahí debe haber algo que le quede.
Lo mire confundida, como podía él tener ropa de mujer en su clóset, fui al closet y había ropa muy bonita aquí, agarre unos pantalones anchos color caquis y una camisa de vestir blanca, mi jefe me prestó su baño y me duche muy rápido no quería seguir abusando de su amabilidad, después de diez minutos estaba lista, no llevaba maquillaje pues mi bolso se quedó con Lara.
Alicia: estoy lista señor Leonardo, gracias por todo y disculpe la molestia, nos vemos en la oficina.
Leonardo: a dónde crees que vas, yo también voy para la empresa, desayunemos y luego vamos juntos a la oficina.
Alicia: no quiero seguir molestando, fue muy amable ayudándome, aunque todavía no sé cómo llegue aquí, pero bueno muchas gracias.
Leonardo: solo te diré que tengas cuidado con el tipo de anoche, y por lo demás no te preocupes, solo ten en cuenta que me debes una y algún día te cobraré el favor, ahora vamos por un desayuno y luego a la oficina.
Alicia: está bien señor.
Este hombre era tan extraño, las personas que me habían hablado de él me dijeron que era un ser sin corazón y que hasta el mismo demonio le temía y conmigo se está portando tan bien no entiendo.
Fuimos a desayunar a un restaurante muy elegante, yo en mi vida había entrado a un lugar asi, como rayos pagaría lo que consuma si no tengo ni para el autobús.
Alicia: señor este lugar es realmente caro, mejor desayuné usted solo le parece.
Leonardo: no, no me parece, así que entre y pida lo que quiera.
No me dejó opción, vi el menú que nos entrego en mesero, estos platos eran demasiado caros, busque un sándwich y un te creo que era lo más barato que había aquí y sin embrago mi sueldo de una quincena se iría es esas dos cosas.
Leonardo: solo comerás eso?
Alicia: si señor, no tengo mucha hambre.
Leonardo: también me da lo mismo que pidió la señorita y me da dos para llevar.
El camarero asintió con una sonrisa y después de diez minutos apareció con nuestros desayunos, no lo voy a negar cada moneda que pagaré por este desayuno, vale la pena, está delicioso y mi estómago agradeció que le diera de comer, al terminar Leonardo pidió la cuenta y saco una tarjeta que en mi vida había visto, se la entrego al mesero y espero que se la devolvieran.
Alicia: señor cuanto le debo?
Leonardo: la próxima invitas tú.
Alicia: gracias, señor.
El mesero regresó, Leonardo le dio una gran propina y luego salimos a la oficina, al llegar me pasó la bolsa con los sándwiches, en un segundo cambio su postura y la cara amable de hace unos segundos cambio completamente, ahora era frío y distante.
Este hombre es todo un misterio, me pidió que lo siguiera y entramos al elevador de presidencia.
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Comments
Estela Mary Ballarini Dottori
la verdad es bastante interesante y a la vez desconcertante el jefe /Shhh/
2025-02-14
1
Mari rosas 💫fantastique ✨🌻🌹
que maldito disque su amigo /Smug/lo bueno que no pudo el imbecil
2024-12-15
2
Olga Lidia Torres
Sorpresasss
2024-11-08
1