El Beso Del Dolor
Naomi estaba en la sala de espera del consultorio, repiqueteaba sus uñas en el apoyabrazos del sillón. Le pareció que hacía mucho tiempo que esperaba.
_ Disculpe, señorita ¿El doctor Rodríguez, me atenderá?
La muchacha la vio en forma desagradable.
_ Todavía es temprano, su turno es a las cinco - le señaló el reloj en la pared.
A la mujer no le quedó más remedio que resignarse. Sacó un espejo de la cartera y se acomodó su rojiza y ondulada melena. Luego tomó un labial y retocó su maquillaje. Le encantaba estar bien arreglada. No era una mujer despilfarradora, aunque su marido le había dado un buen pasar económico. No le gustaba gastar el dinero. Así que prefería copiar los modelos de las revistas y hacer ella misma sus atuendos. Como el hermoso conjunto de blusa y pantalón, en color salmón que llevaba puesto.
De pronto, la puerta se abrió.
_ Señora Echeverría, pase por favor - sostuvo la puerta, hasta que la mujer entró. La cerró y se sentó detrás del escritorio.
Naomi intentó leer el rostro del doctor, pero se veía totalmente inexpresivo.
_ Señora Echeverría, lamento decirle que lo usted tiene se llama distrofia de Fuchs. Es una enfermedad en la cual las células que recubren la superficie interna de la córnea lentamente empiezan a morir. Muy a menudo, la enfermedad afecta ambos ojos. Lo que es su caso.
La mujer se quedó helada. No podía creer lo que estaba oyendo.
_ ¿Quedaré ciega, doctor? - preguntó con voz trémula.
_ Paulatinamente, sí - esta vez si pudo notar la lástima en su mirada.
_ ¿ Se puede curar, es reversible?
_ La única solución es un trasplante de córnea. Existen tratamientos que podrán ayudarla con el dolor. Pero la única cura es un trasplante. Como usted sabe, tal vez pase un tiempo antes de conseguir el donante, así que deberá estar preparada.
La pobre dama quedó desolada, quedaría ciega. Su hijo aún era pequeño y necesitaba de sus cuidados, ¿y su esposo?, como cuidaría de él y su hijo. Se convertiría en una carga para su familia. Las lágrimas comenzaron a brotar, trató de contenerse. No podía desmoronarse. Se enjugó las lágrimas y moduló su voz.
_ Dijo, que puede darme un tratamiento para el dolor. ¿En qué consistiría? - preguntó en tono ecuánime. El hombre se dio cuenta de su fortaleza y le pareció admirable.
_ Consistirá en el uso de gotas, inyecciones y si eso no sirviera alguna intervención quirúrgica. Le preparé ya mismo unas recetas.
La mujer suspiró y luego asintió. Momentos después el médico le extendió las recetas, ella agradeció. Y se marchó.
Ya habría tiempo para llorar, pensó. Debía pasar a comprar algunas cosas para la cena de la noche. Quería preparar una sorpresa para su esposo que llegaría a esa noche del exterior. Hacía casi un mes que estaba fuera por asuntos del trabajo. Anselmo era un hombre muy trabajador, había heredado la pequeña empresa de transporte de de su padre y en pocos años logró expandirse, incluso al exterior. Naomi amaba mucho a su esposo, sentía gran admiración por él. Se conocían desde la secundaria, eran mejores amigos. Cuando fueron a la universidad, ella comenzó a verlo con otros ojos. Pero él tenía novia, entonces ella se limitó a ser la misma amiga incondicional de siempre. Un fatídico día, un accidente de auto acabó con la vida de su amada y ella estuvo allí para consolarlo. Los meses pasaron y el se fue aferrando cada vez más a ella. El día en que se graduaron, luego de una fiesta de mucho alcohol y excesos se entregaron a sus deseos naturales e íntimos y ella salió embarazada. Tenían Veintiun años cuando se casaron, pero desafortunadamente ella perdió el bebé. Fue un golpe muy duro para ambos. Pero dos años después nacería su encantador hijo Pablo, el niño más bueno y hermoso del mundo, solía decir Anselmo.
Once años habían pasado desde que se casaron, ella sabía muy bien por todas las dificultades que él, había pasado para estar en el lugar que hoy estaba. Así que esa noche le haría una cena romántica sorpresa.m, para festejar el cierre de un nuevo trato de negocio.
Llegó a su casa y fue directamente a la cocina.
Pablo bajó corriendo las escaleras cuando la oyó llegar.
_ ¡Mamá! - Gritó - papá llamó dijo que llegaría como a las diez.
_ Hola, hijo. A mí también me da mucho gusto verte - el niño entendió el mensaje, se acercó y la abrazo - ¿Cómo te fue en la escuela, cariño?
_ Muy bien. La maestra escribió un problema de matemáticas en el pizarrón, y yo fui el único que lo resolvió.
Su madre acarició su cabeza y luego le revolvió el cabello.
_ Mi hijo es un genio matemático - lo besó - ¿Ya comiste algo?
_ Sí, cuando veníamos para acá la abuela me compró un helado grande. Yo no quería, pero ella insistió.
Su madre lo miró sorprendida, no podía creer el descaro del niño. Este le sonrió travieso y salió corriendo para su habitación, diciendo que iba a estudiar.
Unas horas más tarde, Naomi ya tenía la cena lista y su hijo se había dormido.
Fue a su habitación a darse una ducha para cambiarse y esperar a su marido.
Estaba muy tranquila tarareando una canción, mientras disfrutaba del agua tibia que lavaba su cuerpo. Sintió que corrieron la mampara. Se volteó y se encontró con Anselmo, ya estaba desnudo, pero no se había sacado los anteojos los tenía totalmente empañados. Se metió a la ducha con ella y comenzó a hacerle el amor.
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Updated 83 Episodes
Comments
Daniel Daniel Escurra
ola/Smile/
2024-09-14
1
Daniel Daniel Escurra
ola
2024-09-14
1
Alcenia Acosta
Hum..
2024-09-10
1