Capitulo 5

Ambos jóvenes entraron a la casa en dirección a la sala, dónde se encontraban reunidos los demás regalos junto al árbol de navidad adornando con esferas de color azul y blanco, junto a diferentes figuritas finalizando con la estrella en la punta del árbol; El aroma de la comida se encontraba por todo el lugar, al pasar de la sala al comedor ambos pudieron ver a toda la familia reunida.

—Sí. Vinieron, ¿Qué tal el camino?— pregunto un hombre de cabellera castaña piel canela de orbes sésamo.

—Corto y tranquilo. Señor Randall—respondió Conny al padre de su amigo, dándole un cálido abrazo bajo la atenta mirada del resto de la familia.

—Conny. Eres de la familia, así que no me llames señor me haces sentir viejo— dijo mientras correspondía el abrazo, dramatizando lo último sacando una risa de parte de la peli-naranja y de su hijo.

Ante el comentario de su padre Cameron solo negó divertido—Valla Camila. ¿Este año nos acompañas?— dijo con ironía, manteniendo sus manos dentro de los bolsillos de su sudadera.

—Y veo que no has cambiado en nada, sigues siendo el mismo error de siempre— dijo de la manera más hiriente y dolorosa posible.

El ambiente comenzó a tensarse por lo sucedido. Mientras Conny y Randall trataban de interferir dicha acción se vio interrumpida al escucharse el sonido de un bastón chocar contra el suelo en cada movimiento que se daba, en el comedor se presentó un hombre de la tercera edad cabellera ceniza, piel blanca con algunas arrugas y por último unos penetrantes orbes Lavanda miraban con desagrado y odio a Cameron quien se mantenía indiferente ante la situación.

—Que es esa forma de hablarle a si a tu madre. Eres un maricón de mierda y una deshonra para esta familia, se te deja venir a esta dichosa festividad y aun así bienes y faltas el respeto a esta familia— dio unos cuentos golpes al suelo ante su enojo. Apuntando en su dirección con la punta de goma del bastón.

—Valla abuelo. Casi conmueves a mi corazón de quererte— respondió de manera dramática, asiendo una que otra cara chistosa—Y con respecto a la bruja que llamas "Madre", no ha hecho nada por mí, en toda mi miserable vida— chisto molesto, sentándose en una de los asientos alejados lo más posible de su abuelo o madre.

—Señor Connor. ¿No cree que fue un poco duro con Cameron?— pregunto Conny, abrazando al señor, mostrando su enojo en su angelical y pecoso rostro.

—Niña. Te dije que me digas Abuelo y no señor me siento cómodo así— dijo el abuelo mientras acariciaba su suave cabellera.

Conny asintió con tristeza, sintiendo la tensión en el ambiente. Miró a Cameron, quien permanecía en silencio con una expresión de resignación en su rostro. Sabía que las palabras hirientes de su abuelo habían dejado una profunda marca en él.

Mientras tanto, el padre de Cameron, un hombre de apariencia frágil y ojos tristes, se mantenía en silencio, incapaz de enfrentar la situación. El resto de la familia observaba con incomodidad, sin saber cómo intervenir para calmar los ánimos.

El abuelo, con su mirada llena de rabia, se acercó lentamente a Cameron, apuntando con el bastón hacia él. Su voz temblorosa reflejaba su ira contenida.

—¡Eres una vergüenza para esta familia! ¡No mereces estar aquí! ¡No mereces nuestro amor ni nuestro respeto! —gritó, golpeando el suelo con fuerza en cada palabra.

Cameron permaneció en silencio, con la mirada fija en el suelo. Su rostro mostraba una mezcla de dolor y resentimiento. Sabía que no podía cambiar la forma en que su abuelo lo veía, pero eso no significaba que debía aceptar el maltrato.

Conny se acercó a Cameron, tomando su mano con suavidad. Quería transmitirle su apoyo y recordarle que no estaba solo en medio de esa tensión familiar.

—Cameron, sé que esto es difícil, pero recuerda que no eres lo que ellos dicen. Eres fuerte y valioso, y mereces amor y respeto. No dejes que sus palabras te definan —susurró Conny, con voz reconfortante.

Cameron asintió lentamente, agradeciendo el apoyo de su amiga. Aunque la tensión seguía presente en la sala, la conexión entre ellos les brindaba un poco de consuelo en medio de la adversidad.

La cena transcurrió en un silencio incómodo, con miradas evitadas y palabras apenas susurradas. La tensión entre los miembros de la familia era palpable, pero Conny y Cameron se aferraban a su amistad como un refugio en medio de la tormenta.

Aunque la interacción familiar era mala y la tensión era evidente, Conny y Cameron se mantenían unidos, encontrando consuelo y apoyo mutuo en medio de la adversidad. Sabían que, a pesar de las dificultades, siempre podrían contar el uno con el otro.

La cena siguió de lo más normal, La hora de los regalos se acercó y todos se reunieron en la sala formando un medio círculo mientras en medio se encontraba el abuelo Connor junto a sus amadas nietas, dos hermosas niñas de su tercer hijo; Las energéticas niñas cargaban los regalos acercándolos a su abuelo para que leyera en voz alta de quién era y para quien era.

—De la familia Miller Coop, Para la familia Miller Mayer— dijo en un tono alto, sosteniendo el regalo envuelto de un papel azul con estampados de copos de nieve y un listón blanco.

—¡Bravo!— dijeron todos en coro mientras aplaudían, mientras la pareja recibía el regalo y le agradecían a sus familiares con un asentamiento de cabeza.

La atmósfera se suavizó un poco con la emoción de los regalos. Las niñas, llenas de entusiasmo, continuaron entregando los obsequios uno por uno. Cada vez que el abuelo Connor anunciaba un regalo, la sala se llenaba de aplausos y sonrisas.

Conny y Cameron se miraron con complicidad, compartiendo un momento de alivio en medio de la tensión familiar. Sabían que, aunque la situación no era ideal, aún podían encontrar momentos de felicidad y apoyo entre ellos y el resto de la familia.

Después de que todos los regalos fueron entregados, la sala se llenó de risas y conversaciones animadas. La familia se unió para abrir sus regalos, compartiendo momentos de alegría y gratitud.

Aunque las palabras hirientes del abuelo aún resonaban en el aire, la magia de la Navidad lograba crear pequeñas burbujas de felicidad en medio de la adversidad

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