Cap #19

Alisha y Reik corrieron rápidamente rumbo al lugar por donde se había alejado Henry. Alisha no pudo evitar sentirse algo culpable, ya que todo este tiempo había estado actuando como una acosadora con él acercándose, tratando de tocarlo, provocando al pobre de todas las maneras posibles, mientras él la evitaba como un lobito asustadizo.

- es mi culpa, si le llega a pasar algo-, comentó Alisha mientras corría.

-no es culpa suya, quizás se escapó y está bien. Aún no confío en él-, respondió Reik tratando de hacer que Alisha se sienta menos culpable.

- me pasé de la línea. Él me lo había dejado en claro desde el primer momento, su amor por la princesa Alisha-, dijo sonriendo irónicamente.

Reik se rio al escuchar aquello, pero no dijo nada. Solo pensó que la situación era un tanto divertida, porque Henry le era fiel a la misma mujer que estaba evitando.

Al momento de mirar a su jefa, vio un rostro preocupado así que decidió hablar, -no te preocupes, lo encontraremos-.

Por otro lado, se encontraba Henry rodeado por aquellas personas vestidas de negro y con el rostro cubierto, solo se veía los ojos negros de aquellos sujetos, lo que significaba que estaba que estaban bajo el control de la bruja y su magia negra.

- no debo dejar que me hagan una herida. O de lo contrario me voy a debilitar y me llevarán de regreso-, pensó mirando a cada uno, esperando que lo atacaran.

Uno de los hombres corrió e intentó golpearlo, Henry lo evitó y empezó la pelea entre ellos. Todos se movían rápido, y Henry no se quedaba atrás, ahora que estaba recuperado podía luchar con total libertad usando sus habilidades y su rapidez para esquivar ataques, y devolverlo eficientemente sin fallar un golpe, derribó a dos, pero eran sujetos bajo el control de la bruja, lo cual implicaba que cada uno de ellos debían ser quemados, o cortados en partes para que dejen de ser un peligro.

Henry, al percatarse de eso, maldijo alejándose en un rincón. Tenía que pensar en algo para salir vivo de aquella situación.

-No, no permitiré que me lleven de nuevo-, habló para sí mismo mientras veía que esos sujetos se volvían a levantar.

-No tengo otra opción, solo espero que funcione-, pensó mientras se quitaba la camisa.

Justo en ese momento Alisha y Reik habían llegado al lugar, y vieron que Henry estaba luchando contra esas cosas. Reik iba a atacar cuando vio a Henry rodeado, pero Alisha lo detuvo.

-Espera Reik, veamos de qué es capaz el lobito.

-¿estás segura de esto?-, preguntó él al volver a mirar la situación en la que se encontraba Henry.

- es necesario averiguar de qué es capaz, y quiero confirmar algo-, comentó nuevamente Alisha mientras veía que Henry se sacaba la camisa.

- ¿estás segura de que no es solo por ver sus músculos?-, preguntó Reik divertido.

Alisha haciéndose un poco la ofendida, -¿acaso me veo con cara de pervertida?.

Reik rio mientras movía la cabeza en forma de negación.

Mientras ellos hablaban, Henry había sido atacado nuevamente, pero seguía dando batalla sin recibir heridas.

-no permite que lo hieran. Debe ser por algo-, comentó Reik.

- tiene que evitarlo, o se debilitaría de lo contrario. Están controlados por magia negra. Cuando pelees con una de esas cosas, nunca debes permitirte una herida por ellos. ¿Lo entiendes Reik?.

Él solo asintió y volvió a centrarse en la pelea de la que eran espectadores en ese momento.

Vieron como los atacantes se levantaban nuevamente, como si no pudieran ser vencidos. Pero de un momento a otro, cuando la luna llena se mostró en el cielo oscuro de la noche, Henry cambió de forma repentinamente, convirtiéndose en un lobo que estaba lejos de ser un lobito. Su tamaño aumentó al doble de lo que era en su forma humana, y tenía un pelaje totalmente negro con los ojos rojos.

A la vista de cualquiera sería considerado un monstruo, un demonio. Pero para Alisha era lo más hermoso que había visto en su vida, y una sonrisa enorme se dibujó en su rostro.

Vio como aquel lobo enorme descuartizó a cada uno de esos sujetos, y solo entonces no volvían a levantarse. Arrancó las cabezas de algunos, extremidades de otros usando ese enorme hocico con dientes afilados. En un abrir y cerrar de ojos había eliminado a todos. Reik había quedado con la boca abierta, era la primera vez que se sentía asustado en su vida. Nunca pensó siquiera ver algo como eso.

- ¿Reik, no te parece hermoso?-, dijo Alisha con una sonrisa.

Reik volteó la mirada lentamente para ver a su jefa, y al tenerla en ella dijo, -¡Alex tiene razón, te volviste loca!-, exclamó aturdido y asustado.

- no seas cobarde Reik. Él es mío, es mi lobito-.

Aquello pareció llegar hasta los oídos del gran lobo negro, quién se giró y corrió hacia donde se encontraban ellos. Reik retrocedió intuitivamente cayéndose en el suelo cuando el gran lobo llegó frente a ellos y con un rugido parecía reclamar algo.

Alisha se quedó quieta en aquel lugar, y levantando la mano dijo;

- ven aquí, soy yo.

El lobo volvió a rugir, y dió un paso atrás. Alisha sonrió y volvió a hablar mientras daba pasos hacia él.

- no te preocupes. No hiciste nada malo, nada de lo que debas arrepentirte. Mírame-, dijo aquello Alisha mientras se sacaba el brazalete y mostrándose con su apariencia real.

-Henry, soy yo, Alisha. Ven aquí-. Volvió a decirle con una sonrisa en el rostro y levantando la mano.

El lobo le doblaba en tamaño, y al ver que se trataba de la princesa, se calmó poco a poco y se acercó a ella, acomodando su rostro en la mano que Alisha tenía extendida hacia él.

Alisha se dedicó a acariciarlo, hasta que lentamente Henry volvía a transformarse a su forma humana, y mientras decía -¡Alisha!-, se desmayó en los brazos de ella.

Él era pesado, ella apenas podía sostenerlo, pero se sentó lentamente con él en el suelo y acomodó la cabeza de Henry en su regazo.

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