Cap #11

Después de lo que Henry había dicho, el silencio se apoderó del lugar, siendo solo el ruido del viento agitando las hojas de los árboles lo que reinó por varios largos segundos, hasta que Alisha esbozó una sonrisa y unos ojos muy brillantes dijo;

-vaya, en realidad el lobito tiene agallas-, y dicho aquello Alisha se acercó a él agarrando la barbilla de éste, y mirándolo fijamente volvió a hablar. -no te preocupes, soy una mujer de palabra, además nunca miento.

Dicho aquello, la pelirroja acomodó su hermoso cabello, mientras miraba a Henry.

Reik que estaba viendo todo aquello pensó -¿por qué siento que si alteza ya tiene planes para él?-, suspiró viendo a la pelirroja quién al percatarse de eso, solo volvió a sonreír y ordenó a todos prepararse para seguir adelante. Aún tenían días de camino antes de llegar al imperio.

Ya de camino, Reik se acercó a Alisha para preguntarle sobre lo que harían a continuación. A lo que Alisha llamó a Henry...

-Sir Henry, ¿sus padres saben sobre todo lo que está pasando en el imperio?

-no, ellos no saben nada. Lo más probable es que me sigan buscando o ya me hayan dado por muerto. Creí que podría hacer entrar en razón a mi hermano, pero me equivoqué.

-entiendo, entonces si regresaras con una prometida al imperio de plata, ellos nos recibirían sin problemas-, comentó Alisha con la vista fija en el camino y Reik a un lado de ella.

- podría decirse que si mi hermano al saber que regresé, procurará eliminarme, y quizás a ti también. Sería una puesta muy arriesgada mostrarnos libremente.

- no te preocupes, tu seguridad y la mía están garantizadas. Además, ¿no es mejor llamar la atención?. Haremos mucho ruido al regresar.

-la parte difícil será pasar la frontera. Recibí un informe y redoblaron la seguridad- comentó Reik

-Pensaremos en algo una vez que lleguemos a la frontera. Encontraremos una forma, y después de eso, más te vale ser un prometido muy enamorado-, dijo Alisha en tono burlón mirando a Henry quién solo desvió la mirada a otro lado.

Continuaron su camino, hasta que llegó la noche y revisando los alrededores buscaron el lugar más seguro y escondido para descansar y dormir un poco antes de seguir rumbo al imperio. Alisha se sentó en un lugar un poco más apartado, vigilando la zona mientras los demás comían algo o se disponían a dormir.

Henry la estuvo mirando durante todo ese tiempo, él sentía que había algo extraño. A veces sentía un sentimiento familiar por ella, pero no conseguía saber qué era exactamente, y eso lo hacía sentirse molesto.

Reik quién no le había sacado de su punto de mira a Henry durante todo este tiempo, se acercó a él y le dijo;

- si la sigues mirando así, puede que termine muerto pronto. Es mejor que vaya, y le pregunte lo que sea que tenga dando vueltas en esa cabeza-.

Reik al terminar de decir aquello simplemente pasó de largo y se sentó en un lugar no muy alejado de Alisha. Él siempre procuraba tener a la vista tanto a Henry como a Alisha. Su misión es, fue y siempre será la seguridad de Alisha, a quién consideraba una hermana.

Henry volvió a mirar a Alisha y se levantó de donde estaba sentado para acercarse a ella, Una vez al lado de la pelirroja, ella sin verlo le preguntó; -¿qué tanto piensas? ¿Cuáles son tus dudas? Porque parece que tienes muchas cosas dando vueltas en esa cabeza lobito-.

Henry suspiró y volviendo a verla le preguntó -¿Cómo sabes eso?

Alisha se dió la vuelta para mirarlo y ahí se acordó que eso era un secreto que muy pocos sabían. La familia Hense tenía sangre lobuna. Eran descendientes de lobos, pero desde hace varias generaciones no volvió a nacer uno que pudiera hacer la metamorfosis. Tanto así que la familia misma llegó a pensar que se había perdido la línea de sangre que los hacía considerarse lobos. Los primeros Hense llegaron con la primera reina que salvó al imperio. Habían Sido de gran ayuda para la reina de aquel entonces. En parte, por eso se había concretado un acuerdo de matrimonio entre la princesa Alisha y Ariel Hense.

Henry sabía que eran muy pocas las personas que sabían o recordaban esto, y que una desconocida lo supiera era algo extraño.

Después de pensarlo un poco, Alisha solo dijo que lo sabía por la princesa Alisha, quién supuestamente se lo había comentado en una ocasión mientras hablaban de su compromiso muchos años atrás.

- ya veo. ¿Ella se encuentra bien?-, preguntó Henry un poco avergonzado.

Alisha al escuchar aquello volvió a mirarlo, -¿la conoces?-, preguntó de repente.

Henry se sorprendió por aquella pregunta y miró para otro lado. Alisha volvió a repetir la pregunta, y finalmente Henry decidió responder.

- cuando era niño y solía visitar el palacio, solía mirarla a escondidas... Ella quizás ni me recuerde, pero una vez tropecé con la princesa Meriel, y me estaba haciendo un berrinche frente a todos, ella me defendió en aquel entonces. Y desde ese momento empecé a seguirla, me gustaba verla entrenar. Luego que se confirmó el compromiso con mi hermano, dejé de hacer eso-.

Recordar aquello le sacó una pequeña sonrisa a Henry.

-vaya, un acosador incluso desde que eras tan solo un pequeño lobito-, volvió a burlarse Alisha del pobre Henry quién se puso muy colorado.

-no se burle, creo que en aquel tiempo guardaba la pequeña esperanza de ser yo el elegido para comprometerme con ella. Pero no fue así. Creo que fui un tonto-, sentenció con un largo suspiro recordando aquellos momentos.

Alisha quién lo escuchaba sonrió por las palabras de Henry y le dijo; -quizás tengas alguna oportunidad ahora que sabes que está viva y ya no es la prometida de ese bastardo-

-me conformo con saber que está bien, y que recupere lo que por derecho es de ella. Porque la princesa Meriel está loca.

- no te preocupes, tu deseo se cumplirá-, después de decir aquello, Alisha se paró de repente, y del cielo venían bajando unas mariposas doradas...

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