Cap #9

Al día siguiente de que Elizabeth se enterase de todo lo que pasó, o más bien hizo Daniels, decidió tratar de encontrar a Lila. Quería que su amiga supiera sobre todo lo que había pasado. Fue así que decidió mandar varias mariposas en su búsqueda.

Nicolás que había llegado la vio pensativa en la ventana, y los gemelos estaban durmiendo. Se acercó a ella y mientras la abrazaba le dijo;

- sé lo que estás pensando. Quieres que Lila sepa lo que está pasando-, comentó mientras le daba un beso en la mejilla.

- si, creo que es justo que lo sepa para que ella tome sus propias decisiones-, comentó.

- ¿necesitas que mande a alguien?

-no es necesario, antes de que ella se fuera, me dio un poco de sangre para que me recupere rápidamente del parto, y para alimentar a los gemelos. Puedo ubicarla con mi magia.

Nicolás al escuchar aquello se sorprendió y preguntó -¿hacer algo así es posible?

Elizabeth sonrió, y dándose la vuelta abrazó a su esposo para decirle, -no, no lo es para muchos, pero si es posible para ella. Ella es especial. Sé que quieres saber, pero le corresponde a ella decidir revelar sus cosas. Espero que entiendas-, dijo Elizabeth y le besó los labios a su esposo. Él se separó un poco de ella y con una sonrisa dijo que lo entendía y que no haría preguntas sobre eso nuevamente.

Nicolás volvió a besar a su esposa, y los besos subían de tono hasta que subió la falda del vestido de ella, y cuando la mejor parte iba a llegar, uno de los gemelos empezó a llorar, y con el llanto de uno le siguió el otro como si se hubieran puesto de acuerdo.

Nicolás con algo duro entre las piernas maldijo un poco, mientras Elizabeth se reía de la situación.

-no es gracioso. Mis hijos me odian-. Nicolás hizo ese pequeño berrinche mientras se acomodaba la ropa.

Elizabeth hacía lo mismo, y volvió a reírse.

- cariño, te lo voy a compensar después. Ocúpate de Dimitri mientras yo agarro a Alisha. Pero antes-, dijo Elizabeth acercándose a la ventana y mandó varias mariposas afuera. -Ahora sí, vamos- volvió a decir Elizabeth y dándole otro beso a su esposo fue hasta la cuna de los gemelos seguida por su esposo.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Por otra parte, se encontraba Alisha y su grupo caminando por un espeso bosque, a lo lejos se veía claridad. Después de media hora, salieron del bosque encontrándose con una imagen encantadora.

- esta imagen es hermosa- comentó Reik.

-aún no viste nada. Estamos cerca-, comentó Elizabeth.

Los demás acompañantes también se veían impresionados por aquel paisaje con el que se habían encontrado. Por otro lado, Henry estaba arriba de un caballo recuperando la consciencia. Alisha lo había mantenido inconsciente durante todo este tiempo. Al despertar miró alrededor, aún estaba atado. Y al darse cuenta de dónde se encontraba, empezó a sacudirse, tratando de desatarse nuevamente pero era imposible.

Alisha al percatarse de la situación sonrió y se acercó diciendo en tono burlón, -no pierdas el tiempo. No lo conseguirás.

-¡déjame ir! O, ¿acaso ustedes trabajan para ese maniático?-, dijo Henry un tanto consternado. No pudo evitar pensar en esa posibilidad porque se dio cuenta de que estaban por llegar al imperio. Ese lugar de donde le costó tanto escapar. Pensar en aquello, hizo que la desesperación se hiciera presente nuevamente.

-no, no voy a volver a aquel lugar. No volveré a pasar por todo eso. Prefiero morir-. Dijo Henry nervioso y moviéndose desesperadamente cayó del caballo dónde se encontraba.

Los presentes al ver el horror y desesperación en los ojos de aquel sujeto se preguntaban qué le habría pasado para que esté en esas condiciones.

Alisha con un rostro serio ahora, se acercó a él, tratando de levantarlo, pero Henry asustado se alejó, lo cual sorprendió a todos.

-no tengas miedo, no vamos a dañarte. Quiero que me cuentes sobre tu situación, y quiero toda la verdad.- había dicho Alisha volviendo a su postura anterior y con un rostro serio que reflejaba que, más que una petición, era una orden lo que le estaba pidiendo y él lo entendió.

-por favor, no me lleven de regreso a aquel lugar. Me matarán, mi hermano está loco, está aliado con esa bruja, y esa bruja matará a todos los que tengan magia en el imperio.

-¿a qué te refieres?-, preguntó está vez Reik.

- en el imperio de plata la gente desaparece desde hace mucho tiempo. Nadie sospechaba nada, eran desapariciones que no tenían explicaciones y al final se los daban por muertos. Nadie había sospechado de que las desapariciones podrían guardar relación entre sí, hasta hace poco. Desde la desaparición de la Reina, todo se volvió aún más extraño. Las personas eran raptadas con mucha más frecuencia. Cuando empecé a investigar, descubrí que todos tenían algo en común, tenían magia.

-dices que son raptados. Supongo que siguen vivos. ¿Qué fue lo que descubriste?-. Preguntó Alisha.

- la bruja que trabaja con mi hermano, ella es quién ordena la captura de todo aquel que tenga magia. Los encierra, y de a poco les va robando su energía mágica. Mi hermano lo sabe, al igual que la princesa Meriel. Planean destruir el imperio, y no me sorprendería que la desaparición de la Reina sea algo llevado a cabo por ellos-. Terminó de hablar Henry con un gran suspiro.

Henry levantó la cabeza, y miró a Alisha, -por favor déjame ir. No quiero ser encerrado y torturado nuevamente.- suplicó Henry con unos ojos que daba a entender que había visto demasiado y sufrido incluso más.

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