La aldea Poamar

Comían junto a una hoguera, la noche había caído aun cuando caminaban y Roar el merodeador, actual jefe de la misión, dio la orden para descansar.

Leire comía un trozo de carne de Muartaco, que había cazado él solo en la mañana a las pocas horas de haber salido del gremio; vio al animal que asomaba la cabeza, Sorka alzó los dedos, para cazarlo ella, pero el joven la detuvo, golpeo el báculo contra el suelo, puso la mano como una pistola y cuando dijo: Alab, varios círculos de aire salieron disparados, no fue fácil acertarle, pero lo hizo y todos le dieron la enhorabuena, todos excepto Redo el guerrero, que se limitó a resoplar diciendo que él lo hubiese hecho mejor.

Pero ahora, allí estaban todos, comiendo lo casado por Leire, que orgulloso se sonrojaba cuando lo recordaba.

Mientras reposaban la cena, comenzaron a contar historias alrededor de la hoguera, los cuatro, escuchaban la historia del gran lobo, contada por el cambiador Sergey:

_ Cuentan los ancianos de mi tribu _ decía de pie _ que hace mucho tiempo, un malvado animal asoló los rebaños, raptaba mujeres y devoraba a todos los incautos que salieran fuera de los dominios en la noche _ mientras contaba la historia, Leire notó como suspiraba aburrido Redo _, pero un día se unieron los tres jóvenes hermanos para hacerle frente, el mayor era un cambiador completo, el segundo recién era intermedio y el menor ni siquiera había despertado la habilidad _ la historia comenzó a intrigar tanto como a sorprender al joven hechicero _ los tres se internaron en el bosque, pero uno solo regresó, se dice, que la muerte y la sangre danzaron como dos amantes recién casados, pero lo seguro fue, que en la mañana el menor llegó a la aldea, ciega, faltándole un brazo y cojeando, pero con la cabeza del malvado Fenrus en sus manos, desde aquel día, en las noches se escuchaba como un animal aullaba a la luna con suma tristeza y amarga alegría.

_ Cuentos para dormir niños _ dijo Redo _ ¿Quién va a creer esa historia?

_ Yo creo en la historia _ dijo Sorka levantándose

_ Y yo también _ agregó Leire _ Redo rió estrepitosamente

_ Claro un novato y una torpe

_ Bueno, si crees que es una historia para niños cuenta una para adultos _ reclamó la joven maga

_ Buena idea _ rio pícaramente _ recuerdo una historia para adultos que pasó hace unas noches atrás y _ la cara de Sorka cambió de color, pero cuando iba a reclamarle el Roar intervino

_ ¡Ya está bien! _ dijo con molestia _ hora de dormir.

En la madrugada retomaron su viaje, cada uno portaba un zurrón de cuero, Leire llevaba unas frutas y un pellejo con agua, su maestra traía lo mismo, el Conjurario lo llevaban en el cinturón.

Caminaron todo el día sin detenerse, el líder quería llegar cuanto antes a la aldea Poamar; según escuchó, el jefe de la aldea pagaba una considerable suma de dinero por eliminar una plaga de Fenrus que asolaban la región. Cuando preguntó que era un Fenrus se asombró con la respuesta

_ Un Fenrus es un animal grande, camina en cuatro patas, mide un dos metros hasta la cruz, pelaje gris en la mayoría de los casos, en la nieve son blancos, pero se han registrado casos en que hay alfas negros, en su cabeza tienen tres cuernos y los colmillos son como puñales _ ^ Semejante a un lobo, pero bastante feo ^ pensó _ y de más está decirlo _ comentó Sorka _ muy agresivos.

Esa noche frente a la hoguera, tocó el turno del cuento almerodeador::

_ Una vez _ dijo mientras tomaba néctar de un pellejo _ cuando estaba en el otro gremio _ pasó el pellejo a Sergey _ nos encomendaron una misión, en un principio simple, rescatar a un noble, que se había perdido en el bosque Krako _ suspiró _ como era bastante famoso, nuestro sumo maestro nos acompañó, fue el peor día de mi vida, nos atacó una manada de Fenrus, su líder, fue el ejemplar más grande que he visto, lo demás _ una lágrima resbaló por su mejilla _ pasó muy rápido, la bestia atacó, nosotros nos defendimos, la herimos, nos hirió, mató a muchos de mis compañeros, incluido el sumo maestro, fue un día fatal para el gremio que tiempo después cerró sus puertas _ levantándose agregó _ lo peor fue que el noble, estaba engañando a su esposa en una cabaña _ volteándose se alejó.

Nadie más se atrevió a contar otro cuento, todos quedaron devastados con la historia del merodeador, tranquilamente se acostaron e intentaron dormir. Leire tuvo pesadillas con los Fenrus, a media noche se despertó asustado, tomó un trago de agua y se percató que su maestra no se encontraba allí, tampoco vio a Redo, entonces atando cabos se quedó dormido.

Cuando estaban recogiendo, se acercó a Leire, la joven maga:

_ Vi cuando te despertaste anoche _ Sorka miraba el suelo avergonzado _ es difícil decirte lo que tengo y _, pero fue interrumpida por Leire que sonriendo le dijo

_ No tienes que darme explicaciones, soy tu aprendiz y te respeto.

Esa tarde llegaron a Poamar, era una aldea pequeña, alrededor de cien o doscientas casas de madera, unas tierras de cultivo y una pequeña muralla de madera del tamaño de una persona la rodeaba. El jefe salió a recibirlos con una comitiva de ancianos:

_ Bienvenidos _ exclamó el hombre que rondaba los setenta años _ los hemos estado esperando _ los guio hasta una casa, la mejor de toda la aldea _ entren por favor _ el pequeño grupo así lo hizo _ Merry ven pronto _ una joven muchacha de pelo negro apareció _ sírvenos néctar _ cuando esta hubo salido el viejo agregó _ es mi nieta, un poco sonsa la pobre, así que perdónenla

_ Bueno _ dijo Roar _ mandaron una petición para nuestro gremio y aquí estamos, explícanos lo que sucede _ la joven entró y repartió en unas copas el néctar, Leire notó cuando le sirvió a Redo como este acariciaba la mano de la joven

_ Hace un tiempo _ dijo en viejo, su cara cambió al igual que su voz _ una manada de Fenrus llegó a estos bosques y se dedican a atacarnos, hace como cinco noches fue el último ataque

_ No te preocupes _ tomó un trago largo el merodeador _ pronto nos dejaremos de la amenaza _ y acercándose agregó _ ¿Tienesla recompensa? _ el anciano vació una bolsa llena de monedas, los demás ancianos lo imitaron _ perfecto, necesito tres camas

_ Hoy dormirán bajo mi techo.

Cuando terminó la reunión el anciano los llevó a una habitación, ordenó a su nieta que prepara dos camas más, y los aventureros ordenaron sus cosas. Una vez fuera el merodeador dijo:

_ Hoy se quedaran en la casa Sorka, Leire y Redo, montaran guardias cuidando la aldea en caso de ataque, Sergey y yo rodearemos el bosque.

La noche cayó sobre sus cabezas, Roar y Sergey partieron hacia el bosque, Sergey cambió de forma a un animal parecido a los Fenrus, pero más pequeño y sin cuernos, Roar según escuchó de Sorka era bueno siguiendo rastros y eso estaba haciendo.

A media noche se despertó Leire, escuchó un ruido, agudizó sus oídos, procedía de esa habitación, era un llanto:

_ ¿Estás bien? _ preguntó a su maestra que sollozaba

_ No _ respondió entre lamentos _ no estoy bien

_ ¿ Dónde está Redo? _ preguntó al percatarse que el guerrero no estaba en la habitación

_ Usando a la nieta del jefe _ lloró intensamente _ luego de usarse a mí _ Leire sintió un poco de lástima por su maestra, pero cuando fue a consolarla, un grito los puso alerta, era un grito de mujer, procedente de la aldea, acto seguido corrieron hacia afuera y lo que vieron los dejó helado, un gran Fenrus gris masticaba algo

_¿Eso es una _, pero no pudo terminar la frase, el Fenrus al percatarse de la presencia de ellos aulló, otros siete animales aparecieron?

Redo llegó corriendo a su lado, desenvainó su espada y se abalanzó sobre el alfa, Sorka golpeó el báculo y comenzó a disparar bolas de aire, pero Leire estaba petrificado, una mordida en su pierna lo hizo regresar, y golpeando el báculo contra el animal lo hizo explotar, ciego por la ira y el dolor, comenzó a lanzar magia de viento contra los Fenrus, la maga había eliminado uno y el guerrero dos, frente a ellos quedaba el Alfa, otro más grande y uno gris salió huyendo

_ Yo voy por el _ gritó Leire y corrió detrás de la bestia. Cojeaba por la mordida, pero el dolor no era tan fuerte, al parecer el animal no había profundizado; finalmente el Fenrus se detuvo debajo de un roble y le enseñó los dientes, Leire golpeó el suelo con el báculo pero antes de eliminar al animal observó que una cría de este salia a verla, era muy pequeña, de color negro intenso, también se percató de que la madre estaba herida de muerte, muy probable por su culpa ; el moribundo animal lo miró a los ojos con lástima, antes de caer muerto; Leire se acercó a la cría, que mordía la oreja de su madre muerta, como queriéndolo despertar, alzó el báculo, golpeo el suelo diciendo Tetrón.

Se incorporó junto a sus compañeros y en ese mismo instante apareció algo parecido a un oso que arremetió contra el alfa arrancando su cabeza y un dardo eliminó al otro Fenrus quedando inconsciente en el suelo.

_ ¿Te duele muchacho? _ preguntó Roar a Leire

_ Un poco, pero puedo caminar

_ Menos mal _ guardando la cervantina examinó la pierna del joven _ si, no es nada.

De camino al gremio se repartieron el botín:

_ Como eres aprendiz recibirás el cinco porciento, así que toma esto es lo que te ganaste _ Leire tomó la pequeña bolsa agradecido.

_ Muchas gracias _ dijo esbozando una sonrisa en sus labios.

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