capítulo 7

Raquel no tuvo más remedio que quedarse en la habitación junto con el duque

---Vamos a la bañera para que me ayudes a estregar la espalda--- le dijo Sebastián retirándose la camisa con una sonrisa dejando ver su dorso bien trabajado

Raquel estaba roja a más no poder, hacía mucho que no veía un hombre desnudo que empezó a sentir mucho calor derepente y una corriente recorrer todo su cuerpo, pues aquel hombre tenía un cuerpo divino que la dejaba sin aliento, pero no quería dar su brazo a torcer y hacer notar que a ella también le gustaba

---llama a una de tus sirvientas que te ayuden, yo no soy tu criada---respondió molesta cruzándose de brazos

---pero es tu deber por ser mi esposa--- le respondió Sebastián con un rostro serio

--- esposa en el papel, esto no estaba incluido en el trato---

El duque al mirar la rebeldía de Raquel la cargó colocándole en su hombro mientras Raquel pataleaba para que la soltara, la llevó al cuarto de baño y la lanzó a la bañera con todo y ropa para luego el, terminar de sacarse las pocas prendas que le faltaban y meterse también a la bañera

Raquel al mirar al hombre como Dios lo trajo al mundo los colores se le subieron hasta las orejas de lo avergonzada que se sentía, Sebastián al mirarla solo sonreía y para aumentar su rubor le dijo---ahora estrega mi espalda y si también te quieres desvestir, eso ami no me molesta---

Raquel al mirar que ese hombre no era de jugar, no le quedó más remedio que hacer lo que le pedía

Después del baño Sebastián se puso su pijama mientras Raquel se cambiaba en el baño, al estar listos se acostaron a dormir... Raquel estaba más acalorada que antes pues pensó que el Duque la tomaría y la haría suya, pero este solo se acostó a dormir generando una especie de decepción en ella tanto que no podía conciliar el sueño en toda la noche

Al siguiente día Sebastián despertó sonriente mientras Raquel estaba ojerosa y se la veía cansada, Sebastián se duchó a la brevedad y salió de la habitación rumbo al comedor para darle privacidad a Raquel

Raquel después de también ducharse y vestirse bajó al comedor notando sentados a su hijo, Sebastián y una pequeña de unos 7 años

Quien al mirarla puso una hermosa sonrisa poniéndose de pie y haciendo una perfecta reverencia, Raquel al mirar lo que hacía la pequeña quedó cautivada, no le agradaban los niños pero esa pequeña tenía algo que llamaba su atención, le pareció muy dulce y encantadora

Arthur, por otro lado, también estaba encantado con la pequeña, veía en ella la hermana que siempre quiso tener

---Les presento a mi hija, ella es Cecilia, estaba en casa de su tía por eso no se las habia presentado antes ---la pequeña volvió hacer una reverencia dejándolos más enamorados tanto a Arthur como a Raquel

---¿tú eres mi nueva mamá?---preguntó Cecilia mirando con ternura a Raquel---este... yo... bueno--- decía Raquel, ya que no articulaba palabra

Arthur al mirar la situación respondió---si pequeña y desde ahora yo seré tu hermano mayor--- la pequeña puso una sonrisa radiante haciendo iluminar todo su rostro

Sebastián estaba encantado, nunca había visto a su hija tan contenta

                  CECILIA

A

Después de las presentaciones todos se sentaron en la mesa a desayunar en familia, todos se sentían regocijados en ese momento, puesto que a todos les hacía falta algo del amor que se sentía en el ambiente

Después del desayuno todos se dirigieron hasta el palacio, tenían una reunión con el emperador Rafael, una vez en el palacio enviaron a la pequeña a jugar con su nodriza mientras ellos iban a la oficina del emperador, ya en la puerta pidieron que los anunciarán después que el emperador dio su autorización todos ingresaron a la oficina

---tomen asiento por favor--- una vez todos se hubieron sentado el emperador empezó hablar--- los hice venir porque creo que ya es hora de tomar tu puesto como emperador, ya tengo todo listo para partir en una semana---

La noticia alegró a Raquel y Arthur, eso quería decir que ya estaban más cerca de su venganza, el que no estaba tan contento era Sebastián, tenía que dejar a su hija sola otra vez, hecho que no pasó desapercibido por Raquel, al salir del palacio le preguntó

---¿por qué no te hace feliz saber que pronto vamos a obtener lo que queríamos?---

---tengo que enviar lejos a pequeña otra vez y eso no me agrada---

---no hay para que enviarla lejos, llevemosla con nosotros---

Sebastián al escuchar las palabras de Raquel volteó a mirarla sorprendido le pareció un bonito detalle que se preocupe por su hija

---no la podemos llevar si las cosas se salen de control podría pasarle algo---

---no te angusties por eso, yo me haré cargo de la pequeña y si algo peligroso se me llegara acercar ten por seguro que antes de que me toque mi hijo lo dejará en cenizas--- le respondió Raquel con confianza y siguió caminando hacia el carruaje que los esperaba

Sebastián se quedó paralizado digiriendo lo que le acababa de decir Raquel, no se parecía en nada a la mujer que le habían descrito

Raquel empezó a pasar más tiempo con la pequeña Cecilia y cada vez sentía más apego hacia ella, no entendía que le sucedía pero esa niña hacía salir un lado de ella que no conocía

Arthur también estaba embobado con Cecilia la pequeña era muy dulce y carismática que por primera vez se sentía feliz, se prometió protegerla

Pasada una semana ya habían emprendido el viaje rumbo al imperio Zafiro, el emperador Rafael iba de primero en uno de los carruajes, siendo seguido por los carruajes de los demás

Raquel iba en uno de los carruajes con la pequeña, mientras que Arthur y Sebastián iban a caballo, así podían ver cualquier peligro que se atraviese

Después de una mañana de camino pararon para descansar, la pequeña no se despegaba de Raquel, las dos caminaron hasta la sombra de un árbol y se sentaron a descansar hasta que esté lista la comida

---ya me siento cansada, ¿a dónde vamos?--- preguntó Cecilia con desánimo y aburrida

Raquel le acaricio el cabello y con una sonrisa le respondió--- tu hermano mayor es el emperador de un imperio y tiene que ir a reclamar su trono---

La pequeña al escuchar las palabras de Raquel entristeció--- ¿y es necesario que reclame aquel trono?, va a pasar lo mismo que con tío Rafael, antes jugábamos mucho y ahora ya no tiene tiempo para mí---dijo mirando a Raquel con los ojos aguados

---deja que te explique, tu hermano creció solitario por culpa de una emperatriz que era muy mala---Cecilia arrugó ceño le pareció tan cruel que alguien maltrate al que ahora ella consideraba hermano

---¿qué fue lo que les hizo aquella mujer tan mala?--preguntó la pequeña curiosa

-‐-hizo que me encerraran por años en un calabozo junto con mi hijo de quien yo estaba embarazada en ese entonces--- respondió Raquel con cara de enojo

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