Capitulo 19

Nicolás ❤️‍🔥💓

No quiero— abro su blusa y empiezo hacer chupetones más visibles que los anteriores bajo la tira del sostén con mis dientes besando su hombro y acercándome de nuevo a su sen* ahora descubierto y muerdo esa pezón tan rico mam* su sen* como si le fuera sacar leche.

Dios~~—Dice gimiendo mientras yo sonreía por haber encontrado rápido su punto débil.

Me separo de ese rico melón para ir directo a su oído susurrándole— No mi Caro Dios no te está dando placer el que te lo da soy yo Nicolás— Ella se estremece y eso me fascina.

Voy a su otro melón dándole el mismo placer que el anterior mis manos se van a ese lugar escondido que no he vuelto a tocar desde ayer.

Hago a un lado su interior y a lo que toco ella está tan mojada que hace que mi dureza empiece a palpitar y doler.

Joderque mojada estas—Digo con mi respiración más agitada mientras mis dedos resbalan en ella.

Ahhh~~—Gime, pero yo ahogo su gemido en un beso lleno de fuego no quiero que nadie más que yo la escuches gemir.

Lo se he dicho que no me gusta, que no la amo y es verdad lo que quiero es solo un a costón tal vez ahí si se me quitaría las ganas que le tengo encima porque le tengo unas ganas desde que nos conocimos y juro que me las quitaré.

La embisto con mis dedos escucho sus fluidos chocarse con mis dedos sus gemidos ahogados y el sonido de nuestro beso hacen una mezcla tan deliciosa y exquisita.

Mi dureza ya quiere salir y explorar todo ese interior, siento las manos de ella bajar hasta mi dureza, pero antes de que llegue la detengo y con ello detengo también mis embestidas teniendo mis dedos aun dentro de ella.

No lo hagas— Digo con una voz ronca apenas audible con una respiración tan malditamente agitada y sé que mis ojos están oscuros por la lujuria que tengo y eso lo sé porque me veo a través de esos ojos que también me gritan por más.

Y yo a eso no me niego porque la vuelve a besar demostrando mi lujuria y deseo por ella.

Sin darme cuenta Carolina tenía mi cinturón abierto, me ha desabotonado el pantalón y con mi cierre abajo.

Con más fuerza di embestidas mientras ahogaba sus gemidos con ese beso tan fogoso que volvió esa exquisitez de sonido que eran producidos por nosotros mismos disfrutándonos tan maravillosamente.

Hasta que se escucha abrirse la puerta de una sola deteniéndome rápidamente quien mierda me interrumpe no lo sabía hasta que escucho esa vocecilla—Amorsh la inepta de tu secretaria no está deberías despedirla—Dice y creo que no se a dado cuenta.