CAPÍTULO 11.

Henrietta...

Oh por dios... ¿por qué estás actuando de esa manera Reinhard? ¿Por qué estas actuando como si Henrietta te importara? ¿Por qué... por que tienes esa mirada como si la anhelaras?

Entre al agua fría de mi bañera y me sumergi en ella. Admito qué ver aquella actitud del Duque me sorprendió demasiado y más cuando se supone que por lo que se, ambos no se llevaban bien. Saque la cabeza y me quede mirando fijamente al candelabro de la habitación.

Tengo algo de miedo y nervios de interactuar con el Duque, ¿qué pasaría si descubriera qué no soy la verdadera Henrietta? Aunque siempre me hacía esa pregunta, una parte muy dentro de mi me decía que ahora yo era Henrietta y debía resolverlo. Todo esto es muy cansado, me va a explotar la cabeza.

Siento que aunque voy bien, estoy intentando arreglar algo que no hice.

▪︎Toc toc toc▪︎

Escucho a alguien llamar a la puerta y después de decir que pase, Celia entra para ayudar a bañarme.

Era un poco vergonzoso, pero ya me estaba acostumbrando a eso.

Volviendo a mis pensamientos, mientras me relajaba, nuevamente volví a pensar que falta 1 mes para que sea el Cumpleaños de Hender y su nombramiento como Segundo Sucesor al Trono Imperial. En este Segundo mes debo de arreglar el Abismo qué hay entre mi hijo, mi Marido y yo. Bueno por el momento vamos bien, me he acercado más a Hender... solo no se como acercarme más a Reinhard.

Quiero saber cual fue el detonante en ambos, ¿qué fue lo que hizo que Reinhard se alejara de Henrietta? ¿Qué fue lo que sucedió para que Henrietta lo odiara? ¿Qué fue lo que hizo que ambos se lastimaran?

—Señora— La voz se Celia me hizo regresar. —Ya he terminado, vamos la ayudaré a vestirse.

Asentí y la seguí. Sara y Elisa entraron después para ayudar a vestirme.

—Señora, ¿está feliz?— Me preguntó Sara.

—¿Estar feliz?— La mire algo confundida.

—Así es, en menos dos Meses el Joven Maestro será conocido como el Segundo Sucesor al Trono, junto a su Alteza el Príncipe Theodore— Comento con alegría.

—Bueno en ese caso, si— Le di una sonrisa. —Estou feliz y nerviosa.

—Los Príncipes Theodore y Henderson, quienes nacieron con solo 1 día de diferencia, ambos serán reconocidos como Sucesores del Trono— Volvió a decir con felicidad. —Claro con la diferencia qué el Príncipe Theodore será reconocido como el Príncipe Heredero oficial.

Eso era verdad, aunque ambos serian reconocidos como Herederos al Trono, Theodore por ser el Hijo del Emperador sería reconocido como el Príncipe Heredero Oficial. Antes de que el Actual Emperador, Leonard Francois de Verace tomará el Trono y el Duque Reinhard fuese nombrado Duque de Ruselford, cuando aun eran Príncipes, según la costumbre en el momento en que se reconocían a los Príncipes como Candidatos al Trono, se iniciaba una guerra interna donde debían de demostrar quien era digno de llevar la corona. Aunque también era nombrado un Príncipe Heredero, si alguno de los otros Príncipes decidía pelear por el trono se lograba... y quien llegaba al Trono según la tradición, debía de matar a los otros Príncipes, para asegurarse de que el Trono no fuese robado, solo se dejaban vivas a las Mujeres, ya que no representaban un peligro para este.

Durante años sucedía de esa manera, quien llegaba al Trono debía de asesinar a sus Hermanos y tener hijos de manera rápida. Eso cambio después de que Leonard, el actual Emperador, ascendió al Trono. Él dijo que ya no seguiría más esa regla, puede ser que si el Segundo Príncipe haya muerto debido a la batalla por el Trono, pero Leonard no quería más muertes, por eso decidió no matar a Reinhard...

Que Hermandad más fuerte, me preguntó como habrá sido la relación entre Hender y Theodore antes de que todo esto comenzará. Me gustaría conocer a Theodore en persona, para saber si es más lindo que mi Hender, es obvio que mi hijo es el más bonito, pero según las reseñas del Autor, Theodore era alguien muy guapo.

—Señora— La voz de Elisa me hizo despertar de mis tantas fantasías. —Hemos terminado.

Me mire al espejo y me quede asombrada con mi apariencia. Dios mio... qué Hermosa eres Henrietta, me gustaría haber sido tan linda como tu cuando aun estaba mi mundo.

—Gracias chicas— Las mire y les sonreí, pero ellas parecieron notar mi leve tristeza.

—¿No le gustó?— Me preguntó Sara.

—No es eso— Negué. —Es solo que me dio algo de sentimiento, creo que realmente soy muy linda.

—¡Por supuesto!— Dijo Celia con alegría. —No por nada era conocida en todo su Marquesado como "La Rosa de Firetz"— Presumió. —Usted es considerada como una de las Mujeres más Hermosas de todo el Continente y hasta fue una de las más deseadas. Su Fría belleza y su extraño cabello blanco cautivaron a cientos de Personas. Me atrevo a decir esto, pero entre la Emperatriz y usted, sin duda usted es la más bella.

Me sentí avergonzada al recibir tanto elogio por parte de Celia. Ahora que lo menciona, la Emperatriz, me gustaría conocerla, también así podré salvarla de su destino. Eliana Lianchester de Wiendron... ella era una mujer muy bondadosa, amaba a sus 3 hijos con toda su alma, pero desafortunadamente sufrió de una enfermedad que le costó la vida y también se llevo con ella la del Emperador. En la novela según a palabras de Theodore a Rubí, despues de la muerte de su Madre, su Padre no fue el mismo, era como si la vida de su Padre se hubiera ido con la de su Madre. En fin, faltan algunos años para que eso suceda, así que mejor me apresure.

Entre al Despacho de la Duquesa. Se supone que tanto el Duque como la Duquesa tienen sus propias oficinas, pero no se como será la mía. Ya he visto como es la del Duque, me preguntó si la mía será igual. Bueno el punto es, que debo de tratar de no causarle tantos problemas a quien me ayudará con la Administración de la casa.

Al abrir pude observar a un Hombre Joven, tal vez hasta más Joven que yo hojear algunos documentos. Cuando el Duque me dijo su nombre no lo reconocí, pero ahora que lo veo, se perfectamente quien es.

Él es Félix Villiomore de Herea, el Tercer Hijo del Vizconde de Herea, el Erudito más Joven ya que apenas tiene 18 años y se graduo a los 14 de la Universidad del Imperio, quien se convirtió en el Maestro de Hender y en su mano derecha cuando asumió el cargo de Duque...

—Buenos días, es un placer conocerla, Gran Duquesa de Ruselford— Se inclino ante mi para saludarme.

—El placer es mío, Tercer Joven Maestro de Herea— Le devolví el saludo.

El pareció algo sorprendido, y eso hizo que se acomodara los lentes.

—Qué sorpresa, no creí que la Señora supiera quien era.

Eso fue algo ofensivo para mi, ¿Acaso me estaba llamando ignorante?

—Cuando mi Esposo me dijo su nombre no me imagine que realmente se refería a usted, ¿Quién no reconocería al Joven Herea?— Le di una sonrisa.

—Tiene razón— Miro a otro lado. —Acepte la petición del Duque por un favor qué le debo, así que espero que la Señora no me haga perder el tiempo.

Si qué este tipo no tiene miedo de decir las cosas directamente, eso es algo molesto.

—Le aseguro al Joven Herea qué eso no pasara, así que cuento con usted.

Y así pasaron 3 semanas...

...CONTINUARÁ......

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