capitulo 14: "Crimen"

Cuando llego el médico los hizo salir a todos, Constanza insistió en quedarse, pero Raquel le sugirió que por el estado de sus nervios mejor lo hacía ella.

Una vez fuera, esperaba apoyada en la pared, en un momento, presto atención en el ropaje de la Marquesa.

-¿Estuvo fuera?- le pregunto y la mujer la miro sin comprender -El ruedo de sus prendas está sucio.-

-¡Oh!... Eh... Sí, es que no podía dormir y decidí dar un paseo por el jardín.- respondió la Marquesa con dificultad.

-Ah.- esbozo y luego miro a Cristof -¿Y tú? ¿Qué hacías por el bosque a estas horas?- pregunto y él la miro con una sonrisa forzada.

-¿Qué relevancia tiene que hacia allí? Lo importante es que estaba.- respondió el joven de modo hostil y el Duque lo miro serio -La noche estaba demasiado clara, así que decidí salir a cazar.-

Alberto también se dio cuenta de las sospechas de Constanza, había algo de tensión en el ambiente, pero en ese momento el doctor salió y todos se fueron sobre el hombre para cuestionarlo.

-Excelencia ¿puedo hablar con usted privado?- pregunto él hombre.

-Sí, vamos a mí despacho.- dijo y Constanza los siguió.

Cuando llegaron, ambos escucharon muy atentos.

-Preferiría si la señora Duquesa...- trato de decir él médico.

-Mi esposa se enterrará tarde o temprano. No tenemos secretos entre nosotros.- dijo el Duque.

-Bueno...- comenzó a hablar -Paro el sangrado de la frente y necesito algunas puntadas. Los golpes sanarán con el tiempo, el té de láudano dos veces al día ayudará con el dolor en un principio.-

-¡Gracias a Dios!- exclamó Alberto y ella sonrió aliviada.

-Pero aún hay más...-

-¿más?- preguntaron a duo.

-Si, alteza, y... lamento que la señora escuché esto...-

-¡Hablé de una vez!- exclamó Constanza.

-La joven ha sido... Ha sido ultrajada.- dijo al fin.

La Duquesa se tapó la boca con la mano, horrorizada, mientras que su esposo solo quedó en silencio.

-Ya le he dado todas las recomendaciones a la señora Raquel, mañana regresaré para ver cómo sigue.- continuo el hombre.

-Muchas gracias.- dijo el Duque dándole la mano, luego lo acompañó hacia la salida, no sin antes pagarle.

-¿Quién pudo hacerle algo tan... Horroroso?- pregunto Constanza una vez solos -Mi pobre niña -

-No lo sé cariño, no lo sé.- respondió Alberto abrazándola.

Esa noche, nadie pudo apartarla de al lado de la muchacha, por más insistencias de la señora Raquel planteadas. A la mañana siguiente, muy temprano, llegaron Alberto y cristof.

-¿Cómo se encuentran?- pregunto su esposo.

-Hace un momento despertó, pero comenzó a llorar hasta volver a dormir.- respondió Constanza.

-Mande a llamar a su tío, para informarle.- dijo Alberto.

-Quiero ir contigo.- dijo la Duquesa.

-Constanza, no creo...- trato de decir él.

-¿Te quedas con ella un momento?- pregunto a Cristof, ignorando por completo a su esposo.

-Claro que sí.- respondió el muchacho, quien se notaba afectado con lo ocurrido, para sorpresa de ella.

En el despacho, con el tío de Inés, el Duque le informo lo ocurrido.

-Le prometemos que aquí será bien cuidada hasta que se recupere por completo, así como que no pararemos hasta dar con el culpable de este hecho tan aberrante.- continuo Alberto.

-Suerte con eso, excelencia.- dijo el hombre con aire frío.

-¿Qué quiere decir?- pregunto ella.

-Sabía que algo sucedería algún día, estaba muy diferente desde que trabajaba aquí arriba.- respondió el "Tío".

-¡Pero, ¿Qué demonios está diciendo?- pregunto Constanza muy alterada.

-¡Últimamente parecía una cualquiera! ¡Una mujer de la vida!- exclamó él hombre.

-Constanza...-Trato de decir él Duque, al ver la expresión en el rostro de su esposa

-¡¿La culpa a ella por lo sucedido? ¿PERO QUE CLASE DE MONSTRUO ES USTED?- grito la Duquesa indignada.

-Bueno, creo que todos estamos muy alterados.- tercio Alberto en tono firme, pero tranquilo, para calmar las aguas -¿Desea ver a su sobrina?-

-No, no. Tengo trabajo pendiente. Con permiso, excelente.- respondió y salió del cuarto.

Constanza se cruzó de brazos viendo a su esposo, sin dar crédito de lo que acababa de ocurrir con ese ser tan desagradable.

Cristof se quedó acompañando a Inés en lo que los Duques regresaban, cuando ellos entraron él estaba sentado tomando la mano de la joven, quien no había vuelto a despertar. Alberto dijo que iba a hablar con los empleados, por si había visto algo y el muchacho pidió acompañarlo.

Entre los trabajadores se encontraba el tío de Inés, quien los escuchaba muy atentamente.

-Si alguien vio o recuerda algo, no duden en recurrir a mí o a Cristof.- dijo el Duque y todos asintieron, luego Benavides se acercó a ellos.

-Excelencia, quería discúlpame por mí actitud de esta mañana.- dijo -No supe como reaccionar.-

-No se preocupe, entiendo la situación.- dijo Alberto.

-Agradezco todo, aunque... Tal vez, el culpable se encuentre más cerca de lo que creemos.- continuo, desviando la mirada hacia Cristof.

-¿Qué quiere decir?- pregunto Alberto en duro tono.

-Excelencia...- tercio el joven, quien decidió ignorar al hombre -Ustedes dos.- continuo señalando a dos guardias -Vengan conmigo.- y salieron caminando rápido junto a Alberto.

-No le prestes atención a lo que ha dicho.- dijo el Duque -Es un hombre confundido.-

-No te preocupes, ya lo he olvidado.-

-¿Qué harás? Hijo.- pregunto.

-Quiero averiguar si en el pueblo llego alguien nuevo... O tal vez... Alguien con actitudes sospechosas.- respondió Cristof, sin dejar de caminar rápido.

-Está bien, pero no sé te ocurra adentrarte a los bosques en busca de los bandidos solo.-

-¿Por qué no? Tú lo haces todo el tiempo.- lo contradijo él muchacho.

-Pero con todo un séquito de guardias junto a mí.- se excusó el Duque -Además, no creo que hayan sido ellos, se la hubiesen llevado o asesinado.-

-A eso último lo intentaron, pero puede ser...- agrego el joven mientras montaba.

-De igual manera, hijo, ten cuidado, no des un paso sin decirme antes.- dijo Alberto en modo de súplica.

-Claro, no te preocupes, padre.- respondió Cristof mientras montaba y se fue a todo galope, mientras Alberto lo veia marcharse con una sonrisa. Feliz de haberlo escuchado decir "Padre" cómo cuando era un niño.

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