capitulo 12: "Los Marqueses de Roth"

Cristof ya se encontraba en su habitación, recién había llegado de la taberna, se alistaba para dormir cuando alguien tocó a la puerta.

-¿Señora Marquesa?- pregunto sorprendido en cuanto abrió.

-Me sorprendió no verlo ni en todo el día.- comento ella seductora y él señaló para que pase.

-Bueno, es una gran sorpresa, debo de admitir.-

-Me preguntaba si deseaba recordar viejos tiempos.- pregunto directa la Marquesa dejando caer su bata y quedando completamente desnuda.

El muchacho quedó viéndola desorbitado por un momento, pero después reaccionó, fue hacia ella y la beso. Luego la guio hacia la cama, donde se sentó y ella sobre él, sin dejar de besarse, lo ayudo a quitarse la camisa. De repente se paró y lo empujó hacia atrás recostándolo en la cama y bajo hasta su entre piernas. Lo ayudo a desabrocharse el pantalón y comenzó a actuar con delicadeza en esa zona, ejerciendo sobre él, más placer. La tomo del brazo y la arrojo sobre la cama para terminar de desvestirse. Al verla que quedó boca abajo le dijeron la cintura para enderezarla un poco, y así poder penetrarla.

Rápidamente, la habitación se inundó de jadeos y gemidos, que duraron horas, con mucha pasión. Continuaron así, realizando diversas posiciones hasta que se hubo apagado el deseo.

Al finalizar, la Marquesa se retiró rápido a su cuarto, antes de que alguien de De cuenta. Cristof se sentía muy bien, cómo hacía tiempo no lo hacía.

En el desayuno del día siguiente, los Duques estaban sentados a la mesa con la Marquesa. Constanza se sentía muy incómoda con la presencia de esa mujer, pero Alberto platicaba muy ameno. De repente, todos se quedaron muy atónitos, cuando Cristof entro a la sala.

-Buenos días.- saludo sentándose, todos lo observaron por un momento, hasta que reaccionaron y respondieron al saludo.

Alberto lo veía disimulando una sonrisa y él lo miro con el ceño fruncido.

-Que gusto verte, hijo.- dijo Alberto.

-Alberto me comentaba de los hermosos paisajes que hay cerca, es una pena de que él esté tan ocupado para acompañarme a conocerlos.- comento la Marquesa, ajena a lo que estaba pasando.

-Sería un placer para mí reemplazarlo en esa labor, señora Marquesa.- respondió el joven y los Duques se miraron extrañados.

-Pero... ¿Y tu viaje?- pregunto Alberto.

-Si, apropósito de eso... No viajaré.- respondió.

-¿De verdad?- pregunto él Duque sin ocultar su alegría

-Por lo menos, no por ahora.-

Cobranza y su esposo cruzaron una mirada y sonrisa cómplice. Saltó la sospecha del porqué su cambio de planes, pero no importaba¡Se quedaría!.

Por la tarde la Duquesa estaba mirando con un triste semblante hacia el jardín por la ventana de su alcoba. Inés se paró a su lado.

-Parece que son amigos...- comento la muchacha viendo que en el jardín paseaban el joven cristof y judith

-¿Qué?- pregunto desconcentrada ella -¡Oh! Te refieres a la Marquesa de Roth y a Cristof.-

-No comprendo por qué no se puede quedar sol en su Castillo de Roth.- continúa Inés.

-¿Cómo has dicho?- pregunto Constanza -"El castillo de Roth.- repitió recordando la vez que su esposo dijo "Algunas personas creen que por tener un título pueden apoderarse de la vida de los demás", se refería a la mamá de Cristof quien trabajo allí.

-No entiendo, señora...- decía la niña.

-¿Mi esposo ya se marchó?- pregunto.

-Creo que no, señora...-

Sin mediar más palabras se dirigió directo al despacho de su esposo, cuando llego abrió la puerta de par en par, Alberto la miro sorprendido.

-El Marqués es el padre de Cristof...- dijo directa.

-cariño...- quiso decir Alberto caminado hacia ella.

-¡No!- Exclamó cuando él la quiso tocar -¿Cómo puedes relacionarte con el hombre que lastimó a la mujer que tanto amaste?-

-Cielo, es más complicado de lo que crees...- trato de decir él.

— ES QUE NO LO ENTIENDO.- grito.

-¡Me dejas hablar! Por favor.- Exclamó Alberto y ella lo miro -Cariño, el Marqués es el dueño de las tierras?.-

-¿Las tierras del señor Mijares y clemente?- pregunto, nombrando los padres de las familias con las que ella había hecho amistad.

-Sí.- respondió y su esposa bajo la mirada afligida -Como verás, me conviene tener una buena relación con él.-

-Pero... ¿Cuál sería la solución?-

-Comprarlas, pero no quiere vender...-

-Pero no es justo, cariño.- comento ella caminando hacia el sofá -¿En qué puede modificarle al Marqués esas tierras?-

-No lo sé, amor mío.- respondió él caminando hacia ella -Cristof... Cristof es mí hijo... mío.- reafirmó

-Ya lo sé, amor.- susurro ella, tocándole la cara con una sonrisa, luego bajo la mirada triste.

-Pero a ti, te ocurre algo ¿Verdad?- pregunto Alberto.

-No estoy embarazada.- esbozo ella dejándose caer en el sofá entre lágrimas.

-¡Oh! Amor mío.- dijo él agachándose a su lado y tomándole la mano -Pero si apenas estamos casados...-

Ella asintió con la cabeza, pero sus lágrimas no dejaban de brotar, así que él se sentó a su lado y la abrazo.

-Además, vele el lado positivo.- agrego Alberto y ella la miro triste -Podemos seguir buscando...- y Constanza sonrió -Te amo, cariño.- continuo él y la beso.

Unos días más pasaron, y todo estaba muy tranquilo, aunque Constanza trataba de evitar a la Marquesa lo más que podía.

Una noche, Inés estaban en la biblioteca observando un libro, estaba tan concentrada que no se dio cuenta de de de que a sus espaldas se acercaba Cristof.

-Buenas noches.-Dijo. Ella abrió grandes los ojos y rápidamente guardo el ejemplar entre sus ropajes. Cristof era tan alto y ella tan pequeña, que logró verla, pero disimulo una sonrisa para que la muchacha no la vea.

Inés luego se dio la vuelta y saludo con una reverencia, para acto seguido salir prácticamente corriendo. Cuando abrió la puerta se topó con la Marquesa, quien se dirigía hacia el lugar.

-¿Se le ofrece algo? Señora.- pregunto la joven. Judith miró automáticamente a Cristof.

-Claro que no.- respondió, e Inés vio a ambos de manera sospechosa.

-Entonces, me retiro. Si me disculpa.- finalizó, haciendo otra reverencia y marchándose, aunque le extraño está actitud.

Unas tardes después, Constanza, decidió socializar con la Marquesa, así que la invitó a tomar el té, aunque le costaba entablar una conversación, sus gustos era muy diferentes. Hasta que entró el joven mulato.

-Cristof me ha invitado a dar un paseo en carruaje.- explico la mujer y ella sonrió -¿Gusta acompañarnos?-

Constanza miró al joven, quien parecía disgustado.

-Me gustaría, pero he mandado a elaborar unos dulces para las hijas de unos campesinos y deseo llevárselos.- se excusó.

-Oh, que simpático... esa clase de consideración con la plebe.- comento Judith algo horrorizada.

-Creo que es de buen samaritano ayudar al prójimo cuando lo necesita, no importa si nivel social.- respondió con dureza.

-Por supuesto, pero se la extrañará en el paseo.-

-Me imagino que sí.- respondió ella sarcástica, mirando a Cristof.

-¿Vamos?- pregunto el joven ofreciéndole la mano a la mujer, luego se marcharon.

-Esa Marquesa...- comento Inés de modo hostil viéndolos partir, ella la contempló sorprendida por esa actitud.

Más populares

Comments

Maria Elena Maciel Campusano

Maria Elena Maciel Campusano

Bueno al menos todo queda en "familia", el "marqués" es papá de Cristof y la "marquesa" su madrastra pero ese Cristof es muy rencoroso qué pasaría sí se entera que su padre es el "marqués"???🤔🤔🤔

2024-07-03

4

Cecilia Lujan Ruiz Diaz

Cecilia Lujan Ruiz Diaz

amo tu comentario!! jaja me encantó jajaja muchas gracias!!! 🥰🥰🥰

2024-06-19

0

Martha Mena Wong

Martha Mena Wong

Así o más descarados deberían de darles a lis 2 un buen correctivo

2024-06-18

3

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play