Magia

Sin saber qué está pasando, liviana nueve sus manos con desesperación, y al hacerlo ve sus manos como la de un bebé, y eso le provocó más deseo de llorar, pues ser un bebé no es nada bueno.

La señora que la cargaba estaba llorando y decía palabras que ella no entendía cuáles eran, ya que su audio no es tan bueno, y esa misma mujer, la paso con otra más, la cual se veía un poco cansada, esa mujer resultó ser su madre Isabel.

Liviana lloraba de felicidad, y deseaba con todas sus fuerzas hablar para decirle a sus padres que ella ya está devuelta, y que lamenta lo que pasó, que lamenta ser una tonta que se dejó engañar.

Cuando su madre le puso los pechos en la boca, fue la cosa más asquerosa que existen y al principio estaba renuente a tomar los alimentos de ella, pero tenía hambre, y por el momento, aunque se sienta avergonzada de hacer algo así, ella por el día de hoy tomará los alimentos así.

Por esa razón, a partir de ese día, Liviana ahora Noelia, se negaba a tomar los pechos de su madre, y eso provocaba que la mujer se preocupara, ya que un bebé recién nacido tiene que alimentarse del pecho de su madre.

Para no dejar morir de hambre a la niña, la mujer habló con su padre sobre la situación, y esté le comunicó, que la aldea tiene una leche de vaca especial para los niños recién nacido, una leche que ya ha sido bendecida por la Citrión, y que eso ayuda a los infantes que no quieren tomar leche de los pechos de su madre, a ser alimentados.

Tal cosa fue buena noticia, y más cuando le dio el primer biberón a su hija, que está se lo tomó sin dudarlo

5 años después

Liviana luego de su nacimiento comprendió que debe de mantener la calma, ya que el crecimiento de un bebé es lento.

La joven se moría de vergüenza cuando le cambiaban los pañales, y aunque deseaba controlar su cuerpo, ese tonto cuerpo hacía lo que le dé la gana.

Cuando cumplió su primer año agradeció por eso, y para esa edad, ya caminaba para todos los lados y podía hablar bien, dejando claro de que será una niña prodigio, la pequeña desde temprana edad se metía a la biblioteca, pues así nutre sus ya conocimientos, y también evita aburrirse jugando con esos niños tontos, los cuales se compartan de manera ridícula, y hasta gritan por todo y por nada, y ninguno desea jugar con ella, ya que ella solo desea leer libros, sus libros favoritos eran sobre magias, y ya en secreto, de poco en poco, practicaba a escondida algunos hechizos fáciles de hacer, pero como resultado, terminaba muy agotada, ya que su cuerpo al ser muy pequeño, no tenía la capacidad de manejar mana a gran escala. Esos libros están ahí gracias a la Citrión.

Al cumplir los 4 años, ella se cansó de leer libros, y por eso le pidió a sus padres tomar clases y esto, no muy convencidos, le tomaron la palabra, para darse cuenta a un año siguiente, que su hija Noelia era una prodigio en los estudios, a esa edad, los padres de la niña, descubrieron que ella tenía magia, y por su bien, solo se lo comunicaron los líderes de aldea y estos le sugirieron, hablar con la Citrión del bosque, para que ella les diga que hacer, pues allí nadie tenía conocimiento de magia.

Por eso, ellos tomaron frutas y flores silvestres, y la llevaron al altar de la Citrión, y allí le empezaron a invocarle.

Ella en poco tiempo llegó a ello, cosa que dejó sin palabras a los 4 líderes de aldea, ya que la Citrión del bosque, no llega así de rápido cuando algunos de ellos le habla, o solo se le aparece en sueño.

Pero lo que llegó después fue lo que lo dejó sin palabras, ya que la diosa fue a dónde estaban los padres de Noelia, y los abrazo con mucho cariño.

—Por fin llegan a buscar mi ayuda, le gustó mi regalo, sé que si— le susurra ella a ambos y los dos solo pudieron abrir los ojos como platos, ya que no se imaginaban que la mujer le daría la oportunidad de ser padres otra vez y de una niña igual a Liviana.

Ellos, antes esas palabras, solo pudieron guardar silencio, pues tenían la mente totalmente en blanco, ya que tal cosa para ello es un milagro demasiado grande

——— Nota

Ya nació Liviana, ya empezó lo bueno, estoy haciendo muchos capítulos, para ver qué día puedo dar un maratón

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Sin más, nos vemos el viernes si Dios quiere.

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