CAPÍTULO 15.

CAPÍTULO 15.

Mientras tanto, Bradley y Michael continuaban con sus planes. Habían llegado a una casa oculta en medio de la nada. Parecía una especie de búnker subterráneo. Estaba rodeada por árboles y otras vegetaciones. Por fuera parecía una simple cabaña abandonada. Tenía un cuadro igual de viejo que el resto de la casa y detrás de él un aparato para reconocer el rostro más un teclado numérico para, según supuso Bradley, ingresar una clave. Michael mostró su rostro ante el aparato y luego ingresó la clave numérica. Cuando el sistema las aceptó, se abrió una puerta que se encontraba en el suelo de la casa, a pocos centímetros de donde estaban parados. 

—Sígueme. —Dijo Mike.

Brad caminó detrás de él obedientemente y pronto comenzaron a descender por unas escaleras que permanecían levemente iluminadas, mientras qué, detrás de sí, la puerta comenzaba a cerrarse. Bradley miraba todo con curiosidad. 

Después de unos segundos, llegaron a una sala de estar. Michael se giró hasta quedar frente a su hermano. Tenía curiosidad por saber qué opinaba de ese escondite.

—¿Aquí es dónde te ocultaste durante los últimos diez años? —preguntó.

—Así es. —Dijo Michael. —Pertenecía a mi padre. Lo construyó por si acaso en algún momento debía huir. Antes de morir, me dejó las coordenadas, además de algunas cosas más. 

—No me extraña que Liam Savrinn sea tan difícil de encontrar. —Dijo Bradley. 

—No era solo por mí. —Dijo Mike. —Debía proteger a quienes estaban cerca de mí. 

—Dijiste que eres el hijo bastardo de Gary. —Exclamó Brad. —¿Quién era tu madre?

—Supongo que recuerdas a Christine Smith. 

—Sí. Gracias a ella logré finalizar mis estudios y ser quién soy. —Dijo Brad. —Me dio una mano cuando mis padres me dieron la espalda.

—Christine estaba enamorada de Gary. Ella trabajaba para la familia desde muy joven. Gary y ella tuvieron un romance secreto. Se veían a escondidas, ya que por el nivel socioeconómico de ella, no estaba para nada bien vista su relación. Sin embargo, Gary le había prometido a Christine que la encontraría en la noche para escapar junto a ella. Esa tarde Christine supo de su embarazo. Gary nunca apareció. Al tiempo ella supo que él se había comprometido. Decidió criar a su bebé sola y así fue como yo terminé viviendo con Michael Morrison Sr., mi padre. 

—Vaya novela. —Dijo Bradley. 

—Si… Y por algún motivo Gary me quiere muerto. —Exclamó Mike. —Cuando Michael murió, el servicio secreto se hizo cargo de mí. Pude conocer a mi madre antes de morir y fue así como supe todo esto. Michael me dejó una llave que pertenecía a una caja fuerte, la cual contenía todo lo que ya sabes. 

—No sabía que tu madre murió. —exclamó Bradley.

—Fue tiempo después de tu entrada a la Universidad. —Dijo Mike. —Sin embargo, no se fue sin antes decirme de ti.

—Creo que una parte de mí se alegra de tener un hermano. —Dijo Bradley. 

Mike sonrió. 

—¿Quieres conocer el resto de la casa? —preguntó.

Bradley asintió. Michael lo llevó a conocer la cocina/comedor, las habitaciones y el baño. 

—Es algo pequeño, pero sabrás entender que es para ocultarse. —Exclamó Mike. —Tiene un solo baño y dos habitaciones. 

—Es suficiente. Al menos para ti. —Dijo Bradley. 

—Si… Algunas veces Nick se queda aquí, pero supongo que no tendrá problemas con usar el sofá. 

—¿Alguien más sabe de este lugar? —preguntó Bradley. 

—Nick, Harry, yo y ahora tú. —Exclamó. —Esta será tu habitación a partir de ahora.

—Necesito saber que Sarah estará a salvo. —Dijo Bradley.

—Lo sé. —Dijo Mike, suspirando. —Haré lo posible por convencerla de venir aquí. 

—Quiero hacerte una pregunta. —Dijo Bradley, tomando asiento en la cama. 

—Suéltalo. —Dijo Mike, apoyándose contra el marco de la puerta, de brazos cruzados.

—¿Tú aún la amas? —preguntó Brad. —A Sarah.

Michael suspiró.

—Las personas cambian. Cuando deje a Sarah era un niño aún. —Exclamó. —Cuando volví a verla tuve la misma sensación que cuando la conocí. 

—Eso no responde a la pregunta. —Exclamó Brad. 

—La amo. —dijo Mike. —En estos diez años no he dejado de pensar en ella. Pensé en cómo sería ahora, si tal vez tendría alguien más en su vida… Me pregunté muchas cosas… También pensé en lo que ella diría cuando nos reencontramos, si es que eso pasaría alguna vez. Construí una vida con base en ella. —Exclamó él. 

—¿De qué hablas? —preguntó Bradley. 

—Esta vida… Mi vida es un riesgo constante. —Exclamó Mike. —Nick tiene instrucciones precisas sobre lo que debe hacer si algún día me pasa algo. Jamás dejaría a Sarah desamparada. 

—Sabes que Sarah estuvo años con asistencia psicológica por tu abandono, ¿verdad?

Michael asintió.

—Pague por todo. —Exclamó. —Intente mantenerme lo más alejado de ella posible, pero siempre atento a sus necesidades. Supe que su seguro no tenía la cobertura para aquello, es por eso que le pedí a Nicolás que realice el pago de las sesiones bajo el nombre de su seguro médico.

—No puedo creer. Todo esto es una locura. —Dijo Bradley.

—Era la única manera de mantenerla a salvo. 

Bradley hizo silencio. En el fondo sabía que Michael hizo lo mejor que pudo, solo era un niño en aquel entonces. 

—Tú… ¿Estás enamorado de ella? —preguntó Michael.

Bradley sonrió.

—Es una hermosa mujer. —Dijo él. —Admito que muchas veces me imagine haciéndola feliz. Pero no es de mi tipo.

—Sarah es del tipo de cualquier hombre. —Exclamó Mike. —Siempre fui tan celoso. Claro que no se lo demostraba. Pero lo era. 

—Bueno… Sin embargo, mi tipo no son las mujeres. —Exclamó Brad. —Es por eso que Gary me desheredo.

Mike lo observó unos minutos mientras analizaba las palabras.

—Oh… Oh… —Dijo finalmente. —Ya… Lo entiendo. 

—Sarah es como una hermana para mí. —Exclamó Bradley. —De no ser por ella, tal vez estaría perdido o incluso muerto.

—Haré lo posible por traerla aquí. —Exclamó Mike. —De lo contrario ese amigo tuyo la matará.

—Conocí a Jake en la academia. No me pareció un mal hombre. —Dijo Brad. —Pero supongo que tú sabes cosas que yo no. 

—Sí, algo así. —Dijo suspirando. —Digamos que Kline tiene un largo historial bajo la alfombra. Y por esa razón, la Organización lo trajo aquí. 

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