Intrigas y algo más

El día en el Parque de Diversiones fue extremadamente alegre, al regresar a sus hogares los seis jóvenes lo hicieron exhaustos y satisfechos por haberla pasado sumamente bien. Por su parte Luana, se decidió a confesar ante Sofía y Esther que le gustaba Javier, y tras afirmar que no se lo iba a dejar a Azul, las tres comenzaron a fraguar su plan, un plan con el cual pretendían dejar a Azul muy mal frente a todo el colegio.

Al día siguiente, Luana observó furtivamente a sus amigas, Sofia y Esther, mientras disfrutaban de sus bebidas en la cafeteria del colegio. Una sombra de determinación se reflejaba en sus ojos.

-Chicas, necesito saber si me van a ayudar con todo ese tema de la niña rica- comenzó Luana en un tono bajo pero decidido.

-¿Tienes algo en mente?- preguntó Sofía, con curiosidad.

-Ayer descubrí algo inquietante sobre su familia. Rumores sobre su hermano Adrian están circulando, y hay algo más...-dijo Luana en voz baja, creando un aura de misterio.

-¿Qué pasa con Adrián?- preguntó Esther, inclinándose hacia adelante.

-Se dice que estuvo involucrado en un escándalo que la familia trata de ocultar a toda costa. Parece que las habladurías apuntan a que estuvo en problemas legales- reveló Luana con un tono conspirativo.Sofia frunció el ceño.

-Eso suena serio. Además no creo que sea cierto- espetó Esther negando- la familia Lewis nunca ha estado involucrada wn ningún tipo de escandalo- agregó.

- Es verdad, igual yo no veo cómo puede ayudarnos eso el tema de Javier y Azul- comentó Sofía.

-Tenemos que vincular esa información con el origen de Azul- les dijo Luana- He averiguado que su nacimiento fue el resultado de una relación extramatrimonial del padre. Si logramos que esto salga a la luz, podría desestabilizarla emocionalmente y afectar su imagen- agregó la muchacha con una chispa de malicia en sus ojos. Esther parecía preocupada.

-Luana, esto es realmente serio. ¿Estás segura de querer seguir adelante con esto?- le dijo dudando.

- Esther tiene razón, Luana. Jugar con secretos familiares podría ser demasiado- agregó Sofia, con tono de advertencia.Luana les lanzó una mirada firme.

-Esto es personal. Azul ha cruzado la línea, y es hora de que sepa lo que se siente ser señalada. Confíen en mí, esto es lo que debemos hacer- le dijo Luana. Las tres chicas terminaron su café en un silencio incómodo, cada una sumida en sus propios pensamientos sobre el plan que se estaba gestando, lleno de secretos familiares y misterios por desentrañar.

Finalmente, coincidieron en que meter al hermano de Azul en sus artimañas sería demasiado arriesgado, así que decidieron no involucrarlo, y encarar el problema desde otra perspectiva.

Aproximadamente una semana después, Azul se encontraba sentada en uno de los bancos del colegio junto a Laura y Javier, cuando de repente uno de los chicos que cursaba un año menos que ellos se detuvo frente a ella, la miró a los ojos, le sonrió de lado y le dijo...

-Hubieras avisado antes, que cobrabas tan barato, Azul- la muchacha lo miró sin entender, y el chico se marchó.

-¿Qué le pasó a ese?- indagó Laura sorprendida

-No sé- dijo Javier y luego los tres continuaron con su charla.

Llegado el mediodía, Azul caminaba en compañía de sus amigos hacia el comedor del colegio, no pudo evitar notar las miradas poco disimuladas que se posaban sobre ella, los murmullos de algunas chicas y chicos, y mucho menos el comentario de uno de los muchachos que se hallaban cerca.

-La verdad, si hubiera sabido que era tan barata, me hubiera acercado antes...- dijo, mientras veía su móvil, sorprendiendo a todos con su comentario.

Entonces Javier, quien suponía de que se trataba el asunto, no dudó en defender a su amiga.

-¿Qué quisiste insinuar?- preguntó.

-Nada, solamente dije lo que me enteré- respondió el muchacho.

-¿Y qué te enteraste?- indagó Javier ofuscado, el joven le extendió el móvil.

Los ojos de Javier se abrieron en demasía cuando observó lo que decía en un mensaje que el muchacho había recibido.

-¡Más vale que ninguno crea nada de esto!- amenazó y tras devolver el aparato, caminó hacia las dos muchachas, tomó a cada una de la mano y las sacó del lugar.

-¿Qué, qué pasó?- preguntó Laura.

-¿Era algo con respecto a mí, verdad?- indagó Azul.

-Así es- respondió el muchacho- pero no hagas caso, yo voy a encargarme de eso.

-¿Qué era? ¿Qué decía?- preguntó nuevamente Azul.

-Un texto, que decía algo así como que ofreces tus servicios gratis- le dijo Javier y la muchacha negó con la cabeza.

-¿Pero quién puede tener algo contra ti, para inventar un rumor?- preguntó Laura, y vio a lo lejos a Luana y sus amigas cuchicheando- ¡Ya sé quién!- agregó y caminó directamente hacia las otras chicas, cuando llegó donde ellas estaban, puso las manos en su cintura y las enfrentó.

-¿Te parece gracioso lo que haces?- indagó.

-No sé de qué estás hablando?- dijo Luana sin inmutarse.

-¡Lo sabes perfectamente!- le increpó Laura- pero te advierto que si sigues con eso te las vas a ver muy feas- agregó para luego marcharse, dejando en el aire aquella amenaza.

Luana miró a sus amigas y se encogió de hombros, escondiendo una sonrisa llena de satisfacción.

Cuando llegó la hora de salida, Azul caminaba con sus amigos rumbo a la puerta, no vio el coche que su hermano siempre enviaba a recogerla, ni tampoco el coche de Adrián, pensó que quizás se hubieran retrasado por alguna razón. Y en el preciso instante en que estaba por marcarle a Camila para preguntar, oyó los cuchicheos de algunas de las chicas que venían detrás de ellos.

-¡Guau! ¿Has visto ese coche?- indagó una.

-¿Te estás fijando en el coche? ¿Acaso eres ciega? ¿No ves el bombón que acaba de bajarse de él?- dijo la otra.

-¿Quién será? ¿Un profesor nuevo quizás? ¿O tal vez vino a buscar a alguien?- expresó otra de ellas.

-Si vino a buscar alguien ¡ qué suerte la de la fulana! Aunque yo no tendría problemas en compartir semejante hombre- agregó la primera, Azul negó con la cabeza ante aquel comentario, alzó la mirada y sonrió al ver a Jackson apoyado contra la puerta de su automóvil, esperando.

El pelirrojo, quien debido a que Adrián y Camila no habían podido buscar a Azul, se ofreció para escoltarla a casa, y allí estaba esperándola. Apenas la vio, Jackson alzó la mano, haciéndole señas, la muchacha se sonrojó, tras observarlo mientras caminaba, iba sabiendo que una vez que subiera al coche del amigo de su hermano, eso sería el nuevo comentario de todos los que la veían y los que no, aunque tuvo que reconocer que la novia del pelirrojo, de verdad tenía mucha suerte.

Aquí nuestro pelirrojo.

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