Mientras Azul comenzaba sus clases, iba conociendo con mayor amplitud su nuevo colegio, a sus profesores, la amistad entre ella, Laura, Javier, Anna, Sandy y Matias iba en crecimiento, desde el primer momento los cinco jóvenes habían aceptado a la muchacha en su grupo, sin siquiera saber sobre la posición social de ella, y luego de tratarla por unas cuantas semanas terminaron de corroborar de que a pesar de ser ella una de las herederas de la Corporación Lewis, Azul era una muchacha, simple, sencilla y dulce. Pero así como ellos la habían aceptado, hubo alguien que también desde el primer momento en que la vio caminar pos los pasillos del colegio, decidió hacerle la vida imposible a la muchacha, para ella no era justo que una recién llegada le quitara la atención que hasta el año anterior había sido solo para ella misma, por ser hija de uno de los banqueros más importantes del lugar. Y además de eso se sumaba el hecho de que Azul se había integrado al grupo de Laura, donde se hallaba también Javier, su crush desde hace años.
-¡A mi no me importa quién seas, niñata!- expresó Luana con claro rencor en su voz, luego de ver pasar a Laura y su grupo rumbo a la salida del colegio, y advertir que Azul iba caminando y charlando muy divertida con Javier- Juro que te voy a sacar del medio- agregó y en su mente comenzó a fraguar un plan para que la buena fama de la muchacha se viera afectada.
-¡Mañana es nuestro primer examen!- exclamó Anna emocionada mientras caminaban hacia el comedor del colegio.
-¿Estás nerviosa, Azul?- indagó Matias, mirando a la muchacha rubia que caminaba aún silenciosa junto a ellos.
-Me temo que sí- respondió ella- espero cumplir con las expectativas- agregó, Javier se acercó a ella y pasó un brazo sobre los hombros de la muchacha.
-No te preocupes, Azu- le dijo con claras intenciones de tranquilizarla- Estoy seguro de que vas a lograrlo- agregó, Azul le sonrió tímidamente, sin saber que a lo lejos Luana los observaba con el ceño fruncido y la rabia carcomiendo sus entrañas.
-¡Es cierto Azu!- exclamó Laura acercándose a ellos y tomando el brazo de Azul, rescatandola de los brazos de su hermano.
-Eso espero- comentó la muchacha y cuando llegaron al comedor la atención de todos se desvió a lo que allí estaba ocurriendo.
Los seis se dirigieron a la barra del lugar, tomaron una charola cada uno y fueron sirviendo en ella lo que iban a almorzar, después se ubicaron en una mesa que se hallaba cerca de una ventana, y comenzaron a platicar sobre el colegio y algunas actividades extras que tendrían.
-¡Se me acaba de ocurrir una gran idea!- exclamó de repente Sandy, y todos la observaron.
-Esperemos que tu gran idea no tenga que ver con monos otra vez- comentó Matias sonriendo.
-¿Con monos?- preguntó Azul sin comprender.
-Si, monos- respondió Matias, y cuando se disponía a contar al respecto, Sandy lo interrumpió.
-Ya, ya, Mati- le dijo intentando callar sus palabras- prometo que no tiene nada que ver con monos- agregó.
-Bueno, entonces cuenta tu maravillosa idea- dijo burlándose el muchacho.
-Se me ocurrió que si mañana todos pasamos el examen, podríamos ir a festejar saliendo juntos al parque de diversiones- replicó la muchacha, todos ladearon la cabeza, y comenzaron a sopesar la idea.
Luego de un largo rato, deliberando y discutiendo al respecto, quedaron de acuerdo en aceptar la idea de Sandy, quien se sintió orgullosa de haberla propuesto.
Al día siguiente, todos se encontraron en la puerta del colegio, Azul bajó del coche de Jackson, quien se había ofrecido para llevarla al colegio, ya que Adrián y Camila se llevarían al chófer. Durante el trayecto ninguno de los dos dijo nada, lo compartieron oyendo música y al llegar, Jackson detuvo su vehículo y ella se bajó.
-¡Muchas gracias por traerme!- dijo la muchacha con alegría.
-No hay de qué, bonita- le respondió el pelirrojo- Paso por ti a la salida- agregó para luego verla alejarse, deteniéndose en el camino junto a otros chicos y chicas de su edad que supuso eran sus amigos.
Al llegar junto a ellos, Azul los saludó, comenzaron a caminar para ingresar al colegio, Jackson quien aún estaba con su vehículo estacionado, lo puso en marcha, mientras observaba que Azul se quedaba algo rezagada con uno de los chicos que había saludado. El pelirrojo levantó una de sus cejas con diversión y sonrió, dándose cuenta de que la hermana de su amigo había logrado adaptarse a su nueva vida a la perfección.
La hora del examen llegó, y el profesor se encargó de corregir a medida que los alumnos le iban entregando los resultados, cuando estaba casi por terminar el horario de la clase, este le entregó a cada joven su examen mientras iban saliendo y tras darle un vistazo todos saltaron y gritaron de alegría por haberlo pasado.
-¡Entonces, mañana al parque de diversiones!- exclamó con alegría Sandy.
-¡Al parque de diversiones!- dijeron todos al unísono.
Luego cada uno se marchó a sus hogares, algunos de ellos se iban solos, otros se acompañaban entre sí y a Azul la esperaba Jackson para llevarla a casa.
De más esta decir que Adrián y Camila se alegraron mucho al ver el examen de la muchacha y no titubearon en darle el visto bueno a la salida con sus amigos, llenando de felicidad el corazón de la muchacha.
El sol radiante iluminaba el Parque de Diversiones mientras Azul, Anna, Javier, Laura, Sandy y Matías entraban emocionados, listos para un día lleno de diversión.
-¡Miren esa montaña rusa!-exclamó Matías señalando hacia la imponente estructura metálica que se alzaba en el centro del parque.
-¡Esa es la que quiero probar primero!- dijo Anna con entusiasmo. Azul sonrió, contagiada por la emoción del grupo.
-¡Vamos entonces!- dijo con emoción.
Mientras se acercaban a la montaña rusa, vieron a lo lejos a Sandy, quien parecía perdida en sus propios pensamientos, aunque se había detenido por qué le pareció ver a alguien conocido.
-¡Oye, Sandy! ¿Qué haces aquí sola?- preguntó Javier con sorpresa.
-Oh, nada solo pensaba, que fue muy buena la idea que se me ocurrió- respondió Sandy con una sonrisa nerviosa.
-Así es, te has superado. Esto va a ser genial- exclamó Laura.
Y llena de emoción y euforia, Sandy volvió a unirse al grupo mientras Azul caminaba junto a Laura y Javier, quien se acercaba a ella sin malas intenciones, ignorando que las sospechas de Sandy no eran falsas, en el parque se hallaban también Luana, Sofía y Esther.
A medida que avanzaba el día Luana seguía a los jovenes a la distancia, y su semblante se transformaba completamente cuando veía a Javier compartiendo risas y charlas con Azul. Esto no pasó desapercibido para una de sus amigas
-Lu ¿estás bien? Pareces un poco callada- mencionó Sofía con preocupación.
-Oh, sí, todo bien- respondió la muchacha con una sonrisa forzada, pues no tenía intenciones de que sus amigas se enteraran de su crush por Javier. Sin embargo, mientras esperaban en la fila para un juego mecánico, Javier y Azul se acercaron conversando animadamente sobre sus planes para el verano. Luana, observándolos desde la distancia, frunció el ceño.
-¿Qué está pasando con Luana?- preguntó Esther notando la expresión preocupada de Sofía.
-Creo que está celosa- susurró la muchacha mirando hacia la misma dirección que Luana miraba.
-¿De verdaestásas bien, Lu?- indagó Sofía
-¿Ya los viste?- preguntó Luana y su amiga asintió.
-¿Te gusta Javier, verdad?- indagó la muchacha, Luana hizo un gesto afirmativo.
-¡Entonces no se la vamos a dejar fácil a la mosca muerta esa!- exclamó la muchacha con una sonrisa malvada en su rostro- pero ahora vamos a disfrutar de nuestro paseo- agregó, tomando la mano de su amiga, dirigiéndose juntas hacia el mismo juego en que estaban Azul y los demás. Mientras tanto Javier y Azul se alejaban hacia el juego mecánico, Luana intentó disimular la incomodidad que estaba sintiendo, pero proponiendose en su interior hacerle la vida imposible a Azul, por tener la osadía de fijarse en Javier.
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