Jackson miró por la ventanilla del avión mientras la ciudad que dejaba atrás se alejaba en el horizonte. No había planeado un viaje como este, pero la amistad y el afecto que tenía por Adrián, lo habían llevado a aceptar la petición de Sarah, la madre de su amigo, el cual estaba en coma tras el accidente automovilístico, aceptar aquella responsabilidad lo había llevado a tomar un vuelo de urgencia para hacerse cargo de las empresas que pertenecían a la Corporación Lewis. El peso de la responsabilidad se posaba sobre sus hombros, y aunque no estaba seguro de lo que le deparaba, sabía que debía estar allí para su amigo.
A su llegada, fue recibido por un grupo de abogados y ejecutivos de la compañía de Adrián. La situación era complicada y requería su atención inmediata. Mientras se sumergía en informes financieros y reuniones interminables, Jackson comenzó a conocer a nuevas personas, algunas de las cuales eran empleados de confianza de su amigo. Había algo en la forma en que lo miraban, mezcla de simpatía y expectación, que lo hacía sentir incómodo. Pero entre todas las caras nuevas, una le resultó sorprendentemente familiar. En una de las reuniones, se encontró con una mujer de cabello oscuros, ojos verdes, y una sonrisa que le resultaba inconfundiblemente conocida. Era Annia, su antigua novia de la universidad. A pesar de que su relación había terminado abruptamente, ellos quedaron en términos amigables, pero no se habían visto desde entonces.Jackson apenas podía creer que la mujer frente a él fuera Annia. El tiempo parecía no haber pasado para ella, y su belleza seguía siendo tan impactante como siempre. Annia, consciente de la sorpresa de Jackson, le lanzó una mirada cálida y dijo
-Jackson, hacía tanto que no te veía. Qué casualidad encontrarnos aquí- expresó la muchacha sorprendida, ya que luego de conocer la noticia sobre el accidente de Adrián, a la última persona que esperaba ver allí, era a él.
Bueno...en realidad, la muchacha tras terminar sus estudios universitarios, había viajado al extranjero a hacer una especialización pura y exclusivamente para poder postularse en alguna de las empresas pertenecientes a la Corporación Lewis. ¿Su principal objetivo? Reencontrarse con Jackson.
Durante las siguientes semanas, Jackson y Annia se cruzaron con frecuencia en las oficinas de la empresa. Ella se esforzaba por agradarle, y estar siempre a su lado, ayudándolo con la transición y ofreciéndose como consejera en cuestiones empresariales. Sin embargo, también notó que Annia a menudo mencionaba su relación pasada, haciéndose la víctima por la ruptura. Jackson sabía que su antigua relación había terminado por razones válidas, pero la persistente victimización de la muchacha lo desconcertaba.A medida que pasaban más tiempo juntos, Jackson comenzó a cuestionarse si ella tenía segundas intenciones. ¿Estaba tratando de retomar su relación o simplemente aprovechando la situación para acercarse a él? Las respuestas eran inciertas, pero lo que estaba claro era que su reencuentro con Annia había añadido un inesperado giro a su vida en medio de la responsabilidad que había asumido por su amigo Adrián.
Tras un par de meses trabajando en la sede central, Jackson y su equipo de trabajo consiguieron un sustancioso contrato mercantil, entonces los miembros de la empresa salieron de fiesta para celebrar, tal como solían hacer, así que llenos de alegría y emoción, se reunieron en la disco habitual.
La noche transcurrió en un ambiente festivo, con brindis y risas. Mientras tanto, la exnovia de Jackson, que también estaba presente en la celebración, creyó encontrar la oportunidad perfecta para revivir viejos recuerdos.
En medio de la euforia de la fiesta, los compañeros de trabajo de Jackson brindaron con champán y se divirtieron hasta altas horas de la noche. Jackson, ajeno a las intenciones de su Annia, disfrutaba de la compañía de sus colegas, sin sospechar lo que estaba a punto de ocurrir.
Mientras la música sonaba en el fondo y la risa llenaba el aire, la muchacha, que sabía muy bien como aprovechar su belleza, llevaba puesto un vestido ajustado al cuerpo que enmarcaba todas sus curvas, y era imposible no llamar la atención. Ella esperó pacientemente el momento adecuado. Cuando finalmente vio la oportunidad, se sentó al lado de Jackson.
Annia, con una mirada intensa y una sonrisa sugerente, se acercó a Jackson. Le susurró al oído con voz suave: -¿Recuerdas la conexión especial entre nosotros?- indagó ella, pasando la lengua por el lobulo de la oreja de Jackson, siendo conocedora de que ese era uno de los lugares erogenos del pelirrojo- ¿Te gustaría explorar lo que podría suceder si nos dejamos llevar por esa atracción? ¿Te gustaría recordar los viejos tiempos, bebé?- Jackson sintió su piel erizandose, casi cayendo en sus redes, sintió la tensión en el aire y respondió con una sonrisa nerviosa...
-Es muy tentador, pero no creo que debamos hacerlo.
Annia acarició su mejilla y le susurró: -No te preocupes, será nuestro secreto. Algo tan especial como esto merece ser un secreto compartido- La tensión entre ellos crecía, y Jackson se debatía entre la prudencia y la tentación.
Luego de sobrepensarlo, Jackson decidió aceptar la propuesta de la chica, después de todo, solamente sería una noche como las tantas que solía compartir con cualquier otra mujer. Desconociendo que ella pretendía mucho más que una sola noche.
Una vez que todos los demás compañeros se marcharon del lugar, Jackson y Annia subieron al coche de él y se encaminaron hasta el departamento donde el muchacho habitaba. Apenas llegaron el deseo y la lujuria se apoderaron de ambos, aunque Jackson estaba más que ebrio, pero eso no le impedía admirar a la mujer frente a él.
La tomó por la cintura, acercando sus cuerpos, ella gimió sobre sus labios al sentir la mano de él descender sobre sus caderas, Jackson sonrió descaradamente, recordando cuanto le encantaba en el pasado, hacer gemir a la muchacha.
Los recuerdos fluyeron mientras entre besos y caricias desenfrenadas, ambos fueron despojándose de la ropa que llevaban puesta, y sin ningún otro tipo de demora, Jackson llevó a Annia sobre el sofá, comenzando allí una noche de sexo, que dejó a ambos exhaustos en la cama.
Al día siguiente cuando amaneció, Jackson despertó en su cama, le dolía mucho la cabeza, pero el dolor se le fue casi de inmediato cuando al estirar sus brazos sintió algo a su lado.
-¡¿Qué carajos?!- expresó al ver acostada a su lado a la muchacha.
La vio moverse en el lugar, ella pasó un brazo sobre el torso masculino, dejó un beso sobre su pecho y lo miró sonriendo.
-Buenos días, bebé- le dijo, él tragó saliva, pero no se negó al beso, pensando en su interior que después de todo no le vendría mal la compañía de la muchacha.
Al menos hasta que tuviera que regresar a casa. Y así Jackson y Annia retomaron su antigua relación.
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Comments
Yesica Sosa
que pavo Jackson...no se toca lo que ya se dejó
2024-01-30
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