11. Harper

Mientras fingía leer un libro en la cafetería, aproveché para ver por milésima vez el video que me llegó sobre Ethan golpeando brutalmente a un chico en la cafetería de su antigua escuela.

No lograba entender cómo alguien que parecía tan inteligente y centrado como él había terminado comportándose como un vulgar abusón. Había algo que no cuadraba en esa transformación.

Ethan ni siquiera estaba cerca, se iba a comer a escondidas para que nadie notará su presencia.

Suspiré con frustración mientras apagaba el celular. Por más que Ethan intentara acercarse ahora de forma amigable, esa grabación oscura sobre su pasado avivaba mis recelos.

¿Era realmente sincero? ¿O simplemente pretendía manipularme por interés como seguramente hizo con otros? No podía confiar plenamente en él hasta saber la verdad. Quería pensar que era mejor que yo.

Pero Ethan se negaba tercamente a explicar por qué había golpeado de esa forma tan brutal a ese otro chico. Y eso no hacía sino aumentar mis sospechas sobre sus verdaderas intenciones.

A la hora de la salida, mientras salía de la escuela, detecté la mirada de Ethan siguándome con la mirada. Últimamente parecía tenerme más presente que nunca, observándome discretamente creyendo que no lo notaba.

Harto de esa sensación constante de estar bajo su escrutinio, decidí encararlo de una vez.

—Se puede saber ¿por qué demonios me sigues a todas partes?— le espeté molesto cuando lo alcancé en un pasillo casi desierto.

Ethan parpadeó perplejo pero enseguida frunció el ceño a la defensiva.

—No te estoy siguiendo a ningún lado, no te creas tan importante,— replicó irritado. —Trato de mantenerme lo más lejos que pueda de ti.

Sentí una punzada de desazón ante su respuesta tan distinta al Ethan que hace poco buscaba hacer las paces con tantas ansias. ¿Dónde había quedado ese interés por conocernos?

—Sí, claro, lo que digas,— resoplé disimulando mi contrariedad. —Igual mantén tus distancias porque no confío en ti.

—Vete al diablo, Harper, lamento lo de antes,— se disculpó rascándose la nuca. —Es que estoy confundido sobre si debo seguir intentando hacer las paces o ya dejarte en paz de una vez, dado que eso parece ser lo que quieres.

Su sinceridad me tomó desprevenido. Por un lado, una parte de mí se regodeaba al ver que al menos conservaba cierto poder sobre él. Pero por otro, ese control se estaba resquebrajando rápidamente.

—Sí...este, da igual, no importa,— farfullé evasivo. No quería admitir que su indiferencia previa me había afectado.

Pero Ethan me conocía ya lo suficiente como para leer entre líneas, era algo que me molestaba, como la de intuición de Ethan no parecía fallar.

—¿Sabes qué? Tienes razón, no tiene caso ya,— resolvió con frialdad. —Es evidente que no voy a tomar en cuenta tus amenazas. Así que descuida, puedes seguir manipulando a gusto.

La creciente indiferencia de Ethan estaba sacando lo peor de mí. En mi desesperación, decidí jugar mi carta más baja durante otro tenso encuentro.

—No finjas demencia, los dos sabemos que ya te quedaste sin amigos aquí, ya incluso no te sigue Sarah— escupí venenosamente, buscando hacerlo reaccionar. —Tu personalidad de abusón te precede gracias a ese video. Nadie confía realmente en alguien con esa naturaleza violenta.

Ethan palideció y pude ver un profundo dolor cruzar fugazmente por sus ojos. Pero rápidamente recobró la compostura, irguiéndose con forzada dignidad.

—Piensa lo que quieras Harper, no me importa,— respondió con una calma tan genuina que me desconcertó.

Sentí que se me formaba un nudo en la garganta. No esperaba esa silenciosa entereza tras mi comentario tan hiriente. De repente una profunda vergüenza me invadió por dentro.

¿En qué me estaba convirtiendo solo por recuperar el control sobre Ethan? Estaba actuando como un completo imbécil. Y lo peor es que esta vez no tenía a nadie más para culpar por ello.

Ethan simplemente asintió con semblante resignado cuando le reclamé haber espantado a cualquier posible amistad.

—Tienes razón, es un hecho que me he quedado sin amigos aquí,— admitió con una mueca. —Pero sabes algo? Ya no me importa tanto. He aprendido que preferible estar solo que con unos imbéciles.

Su declaración hizo eco en mi mente, rememorando episodios amargos de mi propio pasado. Sonaba exactamente como yo cuando comencé a aislarme tras comportarme como un idiota prepotente.

—Supongo que piensas que los demás son estúpidos a tu lado, ¿Por eso golpeaste al chico? ¿Por qué era un imbécil? Debes de pensar que eres lo suficientemente bueno como para dar la amistad a alguien...

—No, no podrías entenderme,— me interrumpió alzando una mano. — Y antes de que digas algo déjame decirte que pierdes tu tiempo, porque jamás seré un cerdo narcisista e insensible a los demás.

—Ethan, espera...— traté de explicarme.

Pero él ya se estaba alejando rápidamente por el pasillo.

—Vete al demonio, Harper,— fue lo único que alcancé a oír antes de quedarme solo y confundido, sin saber bien como perdía la conversación cuando hablaba con Ethan.

Tras el tenso encuentro con Ethan, caminé rápidamente al baño, buscando encerrarme de las miradas indiscretas. Apoyé las manos en el lavamanos, respirando entrecortadamente.

Los nervios me estaban pasando factura. Rebusqué torpemente en mi bolsillo por mi frasco de medicamento para el corazón y tomé una de las pastillas recetadas.

Observé mi imagen demacrada en el espejo, odiando esa debilidad que no dejaba de delatarme en los momentos más inoportunos. Como si no fuera suficiente lidiar con alguien tan impredecible como Ethan.

¿Por qué no podía simplemente sacármelo de la cabeza de una vez? ¿Acaso una enfermedad crónica tampoco era suficiente barrera defensiva contra ese entrometido?

Apoyé la frente contra el frío cristal, sintiendo una creciente frustración. Parecía incapaz de protegerme incluso de la única persona demostrando genuino interés en conocerme.

Negué en silencio. Eso era pedir demasiado. Debía mantener a Ethan lejos, por mi propia salud.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***