capitulo 19: Domesticar a las bestias

Un suspiro de alivio viene para Benjamín al ver que su hijo estaba con vida. No lo dudaba, pero se preparaba para lo peor y por fortuna eso no pasó.

Pero la tranquilidad no dura, cuando ven que la bestia reacciona e intenta levantarse. No obstante, el general rápidamente reacciona para matar a la criatura. Esta vez le costaba romper el cuello de un solo tajo pero del segundo golpe la bestia no sobrevivió.

En ese momento, Emiliano baja de aquel árbol con agilidad. Al verlo ya de frente, nota que no estaba herido por ningún lado.

— por un momento creí que me estaba viendo en un espejo, luces más joven, padre... Lamento no escribir durante estos días. Realmente se complicaron las cosas aquí. Y más al ver que esas criaturas era difícil de derrotar. Tuve que idear una trampa una vez que se ocultará...

— ya veo... ¿Quién está herido?... Seguimos el rastro de sangre y nos trajo hasta aquí.

— lamentablemente tuvimos perdidas, me quedan la mitad de soldados... Los otros están heridos. La única manera que se nos ideó refugiarnos de la bestia fue en lo alto del bosque.

— ¿Los cargaste?... Ya que si están heridos serían muy complicados que ellos mismos lo hicieran...— asistiendo, Emiliano le da la repuesta, es cuando Benjamín se siente orgulloso de tal acto—... Intentaremos exterminar a las criaturas que hay aquí antes que se expandan más y lleguen al imperio. Habrá un equipo que apoyará a los heridos. Tú y los demás vendrán conmigo y seguiremos la lucha contra ellos...

— está bien. Recomiendo que lo que se queden con los heridos estén en los más altos de los árboles, ahí las bestias se le dificultarán.

Aceptando tal estrategia. Una vez que el equipo médico había subido a lo más alto para atender a los heridos. Tanto como Benjamín como Emiliano se van, necesitan cuanto antes acabar con estas bestias para volver a su hogar. Es cuando el comandante le pregunta a su padre.

— Fiorella... ¿Como está ella?... Debe estar preocupada porque le prometí devolverles las cartas...

— ¿Ah?... Mira. Ella está bien. Tu madre la cuida mucho ahora que esta-...

— ¿Que?... No te oí bien, padre.

— que últimamente se ha sentido mal por lo que está pasando. Tu madre la cuida desde que te fuiste...

— no ha pasado nada grave... ¿Verdad?

— no. Dejé todo en orden para estar aquí apoyándote y puedas volver con tu esposa. Aunque no lo creas, se siente sola si no estás ahí. No importa si Ross la consuela, ella seguirá esperándote.

— padre... Es la única mujer que me siento cómodo y me hace sentir diferente... Hice un contrato con ella. Pero... Al paso que vamos, no creo poder cumplirlo.

— ¿A que te refieres?

En ese instante, leves gruñidos salen a relucir, bestia menores salen de su escondite. Ambos se preparan pero Emiliano le responde.

— porque creo que será más de un año que estaré a su lado.

_______________ en el palacio.

Varias horas habían ocurrido. Mientras que Ross preparaba la poción que controlará a los lobos de fuego. Siguiendo la instrucción de Fiorella. Con una muestra de la persona que lo vaya a controlar sería suficiente para que esté bajó bajo su dominio.

No era de menos que ella tenía cabellos de Benjamín y que era más que suficiente para controlar a dichas criaturas.

Había transcurrido la noche. La emperatriz no había descansado hasta que no tuviera la poción realmente lista. Esperando tener la esperanza de que realmente funcione ya que es la primera vez.

— Zafiro... Confío en tí en qué llevarás esto al reino caído de Aurelio. No podemos enviarlo a un halcón mensajero por lo delicado que es...— declaró Ross dejándole la poción dentro de una caja mediana que lo proteja del viaje.

— es... Como un perfume... ¿No?

— así es... Lo adapte para que al momento de rociarlo haga efecto de inmediato.

Asintiendo con aquello. La princesa se prepara con un caballo para embarcarse en esa misión. En ese momento, Fiorella deseaba ir con la princesa para así ver nuevamente a Emiliano, no obstante, vio las lógicas de la situación y debido a su seguridad con la de su bebé debía de quedarse. Además... Sentía que debía de ver a una persona aunque fuera la última vez.

— tú...— los grilletes encadenados su pobre cuerpo dentro de una celda, el padre le comienza a culpa— ¿Como te atreviste a traicionar a tu padre?... Rompiste tu promesa y ahora mira donde estoy.

— no debería estar aquí. Pero... Realmente quería ver todo lo que me hiciste reflejado en tí. Como tú me vendiste, yo no confíe en ti. Como ya no eres mi padre desde eso no podía cumplir con esa promesa absurda. No te traicione... Simplemente hice lo que tenía que hacer para detener la locura que empezaron.

— ¡Fiorella!— agarró los barrote de hierro, y me suplicó—... ¡Por favor!... ¡Apiádate de mi y perdóname como un ser humano!

— yo... Ya te he perdonado. Por eso, tengo la consciencia tranquila.

Y con ello, dejó más atormentado aquel hombre que tenía la mínima esperanza de que ella lo perdonará y le dejara libre. Pero no fue ese el caso.

______________

Reino caído de Aurelio.

Al estar acorralados contras las bestias. Emiliano y Benjamín no cesaban en luchar contra ellas, su escuadrón de apoyo de la misma manera combatían. Sin embargo, los problemas no dejan de aparecer y los números de los enemigos crecen cada vez más. Hasta que en un punto llegan a herir a Emiliano tratando de proteger a un soldado mientras que luchaba con los otros.

— ¡Emiliano!

— estoy bien... ¡Sigamos, no podemos bajar la guardia!

«no esperaba que esto saliera de control. Aún estando mi padre de refuerzo, cada vez sale más bestia, los soldados se están cansando... Solo pido volver para decirte que me quiero quedar contigo y disfrutar una vida tranquila contigo... Fiorella»

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Próximo y último capítulo: ???

haré lo posible para subirlo en la noche. Las quiero 🥀

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