capitulo 14: la carta

Tras decidirse que debían volver. El comandante recibió otro informe de inmediato.

— ¡Hay más de esas cosas, comandate!... ¡Un grupo halló a varios de ellos en una de la residencia abandonada!

— llévame hasta allá.

Al llegar a dicho lugar. Los soldados de Emiliano le señalan abajo en un sótano. Él comandante se preparaba para lo peor, sin embargo, guarda su espada al ver lo que eran, unos huevos gigantes.

— no puede ser...— declaró Emiliano muy pensativo.

— no llevamos aquí mucho tiempo. No habría forma de que esas bestias se infiltraran sin que nos dieramos de cuenta.

— ahora lo comprendo todo. La razón de que el rey de Aurelio estaba tan confiando contra los otros era porque tenían esto oculto... ¿De quién es esta casa?

— si no me equivoco de un duque llamado Buyor. Un noble que servía bajo las órdenes del rey Aurelio. Pero ya debe estar muerto si era uno de la corte...

— quemen este lugar. Las crias no son un peligro y su fuego aún no está desarrollado como las bestias adultas. Hay que elimanrlas cuanto antes.

«el rey Aurelio era un completo maniático. Éste sería su as bajo la manga contra cualquier reino. Aún así domesticarla, al dejarla libre aún siendo crías es un peligro, o eso lo que me ha contado mi padre. Estás criaturas no deberían de existir. No se cómo hizo para conseguirlo y hacer su propia granja de bestia, pero fue un milagro haberlo descubierto antes de que el caos comenzará por culpa de este ese rey. Ahora. No podré volver hasta que no investigue bien la zona, puede haber más huevos ocultos en las otras casas de los nobles y sobre las bestias mas grandes... Ocultas en el bosque de este reino»

Al salir de ese lugar, los soldados prepararon todo para quemar esa casa. Luego Emiliano declara a uno libre.

— tomé un decisión, mejor preparen un escuadrón para volver y avisarle al emperador lo sucedido. De todas formas le enviaré una carta, yo me quedaré con unos hombres de refuerzo. La madre de esos huevos se dará cuenta pronto.

— pero comandante... Sería muy peligroso quedarse con un pequeño grupo.

— se cómo vencerlo, sin embargo, es la primera vez que lucho con ellos y así puedo enseñarle a los que se queden conmigo. Necesito pluma y papel. Enviare una carta urgente para el emperador.

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En el imperio de Magno.

Tan rápido que el comandante había escrito la carta, se la dirigió al halcón de envío. Con velocidad, ya en menos de una hora estaba llegando al balcón del palacio. El ave buscaba al emperador para entregárselo urgentemente. Obviamente los sirvientes lo reconocían y como no se dejaba agarrar llamaron a su majestad.

— Eint. Si tú estás aquí debe ser una emergencia...— comentó Benjamín al tomar el halcón.

Llegando a su despacho. El emperador procede a leer la carta urgente. Lee con tanta atención que al final puede presentir lo que está escrito.

— lobos de fuego... Ese maldito de Aurelio trajo nuevamente a esas bestias...— termina de leer la carta.

« si no se logra erradicar esto antes... La guerra contras esas bestias comenzará y el imperio de Magno puede ser perjudicado. Me quedaré aquí para enviar que eso pase...»

Benjamín no piensa dejar esto así. Sabe que su hijo es fuerte, pero no hay nadie como él que conozca tan bien a las bestias. Tal vez ya no está tan joven. Pero aún conserva la fuerza de diez hombres.

Antes de informar y prepararse para tomar acción en este tema. Benjamín le envía algo que trajo el halcón a Fiorella a parte.

Aquella dama estaba sola en su habitación luego de acompañar un rato a la emperatriz.

— señorita... Esto lo envía el comandante. Me lo acaba de informar el emperador...— declaró Elaine, su dama de compañía.

— Emiliano...

Al tomar el pequeño papel. Había pocas palabras pero significativas para ella.

« para nuestra mala fortuna. No podremos vernos pronto. Para darte un imperio seguro debo de quedarme hasta acabar con ello. Rezo para estar juntos nuevamente y dormir entre tus brazos que es lo único que le da calidez a mi alma...»

Ella murmuró su nombre y se llevó la carta a su pecho.

— Emiliano... Regresa mi pronto, sano y salvo de lo que sea que se interponga entre nosotros...

Luego, piensa cabizbaja.

«solo espero estar contigo más de un año. Quiero que me enseñes muchas cosas por las cuáles desconozco. Y que tú aún seas mi esposo»

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