Seré La Esposa Del Comandante Bestia

Seré La Esposa Del Comandante Bestia

capitulo 1: matrimonio

ANUNCIÓ. ESTA NIVELA CONTIENE CONTENIDO SENSIBLE, SI USTED NO LE GUSTA NADA DE ESO ABSTÉNGASE A LEER PARA NO DENUNCIAR.

...Donde hay guerra, hay sangre, hay muerte y hay dolor......

Yo estaba muerta antes de que la guerra tomará mi pequeño reino. Un reino donde no duré ni un año de ser su reina. Pero todo no era mi culpa. Yo solo deseaba dejar de existir mucho antes de casarme...

Derrotada en una guerra que no había ninguna posibilidad de ganar. Un hombre, cuyo aspecto era de temer... Extendió su mano a mi y me exclamó.

— tú, mujer de un país muerto, serás mi recompensa... Serás mi esposa.

...¿Él será mi nuevo infierno?...

__________________ meses atrás.

— tú, Fiorella. Serás esposa del rey de Aurelio.— anuncio mi padre delante de toda la corte mayor.

Agachaba la cabeza. No podía levantarla por órdenes de él. Ni mucho menos podía demostrar lo contraria.

— te casarás con él mañana, ya está todo decidido. Fuiste elegida dentro de muchas. Debes estar agradecida.

Me vendiste. A tu única hija. Lo sé porque te escuché en secreto mientras celebrabas con mi madre ese hecho. El rey de Aurelio me eligió, sí, pero no te negaste a pedir por ello. Una fuerte cantidad de dinero y un título de duques era lo que valía mi vida para ustedes. Un hombre que doblaba mi edad, apariencia descuidada aunque fuera de la realeza. Y un mal carácter que nadie tolera pero disimulan al ser el rey. Maldije mi suerte, mi vida y mi familia al ser comprometida con él.

Ahora, apretaba mis manos en un puño cerrado y clavaba mis uñas contra las palmas hasta herirme. No sabía que hacer, no sabía que sentir. Lo único que quería era huir o acabar con mi vida sin sentido. Para los ojos de los demás, solo era un objeto femenino. No le importaba a mi familia ni mucho menos le importare al rey. Desde que mi padre anunció a la corte sobre el compromiso. Yo tuve encerrada en mi habitación. No comía. No podía por todo el desarrollo que estaba dando mi vida.

Mientras que las horas transcurrían. Temía a que llegara el mañana. Deseaba que no hubiera uno. No para mí. Temía el hecho de que ese hombre me tocará y con todo el derecho de ser su esposa. Temblaba por el hecho de pensar que podría pasar esa noche.

«¿Escapar?... Ja... Las ventanas y el balcón están bajo llaves y las llaves bajo la gaveta de la oficina de mi padre. Mi puerta de igual forma. Era prisionera en mi propia casa.

____________

Al día siguiente. Las cosas estaban planeadas con bastante anticipación. La boda ya estaba lista para comenzar. Sólo faltaba la novia. Osea, yo.

— alza la cara. Fiorella. No luzcas tan deprimente. Deberías estar alegre. Serás reina de un posible país poderoso. Tendrás riqueza inimaginable y una vida cómoda... ¿Que más quieres?

— quiero ser libre. No quiero ser esposa del rey. Ni muchos menos quiero ser tu hija. Eres un padre que solo piensa en su bolsillo. ¡Lo odio!

A punto de levantarle la mano para abofetearla. Se detiene a mano alzada.

— ¿Así agradeces al hombre que te dio de comer, ropa que vestir y una vida estable?... ¡Patético!... No te corrijo para no marcar tu cara. El rey te ha elegido por tu belleza. Lo único que para eso sirve, una cara bonita.

— hubiera preferido no recibir nada. Preferiría mil veces no tener nada a que tenerlo todo a costa de mi felicidad...

— ¡Fue suficiente!...— tomando mi muñeca bruscamente. Me arrastro a la puerta del lugar de la ceremonia. Susurra a mi odio—... Es mejor que te comportes delante del rey. Por lo que escuché, no es muy amable cuando lo hacen enfadar... Ahora ve.

Levemente empuja mi espalda baja, obligándome a caminar a su lado. Una vez entregada al rey. Éste muestra su sonrisa con los dientes tan chueco como un anciano. Bajé lentamente la mirada. Mis lagrimas se sentían pesadas, el velo tapaba el triste semblante que cargaba. Quería huir, pero mi voluntad cayó una vez al entender que mi destino no era ser feliz.

— los declaró marido y mujer. Su alteza. Puede besar a la novia.

Quitándome el velo, rápidamente cerré mis ojos y lo apreté a no más poder igual que a mis labios. Lo único que sentí fue su aliento en mi oído y una voz escalofriante.

— no te preocupes, querida. La mejor parte está en la noche de boda.

Sonrió él. Para al final jalarme con su mano áspera a su lado. Celebrando que se había casado con una hermosa mujer.

«tu belleza fue lo que causó ésto, eso fue lo único que tienes de buenos»

Las palabras de mi padre no dejaba de retumbar en mi mente. Era por eso que el rey me había elegido.

— madame... Por favor, quítese el vestido...

Eran las sirvientas del castillo. Tan pronto que acabó la boda, vinimos aquí. La noche llegaba y por más razón el rey estaba emocionado. Dejándome sola en la habitación, la chimenea crujía con el fuego arder sobre la leña. Estaba hipnotizada por las llamas moverse con lentitud.

— un cuerpo bonito...— aunque estaba muerta emocionalmente. Podría tener una posibilidad de salvarme del rey.

Será doloroso, lo sé. Pero ya no quería ser utilizada por tener una belleza única.

____________

El rey sonriente llegó. Feliz de sentir que podría tomarme está noche. Pero no. Arruiné su felicidad al igual que arruiné mi cuerpo. ¿En qué forma? Con la vara de metal de la chimenea, marqué muchas partes de mi cuerpo. A punto de llegar al rostro, un par de guardias me detienen. Al parecer, fueron llamados por el rey al ver el estado en el que estaba. Pero lo había hecho, marque mi cuerpo para que no se viera atrayente. Mi rostro no fue afectado, fue el único que no toque al ser detenida.

Pude salvarme esa noche de ser tomada por el rey Aurelio.

Un médico especialista en la botánica inspeccionó las quemaduras en las zonas de mis brazos, pecho, espalda y piernas.

— lo siento, su alteza. Su esposa le quedará cicatrices sin importar que crema se coloque.

Golpeando la mesa contra su puño. El rey se dirige hacia mí con gran molestia. Tomando mis muñecas, escupe su ira contra mí.

— ¿Crees que te voy a dejar libre?... ¡Pues no!... ¡Lo único que debías hacer era ser sumisa ante mí!... ¡Ser una hermosa y obediente esposa!

— lo lamento. No podré darle nada de lo que quiere. No seré su esposa hermosa y obediente.

Relinchaba como un toro cual enojo estaba a punto de estallar. Sí, me salvé de entregarme al rey, pero lo peor estaba por venir.

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Comments

Alondra Lopez

Alondra Lopez

Que terrible...

2024-05-27

1

Nimonous

Nimonous

Era tu obligación, abusivo, loco.

2024-03-25

5

Ana Fernandez

Ana Fernandez

que tipo tan asqueroso!!

2024-03-17

1

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