capitulo 12- fingir

Por supuesto, si no tenía más opción que seguir con esa falsa, no lo iba a hacer gratis, en esta vida nada es gratis y si iba a perder esta cita con León tenía que valer la pena.

— Pensé que no ibas a aceptar.

— De todos modos no tengo otra opción, ¿No? — Se encoge de hombros.

— En eso tienes razón. — Belial sonríe. — Entonces esta noche — Mira la hora — Creo será mejor que vayamos preparándonos.

— ¿Eh?

Y antes de que Zoé se diera cuánta ya estaba en un salón de belleza, luego en una tienda de ropa.

— ¿Podemos ayudarle en algo, señor? — pregunta las empleadas al ver a Belial entrar.

— La quiero como nueva — deja Zoé enfrente de estas para sentarse en el sofá, todavía tenían una hora para preparar.

Y como se esperaba paso tiempo y todavía seguían eligiendo vestido.

— No. — Belial niega mientras qué Zoé gruñe ya va a ser treinta vestidos que se pruebe, pero a ese hombre no le gustaba ninguno.

entra en el vestidor para cambiarse, sin embargo, al darse vuelta las empleadas no estaban para ayudarle bajar cierre del vestido.

— Lo que faltaba — Ahora no iba a querer más que los servicios de Belial. — ¡Puedes ayudarme! — Alza la voz para que esté escuché.

El hombre al escuchar las palabras de Zoé se levanta del sofá para dirigirse al vestidor.

— ¿Pasa algo?

— El cierre, ayúdame bajar el cierre — Pide y las manos de Belial se dirige al cierre para bajarlo lentamente mirando la espalda de Zoé e inconscientemente sus dedos deslizaron en la espalda de esta. — Q-que estás haciendo? — Murmura sintiendo como todo su cuerpo se estremece por el tacto del dedo de Belial.

— Ah. — Reacciona alejándose — Lo siento. — Sale del vestidor mientras qué Zoé solo se enfoca a ponerse el vestido y deseaba que fuera el último.

Terminando de poner el vestido sale del vestidor.

— ¿Y? — Sonríe dando vueltas. Mientras que Belial se levanta del sillón — Ni se ocurra a decirme que vaya a cambiar-

— Estás preciosa — Mira Zoé de arriba abajo, la cual desvía la mirada con un leve sonrojó ante las palabras de Belial.

«Contrólate Zoé» Se regaña así misma mirando Belial.

— Oh, ya te cambiaste. — Sonríe — Te ves bien.

— Voy a confiar en tus palabras, aunque sé que es cierto. — Ambos sonríen — Me permites — Extiende su mano hacia Zoé, quien lo toma. — Ya es hora de comenzar.

«Espero que todo esto termine» Suspira solo espera que esa falsa no les lleve más lejos y todo puede terminar esta noche, pero cuál equivocada Estaba.

***

Belial toca el timbre y Zoé no puede evitar sentirse nerviosa, ya le cae mal a la mamá de Belial no imagina lo que va a pasar ahora. Para su buena suerte fue una doncella quien abrió la puerta dándoles la bienvenida.

— Bienvenidos, pasen. — Esta se hace un lado mientras qué Zoé y Belial entran.

«Vaya tal como pensaba, la casa es bastante grande» Mira la casa.

— ¿Estás nerviosa? — Pregunta Belial caminando hacia al comedor con ella.

— Un poco, a su madre le caigo mal, no sé qué más podría pasar.

— No te preocupes, por ella me encargaré yo, tú solo sonríe. — Susurra llegando al comedor y como se esperaba estaba repleto.

— Beli. — Dasha se levanta saltando sobre Belial. — Realmente viniste.

— Quítate. — Mira la chica seriamente, la cual se aleja de inmediato.

— Hijo. — Aisling se levanta con una sonrisa para acercarse, pero esa sonrisa desaparece al ver a Zoé — Realmente viniste con ella.

— Es mi novia — Su mano pasa alrededor de la cintura de Zoé. — Obvio que una venir con ella

— Hermano. — Un chico de la misma edad que Belial se levanta para ir a saludarlo. La verdad no entiende por qué la bruja no podría darle una familia “Normal” Cabe decir que no se lleva bien para nada con su hermano, al igual que su hermana.

«Maldita bruja tanto te costaba»

— Al fin te dignas aparecer hombre. — Christopher Longhi su supuesto papá, y aunque odia decirlo es con el único con quien se lleva bien en esa familia.

— Belial la familia de Dasha también han venido, vamos siéntate.

Ya todos Estaban sentados en la mesa.

— No vas a presentar esa belleza. — Su hermano Cillán señala Zoé con una leve Sonrisa coqueto, algo que nota Belial de inmediato.

— Pensé que madre ya había ido con el chisme, pero por si no la ha hecho — Toma la mano de Zoé mientras qué Dasha Aprieta los puños a punto de explotar — Es mi novia, Zoé y espero que mantengas tus ojos fuera de ella.

— Vaya, no pensé que tuvieras tan mal gusto en las mujeres hermanito. — Su hermana Hazel Rodea los ojos para mirar a Zoé y se notaba su disgusto hacia Ella.

— No porque tu novio tiene mal gusto significa que yo también lo tenga. — Fulmina la chica con la mirada — por qué tú a mi novia no le llegas ni a los talones.

— Belial. — Zoé Susurra.

— No te preocupes, si dicen algo que te ofende, simplemente hay que darles el doble golpe. — Sonríe mirando la chica. — ¿De acuerdo?

— De acuerdo. — Asiente en un Susurro parece que hoy va a ser un día muy largo y va a tener que lidiar con varios problemas.

«Comencemos»

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