REY

Entre las sombras que envuelven mi existencia, una nueva figura se desliza en mi vida. Rey, una joven aparentemente amable, se acerca prometiendo una amistad que rápidamente se desvanece. "No te dejes engañar por las apariencias, Alex". Su voz lleva un matiz desafiante mientras utiliza habilidades mágicas que revelan su verdadera naturaleza. El reclamo de traición se cierne en el aire, y mientras la confronto, ella revela con confianza sus intenciones, bordeando la arrogancia. Sé quién eres realmente, Alex. Y no estás solo en este juego cósmico.

Nuestro diálogo se convierte en un intercambio de verdades incómodas. Rey, con una paciencia calculada, desentraña el enigma de mi existencia. Su relato me transporta a un mundo donde la magia es parte intrínseca de la naturaleza humana, donde los seres humanos, a pesar de su apariencia ordinaria, poseen capacidades que trascienden lo común. "Tu sangre, Alex, es la semilla de la discordia entre Lilith y Satanás. Eres la conexión entre ambos, lo cual amenaza el equilibrio de nuestro mundo".

Las palabras de Rey me sumergen en la mitología de su realidad. La historia de Lilith, la primera esposa de Adán, y su descendencia con Satanás, da forma al conflicto que ahora amenaza con envolverme por completo.

—La guerra entre Lilith y Satanás persiste, y ambos desean tenerte a su lado. Lilith ve en ti un arma contra el diablo, una amenaza que puede inclinar la balanza a su favor.

La propuesta de Rey queda suspendida en el aire, como un hechizo a la espera de ser pronunciado. Mi mente, un torbellino de pensamientos, se sumerge en la dualidad de mi existencia. ¿Aceptar el llamado al mundo mágico, donde las sombras y las luces se entrelazan en una danza eterna, o resistir y enfrentar las consecuencias de una guerra que se despliega a través de mi propia sangre?

—Tu elección será crucial, Alex.

Rey observa mi rostro, buscando señales de la decisión que estoy a punto de tomar.

La verdad revelada sobre Lilith, Satanás y la batalla que se libra en el otro mundo se aferra a mis pensamientos. Soy la semilla de una discordia ancestral, un puente entre dos fuerzas que buscan dominar mi destino. ¿Por qué yo? ¿Por qué mi sangre es el foco de esta guerra?, mi voz, cargada de frustración, resuena en la habitación.

Rey, con una seriedad que contrasta con su aparente juventud, responde:

—Eres el resultado de un antiguo conflicto entre el deseo de libertad de Lilith y la rebelión de Satanás. Tu nacimiento amenaza con desequilibrar las fuerzas que han mantenido el orden en el mundo mágico.

Mientras reflexiono sobre las palabras de Rey, una pregunta se cierne en mi mente. ¿Y qué pasa con mi madre humana?

—¿La Santa católica que, según dices, está vinculada a mi existencia?

La mirada de Rey se torna más intensa.

—Lilith tomó a la humanidad mágica como sus hijos, pero también quería tener una conexión con los humanos ordinarios. Tomó por la fuerza a una Santa católica y, mediante un ritual ancestral, creó la semilla que eres ahora.

La verdad, cruda y compleja, me envuelve. La dualidad de mi origen, entre la fe y la rebeldía, se revela como una narrativa tejida en las telas del tiempo. La decisión que enfrento no solo determinará mi destino, sino también el curso de la guerra que persiste en el otro mundo.

—Ven conmigo, Alex. —Rey extiende una mano, ofreciéndome un viaje hacia lo desconocido—. En el mundo mágico, podrás comprender el propósito que llevas en tu sangre.

La habitación queda sumida en un silencio cargado de expectación. La oferta de Rey cuelga en el aire como una elección que trasciende lo tangible, una encrucijada entre dos mundos y dos destinos.

—¿Entender mi propósito en el mundo mágico?, repito sus palabras —mi voz resonando con una mezcla de incredulidad y resignación.

Rey asiente con solemnidad—. Allí, en ese reino, encontrarás respuestas que aún te son desconocidas. Pero no olvides, tu decisión no solo afectará tu destino, sino el delicado equilibrio entre las fuerzas que gobiernan ambos mundos.

La dualidad de mi existencia se refleja en la elección que tengo frente a mí. Atravesar el umbral hacia el mundo mágico significa abandonar la relativa normalidad de mi vida actual y sumergirme en una realidad donde los conflictos ancestrales se manifiestan en cada rincón.

—No puedo tomar esta decisión a la ligera.

Mi mirada se posa en la mano extendida de Rey, sintiendo la energía mágica que emana de ella.

—Comprendo la magnitud de lo que me estás pidiendo, Alex. Pero el tiempo no es un aliado en esta batalla, y las sombras amenazan con cerrarse sobre nosotros.

La presión del tiempo se cierne como un espectro invisible sobre la habitación. Mientras reflexiono sobre mi elección, una pregunta más surge en mi mente. ¿Y si elijo resistirme? ¿Qué consecuencias enfrentaré?

Rey sostiene mi mirada, sus ojos revelando una comprensión profunda.

—La resistencia desencadenará una serie de eventos que, tarde o temprano, te arrastrarán hacia la guerra que se libra en ambos mundos. Tu sangre es un catalizador, Alex, y el conflicto no tardará en reclamarte.

La tensión en la habitación se incrementa, como las sombras que anticipan una tormenta. La decisión, una piedra en el sendero de mi destino, se presenta como el siguiente paso en este viaje.

—Lo pensaré —mis palabras resuenan con solemnidad, reflejando la carga de mi elección.

Rey asiente, retirando su mano extendida.

—No tardes demasiado, Alex. Las fuerzas que gobiernan ambos mundos no son conocidas por su paciencia.

Con esas palabras, Rey desvanece su presencia, dejándome solo en la penumbra de mi apartamento.

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