Capítulo 13. María, da a elegir a Sergio.

Hija, estoy muy feliz por ustedes, cuanto quisiera que mi Leo también formará su familia.

Pero yo lo veo como un hombre muy solitario, dijo Camila.

No hija, él tiene rencor en su corazón, si al menos encontrará una mujer qué pueda amarlo, no sabes como le agradecería que haga feliz a mi hijo.

Sí, dijo Sergio, a mí también me gustaría que fuese así de feliz como lo somos nosotros, verdad amor.

Sí, cariño.

Bueno, ya es hora de irnos, tenemos que pasar a ver a nuestro bebé, él se queda con Daniela en casa.

Sí, mi Dani, como se encuentra ella, hijo.

Ella está bien mamá Corina, ya logro superar su tristeza, ahora se enfocó mucho en Abelito.

Si, hijo eso es muy bueno.

Nos vemos mamá Corina, vendremos mañana.

Está bien hijos, cuídense.

Ellos salieron a su casa de Daniela, en donde ella se encontraba con Abelito, almorzaron.

Amor, ya tengo lista la casa, si deseas hoy mismo podemos ir a instalarnos allá.

Si, de verdad sería muy lindo aunque no quisiera alejarme de Daniela, ella es tan linda con nosotros.

No, te preocupes cuñada que las veces que me necesites estaré allí para ustedes.

Gracias, hermana, gracias por todo.

Daniela los ayudo a pasar sus cosas a la casa de Sergio, cuando ya estaban instalados allí, Daniela se retiró y Sergio empezó a acariciar a Camila.

Amor, está es tu casa, amor es para ti y nuestros pequeños.

¿Pequeños?

Sí, deseo tener muchos hijos más contigo, quiero una familia enorme.

Bien, solo dame tiempo, aún no me recuperó del todo de Abelito, apenas tiene cinco meses y medio, mi pequeño.

Entonces solo dame la noche junto a ti mi amor, te necesito en mis brazos, necesito ser solo uno junto a ti, mi amor.

Ellos pasaron la noche, al día siguiente dejaron a Abelito con Daniela, y ellos se fueron a trabajar de regreso del colegio, recogieron a Abelito y fueron a su casa, Camila cocinó para ellos. Así término la semana ya doña Corina, salió del hospital, ellos estaban almorzando cuando tocaron la puerta, Sergio fue abrir, Camila cargo a Abelito para llevarlo al cuarto cuando vio que era la mujer que siempre seguía a Sergio, lo estaba besando y abrasando, Sergio quería zafarse de ella, pero no podía hasta que Maria sé, separó y le dijo, amor te tengo una maravillosa sorpresa, vamos a tener un bebé, vas a ser papá tengo tres meses.

Sergio, se sorprendió ¿qué? No, no puede ser cierto.

Camila, quien vio y escuchó, todo abrazo más fuerte a su pequeño.

No, María como, si tú y yo.

Si, amor acaso no te acuerdas, la última vez que nos vimos, de testigo está tu hermana quien nos encontró en la cama a los dos, no te puedes negar amor, además las noches tan buenas que pasamos, como lo vas a olvidar.

Sergio, volteó y vio a Camila parada allí con los ojos llenos de lágrimas.

Amor, amor, todo tiene una explicación, amor, mira, María , yo, no, no, yo no.

Tú nada Sergio, no te preocupes, mi hijo y yo nos vamos para que tú seas feliz.

No, no, amor, no por favor, (con una mano deteniendo a Camila y con la otra mano se halaba de su cabello sin saber qué hacer), amor, no te lleves a mi hijo.

Déjame, déjame , deja que me vaya, no me hagas pasar por esto, por favor.

Amor, es que sí, yo te dejo salir, es posible que tú nunca regreses, no, no te puedes ir, quédate conmigo.

No, Sergio, dijo María, yo soy ahora tu mujer, seré la madre de tu hijo, decide ahora mismo, yo o ella recuerda que si la eliges a ella, me voy a deshacer de tu hijo que llevo dentro.

Sergio no pudo más y bajo su mano que retenía a Camila, dejándola ir, Camila salió de la casa y se fue a casa de Daniela, Daniela no se encontraba en casa, así que ella se fue a casa de su amiga, quien tampoco se encontraba, ella caminó y se fue al parque junto a Abelito, se sentó en una banca junto al pequeño Abelito, mientras Sergio pedía explicaciones a María.

Dime, que daño te he hecho, para que me hagas esto.

Sergio, pero tú eres el padre de mi bebé, o caso quieres que lo pierda.

No, no por supuesto que no solo que me estás dando a elegir, eso no es justo.

Mira Sergio yo solo estoy velando por el cuidado de nuestro bebé, ya te dije si no te importa nuestro bebé, puedes irte, pero, si olvídate de él, porque entonces voy a interrumpir su desarrollo en mi vientre.

No, no lo hagas, acaso no vez que ya elegí, así que deja que mi hijo o hija crezca en tu vientre, no lo dañes.

Mientras tanto Leonel, caminaba sin sentido, cuando vio a Camila sentada en el parque, se acercó a ella.

Que haces aquí con tu hijo, señorita Camila.

Nada, Leonel solo tomo aire, porque acaso no puedo.

Claro, que puedes, solo me preguntaba en donde está el chicle de Sergio, él no se despega de ti.

Te voy a decir por qué tal vez te enteres.

Enterarme de que, no entiendo, que me perdí.

Pues que vas a ser tío.

¡Yo!, ja, ja, ja.

Sí, sí, consideras a Sergio, como tu hermano, pues vas a ser tio.

Leonel sintió un nudo en la garganta, pero, hizo todo el esfuerzo por hablar.

Acaso, tú estás embarazada.

No, no, como crees, si aún tengo a Abelito muy pequeño, tú vas a ser tío del hijo de Sergio y la profesora María Estela.

¡Qué!, pero si Sergio y ella, jamás, no, no, entonces eso era lo que me decía cuando dijo.

No te entiendo Leonel, quien dijo qué.

No, olvídalo, no me hagas caso, yo soy así, dime y porque estás en el parque, ya es tarde, tu bebé va a pasar frío.

Leonel, no tengo a donde ir, no se a donde ir.

Ven, ven conmigo.

A donde.

Te llevaré a mi casa, te podrás quedar allí.

No, Leonel, yo.

Ah, ja, ja, ja, ja, te engaña y quieres respetarlo, aun así, bueno como quieras, ven vamos tú, te quedaras en mi casa mientras yo estoy en casa de mi mamá, así que la casa será solo tuya, ven vamos, como amigos.

Gracias, Leonel, la verdad no tengo a donde ir, están mis padres, pero me botaron cuando supieron qué me case imagínate como me van a tratar ahora si saben que tengo un bebé y no vivo con su padre, no, no quiero que mi bebé pase por esto.

Ja, ja, ja, los perjuicios de los padres, menos mal que el mío me abandono.

No digas eso, un niño siempre necesita de sus padre

que me dices de tu pequeño, acaso él no necesita de su padre.

Sí, sé que lo necesita, es por eso que permití que su padre le diera su apellido.

Ah, vaya, mira tú, sabes, te puedes quedar el tiempo que desees en mi casa, yo estaré ayudando a mi mamá, hasta que esté mucho mejor.

Gracias, Leonel, no sabes como te agradezco, sabes, tengo que recoger mis cosas de la casa de Sergio.

¿Acaso vivías con él?

Empezaríamos a vivir, pero todo cambia ahora la que va a ser la mamá de su hijo o hija, le dio de elegir y él los eligió, bueno, tenía que hacerlo.

síya, si que me salió, astuta esa mujer.

Disculpa, a que te refieres.

No, Nada, solo son tonterías, entonces dime quieres que te acompañe a la casa de Sergio por tus cosas.

Sí, por favor, las maletas están hechas, apenas las íbamos a desempacar, pero ya no tiene sentido.

Bien, solo dame un minuto llamaré a un amigo, él puede recoger tus maletas, así no tienes que pasar por otro mal momento.

Sí, te agradecería mucho.

Leonel le pidió a su amigo taxista que vaya a la casa de Sergio y recogiera las maletas de la señorita Camila Cárdenas, ella lo enviaba, así lo hizo al llegar a la casa de Sergio toco, Sergio salió de inmediato con la esperanza de que podía ser Camila, ya que desde que María se fue, Sergio no hacía otra cosa que marcar el número de Camila pero ella no respondía, así que abrió de inmediato.

Sí, dígame dijo, Sergio.

Usted, es el señor Sergio Rodríguez.

Sí, el mismo que sucede.

Pues vengo por orden de la señorita Camila Cárdenas, quien me envía por sus maletas.

Camila, en donde se encuentra ella y mi hijo, necesito encontrarlos, ya es muy tarde, además está haciendo mucho frío, para mi bebé.

Lo siento señor, solo me enviaron por las maletas, no puedo decirle en donde se encuentra, la señorita.

Por favor, soy un padre desesperado.

Lo siento señor, me puede entregar las maletas, por favor.

bien, se las daré solo deme un minuto, quisiera que también le entregue una nota.

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