Cena fabulosa

Narra Lucía

Mientras esperábamos la comida estuvimos hablando de muchas cosas, seguíamos conociéndonos y siempre que Elías me miraba a los ojos sentía algo muy lindo en mi corazón, cuando llego la comida seguimos charlando como amigos de toda la vida, riendo y jugando un poco hasta que terminamos y pedimos la cuenta, yo solo llevaba 500 y la cuenta daba un total de $2,850.40, lo sé, era un precio realmente alto pero Elías decidió traerme aquí aunque le dije que a un lugar no tan caro, quería ayudarle a Elías con algo de la cuenta pero cuando le iba a dar al mesero Elías tomó mi mano impidiendo qué le diera y él pagó toda la cuenta, cuando se fue el mesero Elías me miró y dijo;

Elías: Por qué ibas a pagar eh? Te dije que yo lo haría -me miro con ternura

Lucía: Es que la cuenta estaba tan alta, no quería que la pagaras toda tu solo -dije con una notable vergüenza en el rostro

Elías: Te dije que gastaría lo que quisiera en ti, eso no fue nada para mí -me dice levantándose de su asiento

Yo solo lo miré con ojos de cachorro y me levanté también de la silla para irnos

Salimos del restaurante y fuimos directo al auto para ir de regreso a la casa, mientras íbamos de regreso continuamos hablando y riendo, me la pasaba verdaderamente bien con él, nada que ver con Marco, Elías si me hacía reír bastante, sabía como hacerme sentir cómoda y era muy lindo conmigo a pesar de que era la segunda vez que nos veíamos.

Llegamos a la casa del Señor Mauricio y Elías estacionó el auto enfrente

Elías: Llegamos a su destino señorita -me mira riendo

Lucía: Muchas gracias chófer -digo siguiéndole el juego

Elías me sonrió y me quedo viendo a los ojos por un tiempo, yo también lo vi, esos ojos tan bellos qué tenía que en ellos podía ver el universo entero, me perdí en sus ojos y él en los míos, no me di cuenta cuando nos fuimos acercando y de repente nos besamos, fue un beso tierno y sin ninguna mala intención, se sintió muy lindo qué pareció eterno y me hubiera gustado que así fuera, pero de repente Elías me alejó y me dijo;

Elías: Perdón no, no fue mi intención

Lucía: No, no te preocupes, está bien -lo miré con ternura

Elías: Es que, no está bien, soy mayor que tu por seis años y

Lo interrumpí y le dije;

Lucía: Ey, no, está bien, yo lo permití, está bien, tranquilo

Elías me tomó la parte de atrás de la cabeza, acercó su frente a la mía y mirándome a los ojos me dijo;

Elías: Perdón yo, se que te sonará un poco extraño pero, siento que nos conocemos desde hace mucho tiempo y eres muy linda, me gustas mucho

Yo quedé sin palabras, Elías también me gustaba mucho y sentía que podía crear una relación muy hermosa con el entonces lo miré y le dije:

Lucía: Siento lo mismo que tú, cuanto estábamos en el hospital, te miré y, eres muy guapo, también me gustas - le dije sin despegar mi vista de la suya

Elías me miró un tiempo y luego volvió a besarme, con Elías me sentía mucho más tranquila, ese beso fue aún más mágico que el anterior y quise que fuera eterno otra vez

Nos separamos por falta de aire y le dije;

Lucía: Tengo que entrar ahora

Elías: Bien, descansa, te quiero

Lucía: Tú también descansa, te quiero -le dije saliendo del auto

Me dirigí hacia la entrada y me despedí de el una última vez antes de entrar a la casa, cuando entré cerré con llave la puerta y me dirigía a mi habitación cuando siento una mano agarrando mi brazo fuertemente.

Marco: Eres una cualquiera -dice tomando fuerte de mi brazo

Lucía: Ey! Qué te pasa? -digo enojada

Marco: Me pasa que eres una zorra, primero dices que me amas y luego te besas con mi amigo -me dice con rabia en los ojos

Lucía: Marco, yo ya no siento nada por ti después de esa bofetada qué me diste -le dije gritando y con las lágrimas casi de fuera

Marco: Y pensar que mi papá quería que me enamorara de ti, si supiera que eres una maldita perr-

Le di una fuerte bofetada antes de que terminará de hablar

Lucía: Tú no tienes ningún derecho de hablarme así, eres un maldito mujeriego -le digo llorando de rabia

Marco: Tú a mí no me vas a volver a tocar -dice antes de darme una bofetada también

Giré la cabeza y me lleve una mano a mi mejilla del dolor, lo mire con la cara mojada por el llanto y me dijo;

Marco: Sabes, voy a complacer a mi padre, me voy a casar contigo aunque tú no lo quieras, después de hoy te voy a hacer la vida imposible Lucía, me entendiste? -me dice agarrándome fuerte del pelo

Yo no le dije nada y me soltó, se dio la media vuelta y se marchó, yo me quedé ahí llorando de la impotencia, no sabía que hacer, tenía que irme de esa casa lo más pronto posible, quería decirle al señor Mauricio o a Elías pero tenía miedo de que no estuvieran de mi lado y se dejaran manipular por Marco, no sabía que hacer y me fui llorando a mi habitación

Ay pobre Lucía, maldita la hora en que fuiste a caer en esa casa...

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